HILANDO FINO
Con las manos manchadas de sangre
“Papa enfurece a muchos con sus actos”
Valerosamente, sin titubear, el Papa Francisco puso el dedo en la llaga supurante del narcotráfico en México. Su afirmación: “los narcotraficantes, delante de Dios, tendrán siempre las manos manchadas de sangre, aunque tengan los bolsillos lleno de dinero sórdido y la conciencia anestesiada”, es clara e inequívoca y no admite interpretaciones.