Según lo denunció recientemente el registrador Alexánder Vega Rocha, la página web de la Registraduría recibió 400 mil ataques tan solo en siete días, y aunque estos no lograron tumbarla, pusieron en alerta a las autoridades nacionales frente a las elecciones de este fin de semana.

Al respecto, el experto en ciberseguridad de Adalid Corp., Andrés Guzmán, advierte que “es momento de que la Registraduría Nacional entre en acuartelamiento de primer grado y active todos sus mecanismos de protección porque es fundamental que los colombianos estemos seguros acerca de la integridad de los datos que se den a conocer este domingo. No podemos olvidar que en 2014, la página web de esta entidad y el proceso de difusión de resultados electorales fue atacado en Colombia y que aún está fresco el caso del ataque masivo al Invima, que dejó muchas pérdidas para los comerciantes en el país”.

Por esto, asegura Guzmán, es crucial:

1- Prender todas las alertas del Comando Cibernético de las Fuerzas Militares.

2- Controlar y vigilar con total rigurosidad la consolidación de resultados por líneas seguras.

3- Verificar que los sistemas electorales son totalmente seguros, y que cada persona frente a ellos sea altamente confiable.

4- Alinear en perfecta coordinación los múltiples canales de información para la entrega de resultados, llámense redes sociales, página web, aliados tecnológicos y medios de comunicación, que salgan en simultánea.

5- Garantizar una total transparencia y acceso irrestricto a los testigos electorales.

Asimismo, el Registrador Nacional había confirmado que su institución, además de la Policía, estaría en alerta ante posibles ciberataques que se puedan presentar en el marco de las elecciones del 13 de marzo.

“Puedo decir que, aunque se han corregido detalles durante los últimos comités de seguimiento electoral, en este punto hay dos asuntos determinantes: los ciberataques, que es una verdad que no se puede ocultar”, afirmó.

Los votos, según Vega, no estarán en riesgo en caso de registrarse los ataques cibernéticos, porque en el país se vota manual, existen actas y demás. “Los ciberataques que hacen a los sistemas electorales son para generar una percepción de caer el sistema. Los ataques van a venir a todas las páginas”, detalló.

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Vega aclaró que los ataques no ingresan al sistema y borran los votos. Al contrario, intentarán tumbar las páginas de la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral. “Ante eso, nos hemos preparado como Registraduría, pero también están la Policía y la Fiscalía”, detalló.

El presidente Iván Duque había advertido, sobre el proceso electoral, que el país podría ser un experimento de peligrosos hackers, cuya amenaza podría venir del extranjero.

Los ciberataques en la guerra

Hace unas semanas, después de la ruptura de las conversaciones diplomáticas entre Rusia y Occidente para detener la invasión a Ucrania, más de 70 sitios web gubernamentales ucranianos fueron atacados por medio de un virus DDoS, que denegó el servicio a las páginas del gabinete de ministros y a los ministerios de asuntos exteriores, energía y educación, entre otros entes gubernamentales.

Pero la ciberguerra que el gigante ruso ha emprendido en contra del país ucraniano realmente no comenzó con esta invasión armada, pues hace parte de una estrategia de desestabilización que Vladimir Putin adelanta desde hace varios años, con el ánimo de debilitar a su “enemigo”, y con el fin de dominarlo usando todas las herramientas que tenga a la mano. 

Según Andrés Guzmán, CEO de Adalid Corp, empresa colombiana especializada en seguridad de la Información y Ciberseguridad, “aunque fue muy vistoso el primero de los ciberataques masivos que se dio en enero de este año, en contra de las Fuerzas Armadas y del sistema financiero de Ucrania, la verdad es que este país ya venía siendo presa de Rusia desde hace varios años”.

Guzmán señala que, “según un informe de la compañía británica de defensa y seguridad BAE Systems, entre los años 2014 y 2016 se detectaron 32 ciberataques masivos contra sistemas del gobierno ucraniano, en los que se colocaba un programa malicioso llamado Snake, mediante el cual se infectaron cientos de computadores en el marco de las protestas civiles que terminaron con la caída del gobierno y la convocatoria a nuevas elecciones”.

El siguiente ataque contra una red eléctrica, que se dio en 2016 y que afectó a una subestación de las afueras de Kiev, cortó el suministro eléctrico también en el mes de diciembre, y aunque tardó tan solo unos minutos, sus implicaciones hicieron pensar que Ucrania podía estar siendo utilizada como conejillo de indias para perfeccionar armas cibernéticas que luego podrían ser utilizadas en todo el mundo contra infraestructuras críticas.

Por su parte, en 2017 se ejecutó el ataque informático, que es considerado el más destructivo de la historia y que fue llamado NotPetya. Este, de manera confirmada, fue realizado desde Rusia y provocó pérdidas por más de 10 mil millones de dólares.