La Comisión Tercera del Senado está por empezar a debatir el proyecto de ley que establece en forma permanente un programa de transferencia monetaria para los hogares más afectados económicamente por la pandemia.
En el articulado el programa se denomina Renta Básica, pero algunos congresistas prefieren llamarlo Ingreso Solidario, que es el nombre del que hasta este mes estuvo implementando el Gobierno.
Como se sabe la necesidad de prorrogar el programa del Gobierno y de financiarlo es uno de los temas sobre los que el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, ha estado concertando con las bancadas de los partidos en el Congreso.
En la ponencia alternativa, preparada por el senador Fernando Nicolás Araújo, del Centro Democrático, se plantea que la transferencia monetaria se complemente con los otros programas de subsidio que maneja el Estado, de tal manera que entre todos se complete una ayuda para cada hogar, dependiendo de su categorización y del número de integrantes.
Desagregación
Para ilustrar cómo se desagregaría la composición del monto que recibiría cada hogar, el senador Araújo explicó en la exposición de motivos que se asumió “que la focalización estará basada en los grupos A y B del Sisbén IV, que conceptualmente, agrupan a la población en pobreza extrema y pobreza del país respectivamente, aclarando que en la medida en que se consolide operativamente el Sisbén IV, el programa podría pasar de focalizar por grupos a subgrupos, para mejorar la precisión del cálculo de las brechas de ingresos.
Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), a partir de información de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) 2019, la mediana de la brecha de ingresos del grupo A del Sisbén corresponde a $206.106, mientras que la brecha del grupo B corresponde a $109.158.
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Con base en esos parámetros, anotó Araújo, un hogar de cuatro integrantes en el grupo A del Sisbén, que recibe transferencias conjuntas por los programas Familias en Acción, Jóvenes en Acción o Colombia Mayor de $100.000 y por los subsidios de energía eléctrica y gas combustible de $78.687, recibiría por el programa Ingreso Solidario una transferencia cercana a $65.381. De forma tal que, en total, un hogar con estas características recibiría $244.067 mensuales por concepto de transferencias monetarias, incluyendo la transferencia propia de Ingreso Solidario y subsidios de energía y gas.
Por su parte, un hogar del grupo B, con los mismos integrantes y con transferencias de $70.000 por los programas mencionados anteriormente, y subsidios de energía y gas por $78.687, recibiría una transferencia por el programa Ingreso Solidario de $19.408. Así, en total, este hogar prototipo recibiría $168.095 mensuales, por concepto de todas las transferencias, incluyendo Ingreso Solidario y subsidios de energía y gas.
Añadió Araújo que, de igual manera, con el diseño propuesto, el monto total resultante de la suma de las transferencias monetarias condicionadas y no condicionadas administradas por el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), es decir Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Programa de Protección Social al Adulto Mayor - Colombia Mayor, financiadas con recursos del Gobierno nacional, de los subsidios para energía eléctrica y gas combustible distribuido por red física y la transferencia del nuevo programa Ingreso Solidario, variará en función de la situación socioeconómica de los hogares y la cantidad de personas que conforman el hogar. Lo anterior representaría una mejora importante en la focalización de los subsidios y mayor progresividad del gasto social.
Sin embargo, el planteamiento de la ponencia principal, presentada por el autor de la iniciativa, el senador Iván Marulanda, de la Alianza Verde, es diferente.
Marulanda y los congresistas que suscribieron el articulado radicado el 16 de marzo (legisladores de los partidos Cambio Radical, Polo Democrático, Lista de la Decencia, Alianza Verde, Comunes, Liberal, La U, MAIS, Dignidad y Colombia Humana) propusieron que el abono fusionado de “los cuatro programas sociales de transferencias monetarias (diferentes al de la devolución del IVA) que en la actualidad se vienen ejecutando” sería de $320.000 para hogares de un solo integrante, $360.000 si son dos, $400.000 si son tres, $440.000 con cuatro y $480.000 con cinco o más.
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Debate
Precisamente para buscar una fórmula que acerque las posiciones, el jueves pasado se creó una subcomisión integrada por los senadores Marulanda y Araújo, así como por Emma Claudia Castellanos (Cambio Radical), Andrés Cristo (Partido Liberal), Germán Hoyos (La U), Efraín Cepeda (Partido Conservador), Gustavo Bolívar (Lista de la Decencia) y Édgar Palacio (Colombia Justa Libres).
Marulanda celebró la acogida de este “escenario de construcción de un consenso con el Gobierno y la propuesta del senador Araújo de reunirse con el Ministerio de Hacienda y analizar ambas propuestas de Renta Básica e Ingreso Solidario y lleguemos a un acuerdo”.
Para Marulanda, “esta es una respuesta que le da el Estado, el Gobierno y el Congreso a la situación de extrema pobreza que vive el país, porque está en juego la vida de muchos colombianos que viven en estas condiciones, cerca de 6,5 millones de hogares colombianos que están en pobreza”.
Por su parte, el senador Araújo, quien propuso la idea de la subcomisión, dijo que se trata de un “reconocimiento para buscar y abrir la puerta al consenso, a pesar de la confrontación ideológica que nos separa. Este espacio con el Gobierno nacional es para buscar fuentes de recursos y es mejor discutirla con todos con profundidad, pues es apremiante encontrar esas fuentes, porque no se puede acabar, por ejemplo, el Ingreso Solidario el 30 de junio”.
Al respecto, la senadora Castellanos propuso que se “unifiquen las dos propuestas para llegar a consensos en lo fundamental. En vez de tomar dos caminos, trabajemos en uno, que responda a las necesidades del país. Reitero en que la atención social de la población con hambre y en condición de pobreza requiere de una verdadera planificación de la política social del país, que implique conectar las transferencias a la inclusión productiva, al emprendimiento y a la inclusión financiera, para así, lograr un verdadero cierre de brechas en las oportunidades”.
Bolívar consideró que es un motivo de celebración “que estemos llegando por fin a un acuerdo y la concientización de nosotros, para que la clase política vuelque su mirada al pueblo que hoy se está manifestando. Proyectos como la Renta Básica son soluciones de fondo, no paños de agua tibia. Eso sí, que esto no se vuelva permanente porque se convierte en un daño a largo plazo, como está sucediendo en Estados Unidos, donde las empresas salen a buscar empleados porque los cheques del Gobierno son muy atractivos”.
En su intervención, el senador Hoyos indicó que “este mensaje se convierte en un bálsamo para todo el país. Es una muestra de coherencia y de respeto, donde priman los argumentos por encima de las ideologías políticas. Es un triunfo de la Comisión Tercera donde hay que destacar la unión y el ánimo constructivo”.
Propuestas
Como lo ha publicado EL NUEVO SIGLO, han sido varias las iniciativas impulsadas desde el año pasado para establecer en forma permanente un programa de transferencias monetarias, tema que incluso hizo parte del malogrado proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible, con el cual el Gobierno buscaba consolidar una infraestructura de equidad fiscalmente sostenible para fortalecer la política de erradicación de la pobreza, a través de la redefinición de la regla fiscal, el fortalecimiento y focalización del gasto social y la redistribución de cargas tributarias y ambientales con criterios de solidaridad y que permitan atender los efectos generados por la pandemia.