¿Cómo se podría desmantelar el ‘Clan del Golfo'? | El Nuevo Siglo
Alias ‘Otoniel’, excabecilla del ‘Clan del Golfo’, fue extraditado a Estados Unidos por cargos de narcotráfico.
Cortesía Fuerzas Militares
Sábado, 7 de Mayo de 2022
Redacción Política

Si bien desde el mismo momento en que se capturó, en octubre pasado, a Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, el considerado máximo jefe del ‘Clan del Golfo’ y principal capo del narcotráfico en este siglo, se sabía que ese grupo armado ilegal podría lanzar una racha de ataques como retaliación por su inminente extradición -la cual se concretó el miércoles pasado-, la escalada terrorista desatada desde el jueves pasado sorprendió al país y abrió un debate sobre cuál es el verdadero potencial de esa facción criminal, que se pensaba estaba debilitada e incluso atomizada por la seguidilla de capturas o abatimiento de sus máximos cabecillas, lugartenientes e integrantes de base en los últimos años.

Al cierre del viernes, el balance de la oleada terrorista según el ministro del Interior, Daniel Palacios, era de “más 113 hechos entre el día ayer (jueves) y hoy (viernes), son más de 100 vehículos y motocicletas que han resultado con afectaciones por parte de grupos criminales”.

Tras la captura de ‘Otoniel’, tanto el presidente Iván Duque como el ministro de Defensa, Diego Molano, así como la cúpula policial y militar coincidieron en que el ‘Clan del Golfo’ estaba rumbo a la extinción por los sucesivos golpes a sus jefes, mandos medios y personal de bajo rango, así como por las incautaciones de grandes cargamentos de droga y el decomiso de billonarias propiedades. 

Los golpes

De acuerdo con el Ministerio de Defensa, en los últimos años el Estado ha logrado afectar a ese grupo armado mediante contundentes golpes. En 2021 además de la captura de alias ‘Otoniel’, otros cabecillas que sufrieron la acción oficial fueron alias ‘Dimax’, quien fue capturado, y alias ‘Marihuano’, quien fue abatido.

Después de que alias ‘Otoniel’ cayera en manos de las autoridades, más de un centenar de integrantes del ‘Clan del Golfo’ han sido capturados. De igual forma se han extinguido bienes en manos de esa organización por más de $6 billones.

En tanto que inteligencia militar estima que el ‘Clan del Golfo’ tiene 1.284 hombres en armas y 1.972 en redes de apoyo.

Sin embargo, el accionar del ‘Clan del Golfo’ este año ha sido particularmente violento. Por ejemplo, atacó a la Fuerza Pública en Frontino (Antioquia) dejando seis militares asesinados el pasado 20 de abril… Ya antes, en otros “paros armados” se le había acusado no solo de atacar al transporte e imponer ‘toques de queda’ en algunas regiones, sino incluso de impulsar un ‘plan pistola’ contra efectivos de la Policía.

Tras esta nueva escalada del jueves y viernes, el Gobierno lanzó un plan de choque contra esta organización, entre otras medidas como la creación de un bloque de búsqueda contra sus cabecillas.

Sin embargo, desde varios sectores del país se puso en duda la tesis gubernamental en torno a que el ‘Clan del Golfo’ está debilitado y, por el contrario, se indicó que lo ocurrido tras la extradición de ‘Otoniel’ evidencia que es una amenaza más grave de lo que se pensaba para la seguridad y el orden público. 



¿Qué está pasando? 

EL NUEVO SIGLO consultó a varios expertos en materia de seguridad y orden público para vislumbrar qué es lo que pasa con esta facción armada.

“No hay que llamarse a engaños: el ‘Clan del Golfo’ es un ejército armado de una organización de delincuencia común organizada… No actúa como guerrilla ni grupo paramilitar… No tiene estructura militar vertical, no aplica un régimen campamentario en la selva, sus integrantes no andan uniformados, no tienen móviles políticos ni tampoco antisubversivos, ya que atacan a todo actor, sea guerrilla, Fuerza Pública u otra banda, que afecte sus operaciones de narcotráfico, minería ilegal, contrabando de armas y otros delitos… Incluso muchas de sus estructuras departamentales y locales son bandas de delincuencia común típica que no tienen ningún sentido de pertenencia ni fidelidad con la cúpula…”, le explicó a este Diario un experto que ha estudiado el modus operandi de las bandas criminales de alto espectro en Colombia.

Agregó que “… La captura de ‘Otoniel’ sí golpeó al Clan, pero no en la forma drástica en que se cree… En realidad ‘Otoniel’ llevaba más de tres años escondido selva adentro, incomunicado y sin mayor poder de mando sobre la organización… Tanto en su caso como en el de otras bajas hubo relevos rápidos en la cúpula, como es propio de una estructura mafiosa… Sí hay un debilitamiento de los mandos tradicionales, fisuras, y algunos carteles y grupos regionales ya trabajan por cuenta propia, pero la dimensión de la ola terrorista de esta semana, en varios departamentos, evidencia un nivel de coordinación supradepartamental que debe preocupar a las autoridades”.

Por su parte Carlos Augusto Chacón, magíster en Seguridad y Defensa Nacional, consideró que “la estrategia de los objetivos de alto valor estratégico está demostrando que capturar a los cabecillas no es suficiente. Aquí es fundamental entender que estamos ante un resurgimiento y una consolidación de redes criminales”.

Agregó que para poder afectarlas de forma contundente hay que “atacar toda la cadena de valor y suministro y toda la estructura operativa de esas organizaciones criminales”. Enfatizó Chacón que “capturar a los cabecillas no es suficiente”.

Las autoridades dicen que el mando del ‘Clan del Golfo’ lo ha tomado alias ‘Chiquito Malo’, frente a lo cual Chacón señaló que “siempre va a haber reemplazos a la cabeza de una organización de estas. Aquí precisamente es fortalecer los mecanismos para combatir estas estructuras, pero también para judicializarlas, para hacer toda la intervención en lo que tiene que ver con las finanzas criminales, con las rentas ilícitas y, por supuesto, retomar la iniciativa estratégica para quitarles el control territorial que tienen”.

Por su parte, Néstor Rosanía, director ejecutivo del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, dijo que “estas organizaciones ya no operan de una forma piramidal jerárquica, como en su momento eran las Farc o las mismas autodefensas, sino que estas ya son estructuras descentralizadas. Quiere decir que no dependen de un único mando”. 

Agregó el experto que la situación que se presenta con el ‘Clan del Golfo’ y otras organizaciones delincuenciales “demuestra el error que tenemos en términos de seguridad y defensa. Es que las Fuerzas Militares y el Gobierno todavía piensan que están luchando con las Farc del 98, y las estrategias y los planes de guerra, y de campaña los elaboran así”.