Sería necesario hacer reformas locativas modificando el Salón Elíptico, tomándose pasillos para construir oficinas e, incluso, arrendando edificaciones cercanas. El problema se agudizaría si reviven circunscripciones de paz
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Las nuevas curules con que contará el Congreso de la República que será elegido el próximo mes de marzo y será instalado el próximo 20 de julio, tiene pensando a las direcciones administrativas del Senado y la Cámara porque no hay suficiente espacio físico en las comisiones, en las plenarias ni mucho menos en las oficinas y parqueaderos.
El Parlamento cuenta en la actualidad con 268 escaños: 102 curules en el Senado de la República por circunscripción nacional y 166 escaños en la Cámara de Representantes, que son repartidos entre los 32 departamentos y Bogotá de manera proporcional atendiendo al número de su población.
No obstante ya es seguro que el próximo Congreso de la República tendrá 280 curules como consecuencia de la Reforma de Equilibrio de Poderes y el acuerdo de paz que suscribió la administración Santos con las Farc.
Equilibrio de Poderes estableció dos curules más a partir de 2018, una en la Cámara y la otra en el Senado, para la fórmula a la presidencia que ocupe el segundo lugar en las elecciones.
En tanto que producto de la implementación del acuerdo de paz en materia de participación política las Farc tienen garantizadas 10 curules en el Parlamento de 2018 y 2022, cinco en el Senado y cinco en la Cámara, en caso de que en las urnas no logren escaños.
Es decir que tanto la Cámara de Representantes como el Senado de la República se verán en la necesidad de generar espacios cada uno a seis nuevos parlamentarios en las comisiones constitucionales, en las plenarias, en las oficinas y parqueaderos.
No obstante el problema podría ser mayor para la Cámara de Representantes de llegarse a habilitar 16 curules más en la Cámara por la circunscripción especial de paz, que serían para las víctimas del conflicto armado.
Como se sabe el proyecto de reforma constitucional que creaba las circunscripciones especiales de paz se hundió en diciembre pasado, cuando no alcanzó los 52 votos necesarios para obtener la mayoría en el Senado la conciliación.
No obstante el Gobierno insiste que esta iniciativa fue aprobada con los 50 votos a favor que obtuvo, pues según su interpretación para la conformación del quórum no se deben contar tres congresistas que están hoy en la cárcel investigados por diferentes delitos, quienes no han sido remplazados debido a la figura de la silla vacía.
El Gobierno presentó ante el Consejo de Estado una demanda contra el anuncio que hizo el presidente del Congreso, senador Efraín Cepeda, declarando que el proyecto de las 16 circunscripciones no había alcanzado los 52 votos necesarios para ser aprobado.
Por el momento hay que esperar este fallo, aunque la Registraduría ha advertido que en caso de que revivieran las circunscripciones especiales de paz, se tendrían que hacer elecciones atípicas porque ya no se alcanzaría en los comicios parlamentarios del 11 de marzo próximo.
El registrador Juan Carlos Galindo Vácha le dijo a EL NUEVO SIGLO el pasado domingo sobre las circunscripciones especiales de paz que “ya no hay tiempo. En primer lugar porque a este momento no tenemos un fallo que ordene el trámite legislativo para culminar con una norma jurídica. No hay norma jurídica que las avale y tampoco tenemos presupuesto, tendríamos que ir al Ministerio de Hacienda a buscar los recursos necesarios y adelantar toda la preparación de un proceso electoral, un proceso adicionado que no le corresponde a los procesos ordinarios, y es la determinación de puestos de votación, nuevos puestos de votación, lo que implica un trabajo logístico de los registradores, desplazamiento a zonas y definición de esos lugares… Luego en dos meses es imposible que nosotros podamos organizar ese proceso de las circunscripciones especiales para la paz”.
También cabe la posibilidad de que si el Consejo de Estado le da la razón al Congreso que las 16 curules de paz están hundidas, el Gobierno insista el próximo 20 de julio en presentar esta reforma constitucional y finalmente sean aprobadas.
En ese sentido esas 16 curules siguen rondando y en caso de que más adelante se materialicen, se convertirían en un verdadero dolor de cabeza para la Cámara de Representantes que, entonces, con éstas tendría que buscar espacio para 22 nuevos parlamentarios.
EL NUEVO SIGLO conoció que en la Cámara de Representantes están haciendo gestiones por el tema de las nuevas curules, pero están muy preocupados porque no hay espacio.
En este sentido uno de los problemas es que se necesitan recursos para las adecuaciones locativas, el Gobierno ha dicho que tiene lista la plata, pero así exista no hay donde meter hipotéticamente 22 curules.
La Cámara está en capacidad con grandes esfuerzos de habilitar espacios solo para unos cinco parlamentarios, rebuscándose oficinas, quitándole a los que tienen más de una, tomándose pasillos, entre otras.
En el caso de parqueaderos hay 260 en la actualidad, existiendo déficit de 8 parqueaderos, por lo que el problema se agudizará con los nuevos parlamentarios.
Una solución que se ha pensado es contratar unas oficinas cerca al Congreso, pero ahí el problema es que seguramente nadie se querría ir fuera de las instalaciones del Parlamento y si son asignados a dedo, pues es de esperarse que los ‘afectados’ con la medida interpondrían tutelas alegando el derecho a la igualdad. En se sentido se ha pensado que incluso tocaría recurrir a un sorteo, algo por supuesto exótico en el Legislativo.