LA ASOCIACIÓN Nacional de Industriales (ANDI) presentó el balance económico de 2024 y las perspectivas para el nuevo año, donde resalta que urge retomar la agenda de desarrollo de largo plazo.
En un principio, Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, reconoce que, aunque el año termina con una leve recuperación, el cual la califica de positiva, considera que el país sigue muy por debajo del potencial y que el mayor logro fue controlar la inflación a niveles del 5%.
Por otro lado, subraya que la mayor preocupación está en el tema fiscal, con un déficit alto, el gasto desbordado, baja ejecución, un presupuesto que no responde a la realidad económica, una deuda en ascenso y el riesgo latente de no cumplir con la regla fiscal.
Sobre el salario mínimo explicó que en el agregado alcanzó un crecimiento por decreto del 11%, este aumento traerá una presión adicional de $2,5 billones adicionales al déficit fiscal, además expresó su preocupación por el efecto que tendrá en la informalidad laboral, el empleo, la inflación y las finanzas públicas.
“Se espera que la inflación del 2024 sea aproximadamente del 5% y la meta del 2025 sea del 5% estamos hablando de un aumento que supera el 120% la inflación este año y el 266% la inflación del año entrante”, señaló el líder gremial.
Los retos para Colombia
Según se indica en el documento publicado por la ANDI, “el 2024 también fue de grandes retos para Colombia. Una de las consecuencias es la pérdida de confianza, baja dinámica de la inversión y una deuda pública tiene que asumir mayores costos, lo que afecta negativamente las finanzas públicas por causas atribuibles a la equivocada estrategia de crear incertidumbre del gobierno. Hace unos años los costos de la deuda colombiana eran de los menores de la región, hoy están entre los más altos”.
Acerca de las finanzas públicas Mac Master planteó los siguientes interrogantes: ¿está el gobierno construyendo el presupuesto reconociendo las limitaciones de recursos que tienen la economía?, ¿cumpliremos la regla fiscal en 2024 y 2025?, ¿cuál es el tamaño del Estado que soporta Colombia?, ¿cómo se implementará la reforma del Sistema General de Participaciones?
Luego aseguró que es indispensable retomar la sostenibilidad fiscal como objetivo principal de la política pública; especialmente buscando la ampliación de la base de contribuyentes y la eficiencia y austeridad en el gasto, tema sobre el cual hay muchos interrogantes.
También sustenta que “en materia de crecimiento para Colombia, el 2024 fue de moderada recuperación: pasamos de una tasa del 0,6% en 2023 a un crecimiento que en 2024 probablemente termine alrededor del 1,9%”. Lo cual califica de positivo.
Pero agrega que esa tasa de crecimiento resulta insuficiente porque no produce riqueza ni desarrollo. Además, no se logra impactar en todos los sectores económicos; la inversión sigue rezagada y se pierde la posición de liderazgo del país entre las economías emergentes y en la región.
Los sectores que más se movieron
De acuerdo con el documento en 2024 los sectores más dinámicos fueron entretenimiento, agropecuario y Administración pública. Al mismo tiempo llama la atención de que el sector de servicios tiene poca información desagregada y es importante que el país conozca a profundidad nuevas actividades que se están desarrollando, que se desagreguen, que identifiquemos las exportaciones y la contribución del sector a la balanza comercial y el empleo generado.
Por el contrario, la ANDI advierte que el año pasado, continuaron en terreno negativo la minería, la industria y las telecomunicaciones. Y resalta que el sector minero-energético que durante años fue gran motor de la economía, se ha rezagado con grandes efectos en menores recaudos, un menor flujo de divisas y un serio impacto sobre el suministro y seguridad en materia energética. Por eso aconseja que es urgente que Colombia reasuma su estrategia de abastecimiento energético confiable y competitivo.
En el terreno de la construcción se destaca que empieza a mostrar tasas positivas tras dos años críticos, todo explicado fundamentalmente por infraestructura, dentro de la cual la obra más representativa es el Metro de Bogotá, seguida por los sistemas de transporte masivo. Por otro lado, “la edificación de vivienda, se mantiene con caídas de dos dígitos en licencias, iniciación de obras y los insumos para esta actividad también se ven impactados. Las perspectivas de este sector son preocupantes, teniendo en cuenta que toda la cadena industrial se ve afectada y enfrentando el inexplicable anuncio del Gobierno que suspende los subsidios para “Mi casa ya”.
Mac Master recordó que la industria lleva 24 meses consecutivos con tasas negativas en producción y ventas y que se requiere de una política de reindustrialización que anunció el Gobierno no ejecutada a hoy. “Si bien se generaron algunos puestos de trabajo, la creación de empleo se ha desacelerado y la tasa de informalidad lleva a que 6 de cada 10 trabajadores colombianos estén en la informalidad”, enmarca el dirigente gremial.
Así mismo, aseguró que “la mayor preocupación desde la demanda está en la inversión productiva, la cual registró tasas negativas durante cinco trimestres consecutivos y solamente en los últimos meses empieza a revertirse. La productividad de la economía y del trabajo solo se aumentan con significativos crecimientos en la inversión”.
Diferencias políticas
El gremio señala que “la forma como el Gobierno ha tramitado las reformas legislativas ha sido fuente de inmensa incertidumbre y zozobra. Maximalistas, desproporcionadas, no planificadas, sin evaluación de impacto, con costos desconocidos para el Estado, los ciudadanos y las empresas”.
Y añade que “las reformas basadas en la idea de aumentar la presencia del Estado en la economía, de cambiar radicalmente los sistemas construidos, donde los análisis técnicos no son válidos porque son una representación pseudocientífica del neoliberalismo. Esto acaba cualquier posibilidad de tomar decisiones basadas en análisis profundos. Reformas tramitadas en el Congreso sin debate real por parte de la maquinaria clientelista, con fuertes rumores de corrupción. Esto ha conducido a que en este momento una muy buena parte de la economía haya estado casi tres años frente a inmensa incertidumbre tributaria, fiscal, energética, de salud, de inversión, laboral y hasta política”.
El presidente de la ANDI agrega que “más allá de las diferencias políticas de corto plazo es indispensable retomar una ambiciosa estrategia de mediano y largo plazo que vaya más allá de una reactivación, que piense en el desarrollo del país y nos dé una visión de futuro trascendiendo los gobiernos y que realmente nos inserte en la economía global”.
Y sugiere que es tiempo de dinamizar las agendas de largo plazo, el desarrollo requiere de trabajar con visión. “En este nuevo escenario, Colombia debe explorar una estrategia que le permita posicionarse mejor en el nuevo mundo comercial. La competitividad debe ser parte de nuestra agenda, también lo debe ser una estrategia de crecimiento de largo plazo y evaluar reformas estructurales que realmente resuelvan los problemas del país y nos proyecten al futuro”.
Sobre la preocupación que genera la reforma a la salud indica que es de vital importancia estabilizar la operación corriente del sistema y garantizar los recursos necesarios para cubrir los gastos en salud de los colombianos, pues ninguna cadena de prestación de servicios y proveeduría de tecnologías en salud puede operar bajo una situación de déficit recurrente.