El Gobierno Nacional, presentó el Acuerdo Nacional sobre el cual se establecen dos condiciones importantes, erradicar la violencia política y el respeto a las reglas y al calendario electoral. El Ministro del Interior Juan Fernando Cristo realizó la presentación de esta iniciativa, en la que señaló que el Gobierno Nacional viene trabajando desde hace varios meses.
Al referirse sobre este punto, el Ministro Cristo señaló que se trata de establecer una propuesta que debe llegar a todos los mínimos de la sociedad, sus ejes fundamentales son: Acuerdo mínimo contra la violencia y la democracia; Seguridad y erradicación de la violencia en el ejercicio de la política; Respeto a las reglas y el calendario electoral; Transformación territorial en las zonas más golpeadas por el conflicto; Crecimiento económico y compromiso con la deliberación argumentada y el trámite en el congreso de las reformas sociales.
Luego, el funcionario puntualizó que “Un acuerdo nacional no es para llegar a consensos sobre todo, eso sería inviable, sería imposible. Un acuerdo nacional tampoco se puede hacer, como los conocíamos nosotros cuando crecimos hace 30 años, los grandes pactos de expresidentes en el Palacio de Nariño, con los jefes de los partidos y eso ya está mandado a recoger”.
De la misma manera, el ministro de gobierno señaló que “El acuerdo nacional se construye todos los días, este Gobierno ha venido todos los días construyendo un acuerdo que a veces es imperceptible frente a la gente por los destellos del momento de las confrontaciones verbales. Nosotros hemos dicho, hay que hacer un acuerdo nacional más allá de la agenda legislativa, no se trata de ponernos de acuerdo en que hay que aprobar. Lo decía Humberto de la Calle sobre esta reforma o la otra. Es un acuerdo nacional contra la violencia y en defensa de la democracia de este país”.
Proceso electoral y grupos armados
Posteriormente, Juan Fernando Cristo agregó que “Este acuerdo contiene cinco ejes: El primero de ellos que nosotros consideramos y Fernando Carrillo lo dijo muy bien es que en el Gobierno Nacional estamos preocupados por las elecciones del 2026. Por la interferencia de grupos armados; rechazar el ejercicio de la violencia mezclado con la política y que todos los partidos y el Gobierno nos comprometamos a rechazar vínculos con grupos ilegales pretendan intervenir en las elecciones, de la misma forma desescalar la violencia política física y verbal pero sobre todo, bajar el tono a la confrontación verbal. Porque si seguimos en esta espiral vamos a llegar a un 2026 muy complicado”.
En lo que hace referencia al proceso electoral el ministro manifestó que “Pongamos de acuerdo todos en reiterar con toda claridad lo que dijo acá el Registrador Nacional, aquí no va a haber ningún cambio de reglas de juego, aquí el calendario electoral en Colombia es sagrado. Pero hay una realidad que nosotros no podemos desconocer, hay más de 200 municipios en Colombia afectados por el conflicto; viven 8 millones de compatriotas que tienen aún la esperanza, tienen miedo ahora con la inseguridad, pero tienen la esperanza de la Implementación del Acuerdo de Paz. Un acuerdo de verdad, no con los acuerdos que hemos tenido en los últimos 30 años de todos la sociedad que no es de izquierda, ni de derecha, ni de centro; de que el Estado colombiano y la sociedad nos vamos a volcar a transformar esa realidad territorial”.
De la misma manera, el jefe de la cartera del Interior sostuvo que “Si no transformamos esa realidad territorial el conflicto va a seguir y no hay negociación de paz que valga ni ofensiva militar que valga. Además, sobre este acuerdo es importante decir que el tema de una economía sana, debe ser una economía que garantice igualdad. Finalmente, la agenda legislativa, no es la agenda legislativa y en eso estoy de acuerdo con De la Calle, para que haya un consenso sobre la agenda debe haber diferencia en el disenso que es el ser de la democracia, que debe ser discutido civilizadamente. Tal vez hay temas que pasan desapercibidos en medio de las vorágine de noticias del país, la mesa técnica que instalamos esta semana en el sector salud es inédita y es novedosa en la discusión legislativa en Colombia”.
Las bases del Acuerdo son las siguientes:
1. Seguridad y Erradicación de la violencia del ejercicio de la política
Se debe promover desde el ejemplo la recuperación de los valores democráticos, desescalar el lenguaje en el debate y la deliberación política, erradicar la estigmatización y respetar la diferencia y el disenso en todos los escenarios; acordar medidas efectivas para promover una mejor respuesta del Estado a la protección de la vida de los líderes políticos y sociales y de las personas firmantes de paz. Asimismo, se acuerda promover y acompañar la búsqueda de un pacto político nacional que tenga como fin la reconciliación nacional y la convivencia pacífica que aún anhela Colombia.
Debe haber un compromiso de las partes con rechazar la violencia en la política, la interferencia de cualquier grupo armado en los procesos electorales y excluir de partidos y movimientos políticos a candidatos con vínculos con grupos ilegales. El Estado debe cumplir con su obligación constitucional de avanzar en la recuperación del control territorial, ejerciendo su autoridad legítima en contra de los grupos armados ilegales que persisten en el uso de la violencia, así como promover la construcción de una estrategia para desmantelar las organizaciones criminales que actúan en el territorio en contra de nuestra fuerza pública y de la población civil.
2. Respeto a las reglas electorales y al calendario electoral
Se plantea la necesidad de garantizar la estabilidad de las reglas democráticas a corto, mediano y largo plazo, abarcando los niveles nacional, regional y local. Se enfatiza que no se promoverá la reelección ni la alteración de los periodos de los mandatarios electos en la rama ejecutiva. En el contexto del Acuerdo Nacional, se busca estudiar y construir consensos para reformar el sistema político y electoral, con el objetivo de hacerlo más eficiente y transparente. Esto incluye fortalecer a los partidos políticos y mejorar el sistema de financiación de campañas.
3. Transformación territorial de los municipios más afectados por el conflicto.
Es fundamental impulsar la transformación de las 16 regiones donde se implementan los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). A pesar de las diferencias políticas en torno al Acuerdo de Paz de 2016, se busca colaborar con alcaldes, gobernadores y comunidades, así como con el sector privado y la comunidad internacional, para mejorar las condiciones de vida y seguridad de 6.6 millones de habitantes en 170 municipios afectados por la violencia y la pobreza. La intervención integral en estos territorios es crucial para evitar el reciclaje de violencias en las zonas PDET y en las regiones históricamente impactadas por el conflicto. Esta transformación debe ser una prioridad tanto para el Estado como para la sociedad, independientemente del gobierno actual. Se reconoce que los PDET son un instrumento clave para estabilizar y transformar áreas vulnerables, abordando causas estructurales de la violencia y promoviendo el desarrollo rural necesario para estas comunidades
4. Crecimiento económico con equidad – Transformación de la economía
Se debe transitar de una economía con alta desigualdad y desempleo, hacia una economía productiva, incluyente y equitativa que proteja y conserve la naturaleza y cuya competitividad esté basada en la educación, el talento, la tecnología y la conectividad, la transición energética, la estabilidad macroeconómica y el fortalecimiento del Estado Social de Derecho. En ese sentido, planean que se puede avanzar de manera concertada en el impulso al desarrollo rural integral, así como en el fortalecimiento de una agroindustria compatible con el cierre de las brechas de desigualdad y la protección de nuestros recursos naturales. Asimismo, impulsar el fortalecimiento de la industria estratégica con innovación, estándares de competitividad y políticas de crédito y fomento a sectores estratégicos como el agropecuario, el industrial y el turismo para jalonar la economía y el empleo.
5. Compromiso con la deliberación argumentada y el trámite en el Congreso de las reformas sociales.
Es esencial reconocer la necesidad de avanzar con apremio en las reformas sociales que mejoren el bienestar de los colombianos y las condiciones para consolidar la paz. Por esta razón, acuerdan trabajar con todos los partidos políticos representados en el Congreso, la discusión de un grupo prioritario de proyectos que hacen parte de la actual agenda legislativa, y de esta manera dar trámite para su aprobación, en el marco del respeto a la oposición, de la deliberación argumentativa, de la búsqueda constructiva de consensos y del dialogo respetuoso.
“El Acuerdo Nacional va más allá de los trámites legislativos. Es un compromiso con la institucionalidad, con el reconocimiento a las realidades territoriales, con el respeto a los disensos y a las construcciones civilizadas. Si no nos hemos podido poner de acuerdo sobre los máximos, pongámonos de acuerdo sobre los mínimos”, anotó el Ministro Cristo en su presentación del Acuerdo.