La mayoría de colombianos se pregunta cómo es posible que en cerca de 150 municipios en 10 departamentos la población se viera afectada en su movilidad, así como el comercio y transporte gravemente restringido, por el paro que ejecutó el ‘Clan del Golfo’. El presidente Duque había señalado que la captura de ‘Otoniel’ marcaba el final de este grupo; sin embargo, expertos consideran que la realidad es otra y que hay que cambiar de estrategia para combatirlo.

En octubre pasado, en operación conjunta de la Policía Nacional, Ejército y Fuerza Aérea, fue capturado Dairo Antonio Úsuga David, más conocido como alias 'Otoniel', entonces máximo jefe del ‘Clan del Golfo’ y que bajo su manos se convirtió en el grupo armado ilegal más peligroso en el país, tras la desmovilización de las Farc, con más de cuatro mil hombres nutriéndose del narcotráfico, extorsión y minería criminal, entre otros.

El presidente Duque dijo en esa oportunidad que la caída de ‘Otoniel’ “es el golpe más significativo que se le ha dado al narcotráfico en este siglo". Así mismo precisó que esta captura “marca el final del Clan del Golfo”.

Sin embargo, el lugar de ‘Otoniel’ en esta organización fue rápidamente ocupado, según las autoridades, por Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias ‘Chiquito Malo’, y Wilmer Antonio Quiroz, alias ‘Siopas’.

El Gobierno está ofreciendo $5 mil millones por información que conduzca a la captura de estos sujetos, a quienes los hace responsables de ordenar el paro armado del ‘Clan del Golfo’, desde el jueves pasado hasta ayer, como retaliación por la extradición de alias ‘Otoniel’ a Estados Unidos para responder por cargos de narcotráfico.

La estrategia

Desde el 2015 el Estado desarrolla una estrategia específica contra el ‘Clan del Golfo’ para desmantelarlo. La inició la administración Santos, a la cual se le dio continuidad.

La estrategia es básicamente de tipo militar y se desarrolla por parte de la Fuerza Pública en las principales regiones en donde opera este grupo de narcotraficantes, logrando en estos siete años importantes resultados como la muerte de los cabecillas alias ‘Gavilán’ y alias ‘Inglaterra’, a los que se suma el objetivo más importante como es alias ‘Otoniel’.

También han sido capturados más de tres mil integrantes y afectados con extinción de dominio billonarios recursos de esta organización. Sin embargo, el ‘Clan del Golfo’ sigue vivo y antes por el contrario pareciera retar al Estado con el paro que acaba de llevar a cabo.

EL NUEVO SIGLO consultó la opinión de expertos sobre qué habría que ajustar en la estrategia para desarticular el Clan del Golfo.

Óscar Palma, docente de la Universidad del Rosario, donde fue director del Observatorio de Armas y Drogas Ilícitas, indicó que “es evidente que el grupo está activo, no está desaparecido, no se ha debilitado significativamente como se creía, existe todavía una capacidad de fuerza, existe una capacidad de presión. Y entonces no podríamos decir que hay un éxito absoluto de las estrategias”. 

Añadió que "se necesita a largo plazo una presencia muy clara de todas las instituciones del Estado, no solamente en los cascos urbanos sino en las zonas rurales. Y esto no es solamente fuerza militar, no es solamente llevar al Ejército, llevar a la Policía. Tiene que ver con la construcción de economías lícitas en muchas de estas regiones”.

Agregó Palma que por eso no es una estrategia que pueda ser cortoplacista, es una respuesta costosa, “pero desde hace mucho tiempo tenemos esa tarea pendiente, y si no se hace realmente vamos a ver que las estructuras criminales van a estar allí y se van a reproducir, van a cambiar, van a mutar, se van a adaptar, pero seguirán en el terreno”.

Una estructura

Mientras que Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), dijo a este Diario que “hay que tener en cuenta que este grupo viene desde la herencia de los Castaño, de las AUC, que tiene 17 años de haberse conformado desde la desmovilización de los paramilitares”. 

Agregó que lo primero que tiene que realizarse para combatir este grupo delincuencial “es hacer un verdadero diagnóstico de lo que es una estructura macrocriminal, pues si se tiene la idea de que se trata de un grupo armado en extinción, por supuesto que las estrategias van a ser equivocadas”.

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Añadió González que hay que reconocer también que es una estructura que tiene muchos hilos “en la política, en el lavado de activos, en empresarios corruptos, agentes del Estado cómplices. Se trata de una telaraña que tiene que ser descifrada porque si no se va a seguir en la idea de objetivos de alto valor y de extraditar cabecillas”.

Consideró que como no se ha desbaratado la estructura básica del Clan y conserva sus fuentes económicas ilícitas, “entonces por supuesto se reproduce, es decir, un jefe lo reemplazan dos, como está pasando en este momento”.

Agregó que si es así, la estrategia tiene que ser más sofisticada para lograr un verdadero desmantelamiento de este GAO, que incluya una política de tipo judicial especial, por ejemplo, una solución negociada de beneficios penales a cambio de la desarticulación de estructuras criminales.

“Y lo otro, una acción orientada a los máximos beneficiarios económicos y políticos de la existencia de ese grupo narcoparamilitar”, concluyó.

En tanto que Daniel Mauricio Rico, director de C-Análisis: Criminología Aplicada, dijo a este periódico que “hay varios objetivos frente a la seguridad en las regiones en las que el ‘Clan del Golfo’ tiene presencia. El objetivo de descabezar cabecillas, tenerlos en las cárceles y mandarlos extraditados no mejora las condiciones de control territorial y es un error haberlo visto de esta manera”.

Alternativas

Consideró que ‘Otoniel’ debió ser instrumentalizado como un elemento mediador, como se ha hecho con el Eln, como se hizo en su momento con las Farc, frente a estas estructuras y organizaciones, de “manera que las condiciones de seguridad para las comunidades pudieran manejarse de una mejor manera”.

Lo segundo, dijo, es que se debe tener una aproximación “realista y es que esto es algo gradual, el ‘Clan del Golfo’ es la principal estructura criminal en América Latina, muy por encima de otros carteles de México, de Brasil, porque no solamente tiene una gran capacidad de riqueza y generación del narcotráfico sino un gran control territorial, una estructura política también y una estructura sobre todo de respaldo social” en territorios donde establece su propia justicia, la economía y las oportunidades.

Por ello, Rico consideró que se debería tener “una lógica de gradualidad, donde lo primero es reducir los niveles de violencia y confrontación directa. Lo segundo es aproximarse en un proceso de lucha contra la corrupción, entender cuáles son los aliados estratégicos del ‘Clan del Golfo’ en la policía, en las entidades del Estado, en la contratación pública, en las alcaldías, etcétera. Este es un capítulo que no se ha abierto”. 

Y en tercer lugar, “entender que sin una estrategia de reducción de las economías ilícitas en ese territorio, y hablo de extinción de dominio, lucha contra la minería ilegal, corrupción, pero además de eso apuestas ilegales, gota a gota, microtráfico, etcétera, no tiene ningún sentido seguir desbaratando la estructura desde arriba porque se recupera y se restablece fácilmente”.

Fortalecen campaña militar y policial

El presidente Duque anunció ayer la reactivación y el fortalecimiento de la campaña militar y policial “Cóndor”, la cual se rediseñó con el objetivo de someter a la justicia a quienes aún hacen parte de los reductos del ‘Clan del Golfo’.

“Desde la captura de (Dairo Antonio Úsuga) ‘Otoniel’, hemos emprendido un trabajo que refuerza lo que era la Campaña Militar y Policial ‘Agamenón’, para convertirla en la Campaña Militar y Policial ‘Cóndor’. Esta nueva campaña, que se lanzó desde finales del año pasado, es hoy la que nos permite ejercer presencia territorial contra todas las estructuras”, indicó el Jefe de Estado.

El Mandatario añadió que la nueva unidad se fortalece “con el lanzamiento de los bloques de búsqueda contra (los alias) ‘Chiquito Malo’, ‘Siopas’ y ‘Gonzalito’, tres reductos del ‘Clan del Golfo’ que han pretendido retomar control de la organización. Esos tres criminales van a ser enfrentados con este bloque de búsqueda y, por supuesto, dentro de esta campaña militar y policial Cóndor”.

Explicó que la campaña se fortalece con la adición de nuevas estructuras militares y de Policía, que permitirán contar con más de 1.400 efectivos, lo que se traduce en mayor presencia operativa.