Economía saca la cabeza, pese a los vaivenes de la política | El Nuevo Siglo
EL DIRECTOR del DANE, Juan Daniel Oviedo, ha sido protagonista al evidenciar la recuperación de la economía colombiana este año.
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Sábado, 21 de Mayo de 2022
Redacción Economía

Cuando apareció la pandemia en la vida de los colombianos y del mundo e impactó de una forma descomunal en los ingresos y las condiciones sociales de millones de hogares, provocando una de las peores crisis económicas en todos los estratos sociales, en los primeros análisis de los economistas se creyó que Colombia tardaría por lo menos diez años para recuperar el nivel de crecimiento que lucía en 2019.

Sin embargo, y dados los esfuerzos del Gobierno, del Congreso, del aporte de los partidos políticos que se pusieron la camiseta, puede decirse que el país ha logrado revertir el 90% de ese daño social y económico de la pandemia.

Reflejo de esta situación es lo que arrojó el crecimiento del primer trimestre de 2022 con 8,5%, una cifra que no tiene parangón en los últimos años si se considera que ya debe ser comparada con la obtenida en el mismo periodo de 2019, cuando registró un dato de 2,8%.

El tercer país

Con el resultado del primer trimestre, Colombia es ya es el tercer país de la OCDE con mayor PIB entre enero y marzo. Su dato se ubica después del de Portugal (11,9%) y el Reino Unido (8,7%). Al compararse con el referente de prepandemia, cuarto trimestre de 2019, el crecimiento es 7,9% superior.

Puede afirmarse que ese resultado tiene que ver con la gestión que efectivamente hizo el Gobierno y donde se nota el aporte político para la recuperación de la economía. Más de $63 billones en respaldo a los empresarios, en subsidios a las familias, a las personas más desprotegidas, han llevado a ese logro que hoy puede presentar el país.

El empuje

A la visión catastrófica de algunos políticos de la oposición que no estaban de acuerdo con las medidas del Gobierno, el bolsillo de los colombianos de todos los estratos sociales les respondió empujando a la economía vía mayor consumo y mejor uso del crédito, aprovechando la reactivación laboral.

No en vano muchos empresarios se pusieron el overol para mantener sus empresas abiertas y confiaron en que por medio de la política, y aguantando el chaparrón, iban a sobreaguar y salir adelante como efectivamente ahora las cifras lo demuestran.

Esa es la gran enseñanza que el sector empresarial, el de las Mipymes, el de los emprendedores que están generando riqueza, le están dando al sector político que hoy quiere llegar a la Casa de Nariño y relevar por cuatro años a la actual Administración del presidente Iván Duque.

La recuperación se debe, principalmente, a un fuerte repunte de la demanda interna, en parte provocada por el efecto rebote. Sin duda, es una consecuencia positiva del impulso fiscal por parte del Gobierno para enfrentar la pandemia. En contraste, otros países de Latinoamérica que no incrementaron el apoyo fiscal se encuentran en una situación donde el crecimiento del PIB está estancado y no logran recuperarse.

Desde luego que el déficit fiscal del 2021 fue de un 6,2% (frente al 7% proyectado por el Gobierno), pero ya el país goza de un buen momento en su caja con el precio del Brent por encima de los US$110, con lo que se va a reducir ese hueco.

La confianza

Hoy el país tiene retos, como frenar la alta inflación, acortar el déficit fiscal, estabilizar el costo del dinero, pero como bien dijo el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, hay tareas pendientes que vienen producto de la crisis de mercados y del costo de las materias primas.

A pesar de que los altos costos de las materias primas produjeron la escalada de precios, con un golpe a los ingresos de los hogares, la confianza industrial y comercial vienen en franca recuperación, aunque con las previsiones sobre lo que va a suceder con las elecciones presidenciales.

Otro dato que resulta sorprendente es que, pese los vaivenes políticos, los empresarios e inversionistas siguen confiando en Colombia. De acuerdo con el Banco de la República, la inversión extranjera en el país, a marzo de 2022, creció 36,3% en comparación con igual lapso del año pasado. En el tercer mes del año, el total es de US$2.258,1 millones, frente a los US$1.656,7 millones de hace 12 meses.

Solo por petróleo e hidrocarburos, la inversión extranjera fue de US$1.643,3 millones, dato que repunta en casi US$500 millones frente al informado en marzo de 2021.

No en vano la economía ya está muy influida por las elecciones presidenciales, pero también por la escalada de violencia en las zonas rurales, donde los grupos terroristas siguen ensañándose contra la población civil con el secuestro y el asesinato de líderes sociales.  



Continuidad

Sin un claro ganador, los comicios se perciben difíciles de pronosticar. A medida que las elecciones se acercan, y se presentan luchas internas en las coaliciones, la continuidad en materia de política pública puede verse entorpecida y agravada por la creciente polarización.

Si a esto se le suma el riesgo social, con protestas y disturbios, puede decirse que hay varios llamados de atención para que los candidatos en disputa por llegar a la Casa de Nariño tomen nota.

La economía va bien, requiere de ajustes, como lo deben percibir quienes se abrogan desde ya reformas a la explotación minera y petrolera, a las pensiones y pretenden convertir al Estado con caja proteccionista.

En la mira, los presidenciables deben estudiar y contemplar que hoy la economía va por una autopista pero que requiere de reformas indispensables. Se necesitan cambios, pero estos deben ser para darle viento de cola al mayor desarrollo del país.

La tarea del déficit fiscal

En un análisis de ANIF, se destaca que “no importa quién llegue a la Presidencia en los próximos comicios, lo cierto es que el déficit fiscal está muy alto y el futuro mandatario tendrá que poner en marcha por lo menos una reforma tributaria de gran calado. De lo contrario no tendrá recursos para ejecutar su plan de gobierno. Eso es algo que los colombianos no pueden perder de vista”.

Considera el gremio financiero que “Colombia no se ha ajustado en términos de deuda como ya lo han empezado a hacer muchos países después de la pandemia. No hay forma de que el problema fiscal se resuelva exclusivamente desmontando la corrupción”.

Señalan los economistas que “otro de los temas inaplazables es el de la reforma al sistema pensional. Hay que aumentar cobertura, pero sobre todo reducir la inequidad”.