El Gobierno confundió la política de paz total con la política de seguridad: Molano | El Nuevo Siglo
DIEGO MOLANO, exministro de Defensa Nacional. /Foto: archivo El Nuevo Siglo
Jueves, 28 de Noviembre de 2024
Redacción Política

EL EXMINISTRO de Defensa Nacional, Diego Molano, indicó que la política de paz total no ha conseguido los objetivos del Gobierno para el desmantelamiento de los grupos armados ilegales por la vía negociada y, como consecuencia, poder lograr mejorar la seguridad en los territorios.

Agregó que la política de paz total ha adolecido de una política de seguridad, que enfatizó es necesaria para que la Fuerza Pública tenga las directrices adecuadas y pueda emplearse a fondo contra los grupos armados criminales y la delincuencia organizada en las zonas rurales y urbanas, respectivamente.

Añadió el exministro Molano que la confusión del Gobierno nacional con estas políticas ha terminado debilitando a la Fuerza Pública y confundiendo su accionar en el territorio, pues hay acuerdos de cese el fuego con unos grupos armados y con otros no.

Dijo que los grupos armados han aprovechado la paz total para fortalecerse en sus estructuras e incrementar sus actividades delincuenciales.

Puso como ejemplo de esta situación lo que ha ocurrido con el Eln, que mientras que está sentado en la mesa de negociación con el Gobierno, se ha fortalecido militarmente e incrementando sus acciones criminales en el narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal.

Incluso dijo que los ‘elenos’ han aprovechado este escenario para que sus unidades que estaban escondidas en Venezuela regresen a territorio colombiano para seguir delinquiendo.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve la situación de seguridad del país?

DIEGO MOLANO: Colombia enfrenta una situación de escalada de violencia y criminalidad, particularmente porque los grupos armados organizados utilizaron la excusa de la paz total para fortalecer sus capacidades y ampliar su presencia en el territorio nacional con el negocio criminal del narcotráfico, incremento de la extorsión, los secuestros y tienen azotadas a varias regiones de Colombia e, inclusive, han expandido su operación a diferentes territorios que antes ya había sido logrado controlar por parte de la Fuerza Pública.

Hoy, hay una situación angustiante a nivel rural y una delincuencia y criminalidad desbordada, particularmente en las áreas urbanas donde hay grupos multicrimen que controlan y manejan áreas como el caso del Tren de Aragua en Bogotá o como el caso de otras bandas criminales en ciudades como Cúcuta, como Bucaramanga, como Cali y lo que se presenta en Cauca es muy grave.

ENS: ¿Cómo analiza lo que ha pasado con la llamada política de paz total de la Administración Petro?

DM: El Gobierno nacional por tener una política de paz total, no tiene una política de seguridad, se confundió y confundió la política de paz total con la política de seguridad, y por lo tanto debilitó a la Fuerza Pública, disminuyó sus capacidades, su presupuesto y esto ha hecho que ante la expansión de actividad criminal por los grupos armados organizados y por los grupos delincuenciales, la Fuerza Pública no tenga capacidad de respuesta. No hay una política de seguridad.

ENS: Esta confusión en las políticas, ¿qué implica?

DM: La inseguridad se ha desbordado porque falta una política de seguridad diferente a la política de paz total, y básicamente hoy no hay líneas y señales claras para la Fuerza Pública en su actuar porque al haber varios procesos de paz, al haber varias zonas en donde no son claras las reglas que tiene que aplicar la Fuerza Pública porque en algunos casos hay acuerdos para no tener operaciones con el Eln, luego con las Farc, con el Clan del Golfo se supone que sí, eso no da líneas claras de cuál debe ser la actuación de la Fuerza Pública, y por eso esa actuación.

ENS: La Segunda Marquetalia está fraccionada, ¿cómo ve ese hecho?

DM: Después del Acuerdo de Paz las disidencias de las Farc quedaron divididas en dos, una liderada por ‘Iván Mordisco’, que nunca entró al acuerdo y siguió con su expansión y su propósito de desarrollar su actividad criminal y narcotráfico por todo el país y, en segundo término, una Segunda Marquetalia que comenzó a desarrollar operaciones en la zona del Putumayo, en la parte baja, y también en Nariño, y buscó expandirse a otro sitio.

Nunca lograron un acuerdo y hoy tienen disputas territoriales por el negocio del narcotráfico y la minería ilegal, y de alguna forma no hay un mando unificado, y esto no ha permitido precisamente que avancen las negociaciones supuestas de paz total con este grupo criminal.

ENS: ¿Por qué no ha avanzado el proceso con el Eln?

DM: El Eln nunca ha tenido propósitos de paz y nuevamente utilizó la excusa de la paz total, y en la cual estaban cifradas las esperanzas del Gobierno para poder garantizar un logro importante, pero el Eln lo que aprovechó de este proceso fue para fortalecer su capacidad militar, para entrar a algunos de los guerrilleros que estaban del otro lado de la frontera en Venezuela, para fortalecer su presencia territorial con el negocio del narcotráfico, con la minería ilegal y con la actividad extorsiva. Inclusive, volviendo a territorios de los cuales ya habían salido. No tienen voluntad de paz.

ENS: ¿Ve usted una Fuerza Pública debilitada, como algunos creen?

DM: La Fuerza Pública requiere mayor prioridad en inversión, en trabajo, en capacitación, en formación. La Fuerza Pública requiere mandos de generales que tengan continuidad, que garanticen el mando, el control y liderazgo de la Fuerza Pública.

Y, sobre todo, requiere moral y requiere apoyo para combatir de manera decidida a los grupos armados criminales, y a lo largo de los últimos años ha perdido ese apoyo, esa capacidad. Y no hay líneas claras de respaldo a su actuación contundente en contra de las organizaciones criminales.

ENS: ¿Qué piensa usted de la solicitud del Gobierno a Estados Unidos para que indulte a ‘Simón Trinidad’?

DM: Lo que debe quedar claro frente a la solicitud que se ha hecho de libertad de ‘Simón Trinidad’ es que en Colombia no puede seguir ese ejemplo en donde los máximos victimarios, quienes han cometido todo tipo de atentados contra los derechos humanos y contra la libertad de los colombianos, son máximos perpetradores de violación de derechos humanos, se dejen en libertad sin tener ninguna responsabilidad. Y en este caso, esa solicitud lo que vuelve a ratificar es que Colombia premiaría a los criminales y a los terroristas, y sin ningún tipo de justicia.

ENS: ¿Cree que la seguridad será el tema de campaña presidencial para el 2026?

DM: La seguridad es requerida en todos los lugares de Colombia hoy, el pequeño empresario que pide no ser extorsionado, la señora que vende las empanadas en la esquina que tampoco quiere pagar la ‘vacuna’, quienes hoy ya vuelven a salir a las carreteras con preocupación porque están siendo secuestrados nuevamente.

La presencia inclusive de actividades y tomas guerrilleras nuevamente en municipios, de bancos, de ataques permanentes a la Fuerza Pública, es una gran preocupación, por lo tanto, recuperar la seguridad será una prioridad en la próxima elección.