ESTADOS UNIDOS advirtió ayer por medio de un portavoz del Departamento de Estado, que es ‘temporal’ la suspensión del monitoreo que realiza ese país a los cultivos de coca en Colombia. Agregó que constantemente evalúan la efectividad de las políticas antinarcóticos y hacen cambios.
El pronunciamiento se dio después de que el pasado martes se conoció, sin mayores detalles, que este año la Casa Blanca no presentaría el informe sobre cultivos ilícitos en Colombia, el cual se produce desde finales de los años 80.
“El Gobierno de Estados Unidos evalúa constantemente la efectividad de las políticas antinarcóticas y hace cambios según sea necesario”, señaló el portavoz norteamericano. Añadió que ese país “continúa trabajando con el Gobierno de Colombia para monitorear los campos ilícitos de coca”.
Por su lado, el representante republicano Mario Diaz-Balart manifestó ayer su decepción por la decisión del Gobierno norteamericano de suspender este año el monitoreo de los cultivos de coca en Colombia.
"Estoy profundamente indignado por los informes de que Estados Unidos ha pausado, la monitorización satelital de la producción de coca en Colombia, y que la administración Petro ya no está erradicando de manera agresiva las plantaciones de coca ni tomando otras medidas proactivas para detener el narcotráfico en Colombia. Debido a estos preocupantes informes, formuló una serie de preguntas a la administración Biden sobre su veracidad. Si la administración Petro está renunciando a su responsabilidad de mantener la seguridad de Colombia en la erradicación de la producción de coca, y qué está haciendo la administración Biden para combatir a los despiadados cárteles que amenazan la seguridad de nuestro hemisferio. Después de más de dos décadas de progreso", expresó el parlamentario.
El pasado martes también se pronunció sobre esto el senador republicano Marco Rubio, quien calificó como “un regalo para el gobierno Petro, el cual está negociando activamente con el Eln y (Nicolás) Maduro. Este es otro ejemplo de cómo la administración Biden les da concesiones a los gobiernos de extrema izquierda en la región”.
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En tanto que el pasado miércoles la congresista republicana por el estado de Florida, María Elvira Salazar, aseguró que la suspensión del informe norteamericano sobre los cultivos de coca en Colombia ha sido el “más reciente favorcito que hace Biden a Petro”.
El presidente Petro le respondió por Twitter a la representante republicana Salazar, a quien dijo que “las cosas cambian. La estructura de consumo de narcóticos está cambiando para mal, lo que reduce la demanda de cocaína que empieza a fluir a otros lados del planeta. La situación de consumo de fentanilo en EE. UU., es seria y debe ser tomada en serio”.
Sin embargo, Salazar replicó a Petro que “tomarnos en serio el fentanilo, no significa que se acabe la lucha contra la cocaína, que causa una de cada cinco muertes por drogas en EE. UU. (…), la mayor parte (de coca) viene de Colombia, donde el cultivo superará la cifra histórica de 300.000 hectáreas. No más excusas por su fracaso, señor Presidente”.
Se dice que la Casa Blanca de Estados Unidos, específicamente la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas, habría suspendido la presentación del informe este año porque en este momento el fentanilo es lo que más les preocupa, debido a los impactos que está causando en su población; incluso sería por los costos que demanda el estudio.
Informe Simci
Desde hace un buen tiempo los dos estudios principales que miden la extensión de los cultivos ilícitos en Colombia son el de la Casa Blanca y el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
Se espera que en las próximas semanas la Unodc publique el informe Simci sobre cultivos ilícitos en el país.
Los últimos informes fueron el año pasado, con fecha de corte a 2021, el de la Casa Blanca refieren la existencia de 234.000 hectáreas de coca, con una leve reducción comparado con el año 2020, cuando fueron 245.000 hectáreas.
Mientras que el estudio Simci habla de una disparada de cultivos ilícitos en el año 2021, al llegar a 204.000 hectáreas, cuando en 2020 fueron 143.000 hectáreas.
Expertos consultados por EL NUEVO SIGLO destacaron que el informe Simci da un resultado más real sobre cultivos ilícitos en Colombia que el de la Casa Blanca, porque tiene en cuenta más elementos en el estudio.
Viviana Manrique, exintegrante de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), dijo a este Medio que “el informe de fondo, es un informe mucho más elaborado, con más categorías de análisis, es el de Naciones Unidas, el Simci, porque ese es el que mide no solamente el crecimiento de cultivos, sino la producción, la base de coca, la adición geográfica, una distribución poblacional. Incluso da más garantías de análisis que el de Estados Unidos”.