Los incendios forestales tienen en jaque al país con casi un millar de municipios en estado de alerta por el riesgo de estos. La emergencia obligó al Gobierno a declarar el estado de desastre natural, en tanto que en varios departamentos y poblados las autoridades redoblan esfuerzos para contener las llamas.
En medio de una polémica en cuanto a qué tanto estaba preparado el Gobierno para enfrentar una crisis que se había advertido desde hace varios meses, hay múltiples debates respecto a qué tanto era previsible esta emergencia, que según el Ideam tendrá su fase más crítica entre febrero e, incluso, podría ir hasta abril.
Una de las mayores discusiones gira en torno a si el fenómeno de El Niño tiene que ver o es una consecuencia del cambio climático. Sin embargo, se trata de dos circunstancias climáticas distintas y por lo tanto son diferentes las estrategias para enfrentarlas.
Para hacer claridad al respecto, EL NUEVO SIGLO habló con el exdirector del Ideam Ómar Franco, quien de una manera muy pedagógica explica qué es el fenómeno de El Niño y qué debe esperar el país en los próximos meses.
¿Qué es el fenómeno de El Niño?
Es un fenómeno que tiene una condición principal: el aumento de la temperatura en el océano Pacífico y el acoplamiento atmosférico por la baja precipitación de lluvias y la intensidad de los rayos del sol, que permite que la sensación de calor aumente por encima de 0.5 grados Celsius. Dicha condición se registra durante un período de tiempo cercano a los cinco meses y puede presentarse con unos impactos en las condiciones atmosféricas de los países, particularmente de Sudamérica, Centroamérica y Norteamérica, que es donde tiene lugar esta situación.
¿Cuáles son las características que tiene el fenómeno de El Niño?
Es una condición climática que se da en un periodo corto de tiempo, donde su máxima es de un año, y advierte como su principal característica la temporalidad. Ahora bien, vale la pena explicar que este fenómeno no está asociado en sí mismo a una condición de cambio climático. Al respecto, señalan los científicos del Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC) que esa variable puede ser producida por las condiciones atmosféricas y hacerlas más fuertes con el pasar de los días.
¿Por qué Colombia es tan vulnerable a este fenómeno?
Por aspecto climático y ubicación geográfica somos un país intertropical, es decir, que tenemos varias condiciones complejas en términos de frentes fríos hacia el norte del país y de calor intenso que impacta el Atlántico.
Entonces, todo lo que pasa ahí se ve reflejado en condiciones de precipitación, en vientos durante tiempos soleados en esas épocas entre junio y noviembre. Además de las tormentas tropicales, los huracanes, las anomalías que tenemos en el Caribe, las precipitaciones torrenciales, de alguna manera nos ponen en estado de vulnerabilidad.
¿Cómo se diferencia el fenómeno de El Niño del cambio climático?
Una investigación de cambio climático en Colombia, que se hizo en el (Ideam) para el año 2017, registró claramente que en los últimos casi 40 años en el país había aumentado la temperatura media en 0.85 ºC por cambio climático, y no por fenómenos naturales. Así lo afirmaron las agencias internacionales climatológicas y a partir de ese escenario técnico científico el país debe hacer todo un proceso de generación de desarrollo en productividad agrícola, explotación de fuentes hídricas subterráneas, tecnificación en estudios de clima y producción de energía para aplicar en ambos casos, pues el fenómeno natural es temporal y el cambio climático es variable.
¿Qué prevenciones se deben tomar por la emergencia?
Por estas manifestaciones naturales se debe diseñar un país que pueda afrontar el fenómeno, entonces se mira al Ministerio de Hacienda, que tiene que empezar a prever recursos en ese particular para que el país aumente su potencial de productividad. El Ministerio de Minas debe iniciar la exploración de nuevas fuentes de agua en temporada de menos precipitaciones, para no esperar el temporal de lluvias.
La Unidad de Gestión del Riesgo debe conocer y mejorar los planes de prevención de los municipios durante las intensas sequías o ante las tormentas que causan inundaciones. El Ministerio de Agricultura depende estructuralmente de las condiciones meteorológicas para sostener todo el sistema productivo y tiene que prepararse para constantes aguaceros o momentos de bastante calor. Todas esas variables se deben tener en cuenta para estos casos.
¿Por qué se manifiestan en algunas zonas altas temperaturas y en otras lluvias e intenso frío?
Al disminuir la cantidad de lluvias, la poca humedad que se registra es evaporada por las altas temperaturas y eso termina produciendo las conocidas heladas. Al tener el país una variedad de climas, entre fríos, cálidos e intermedios, las corrientes de viento movilizan la humedad y en algunos casos forman lluvias leves. Por topografía, el país registra bajas temperaturas en las noches, y teniendo en cuenta la altura a nivel del mar a la que se encuentra el lugar donde reside la gente, la sensación térmica varía notablemente.
¿Desde cuándo estaba advertido el fenómeno de El Niño?
Hubo varios meses consecutivos registrando un aumento progresivo en la temperatura por encima de 0.5 grados Celsius, pero el Ideam solamente vino a declarar la consolidación de El Niño en noviembre. Sin embargo, entre junio y noviembre había una alta probabilidad. Otro ítem fue el acoplamiento entre océano y atmósferas, y cuando la masa de calor se ha instalado allí, la condición de baja temperatura no permaneció y eso dio lugar a declarar el evento por parte de las agencias meteorológicas.
Pero desde junio se empezó a decir que existía una probabilidad del 50 al 90 % de que estábamos bajo condiciones de El Niño. Actualmente ya existen herramientas que permiten prever esta clase de situaciones con enormes probabilidades de que ocurran sobre una medida de tiempo casi exacta.
¿Qué medidas básicas se deben tomar antes de que el país afronte los fenómenos de El Niño y La Niña?
Se deben implementar todos los procesos de contingencias posibles, entre ellas la definición de las zonas de riesgo debidamente mapeadas e identificadas; tener todo el plan de riesgo instrumentalizado y digitalizado para poder tomar decisiones en caso de desastre; definir los puntos críticos y establecer los puestos de mando unificado por región, por departamento y por municipio.
También, implementar acciones de vigías con seguimiento por parte de campesinos; establecer puntos de comunicación; afinamiento de todas las estrategias contra la sequía; crear un sistema coordinado, permanente y de sostenimiento dedicado permanentemente a esas acciones.
DESTACADO
Desde junio se empezó a decir que en Colombia existía probabilidad del 50 al 90 % del fenómeno de El Niño