CASI CON desesperación y angustia, la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, enfrenta uno de los retos más complicados de su vida pública, y es frenar el alto nivel de criminalidad que han desplegado los grupos ilegales desde la presencia de las disidencias de las Farc, hasta los grupos de extrema derecha y los narcotraficantes y extorsionistas que tienen acorralados a poblaciones enteras como la de Tuluá, Buga, Jamundí y Buenaventura, principalmente.

En esta segunda oportunidad como gobernadora de su región, la dirigente política, reclama al extremo el apoyo del Gobierno nacional para desplegar toda la capacidad de las Fuerzas Militares para repeler la extorsión contra los ciudadanos, pero sobre todo para retomar la calma de esos municipios prósperos de otras épocas, como lo señala a EL NUEVO SIGLO.

Esperando al Gobierno

EL NUEVO SIGLO: Hay una tesis suya que llama la atención y es que la seguridad del Valle depende de que haya una estrategia integral para todo el suroccidente del país, que no solo sea ese departamento. ¿Qué les ha dicho el Gobierno?

DILIAN FRANCISCO TORO: Por eso es que yo estoy proponiendo que haya un puesto de mando unificado, que sea integral e integrado del suroccidente para que nosotros empecemos, de esa manera, a generar todos, unas acciones donde la continuidad y la parte geográfica que nos une tanto y que además hace que haya unos corredores que son muy atractivos para la criminalidad, pues lógicamente los cortemos. Y si lo hacemos, esos factores que están incidiendo en mayor productividad de cultivos ilegales, pues allí vamos a poder mejorar el tema de seguridad, lo mismo las minas, que ya se están generando unos resultados por ejemplo en la parte de Buenaventura, donde el Ejército incursionó en la minería ilegal, actividad en la que también están inmersos lo de la Jaime Martínez y otros; y también en Los Farallones, que estamos trabajando con la alcaldía de Cali. Estamos trabajando en todos los frentes que tienen que ver, también, con la parte financiera para que eso nos disminuya la inseguridad. Pero definitivamente si no se hace una estrategia integral en el suroccidente del país, no solamente del Ejército y la Policía, sino todo el tema del mejoramiento de la calidad de vida, de sustitución de economía ilegal, pues las cosas van a continuar igual.

ENS: Concretamente, ¿qué está pasando en el Valle con la seguridad y el orden público?

DFT: Primero tengo que decir que cuando llegamos a la gobernación y los alcaldes a sus municipios, encontramos varios focos de criminalidad en el departamento del Valle del Cauca con diferentes factores, todos diferentes. Por ejemplo, en Jamundí encontramos en la zona rural que no había control territorial; allá están las disidencias de las Farc que son las de ‘Jaime Martínez’.

Allá no había control territorial. Y la primera decisión, el 1º de enero, en un consejo de seguridad que hicimos, es que íbamos a ejercer allá control territorial, llegando con la institucionalidad: Ejército, Policía, inversión social y sustitución de cultivos para tratar de que la comunidad tuviera unas mejores condiciones de vida. Pero lo primero que había que hacer era retomar ese control territorial con el Ejército y volver a tener el batallón de alta montaña Villa Colombia.

Eso se ha venido haciendo y se ha logrado volver a retomar ese control.

Los controles

ENS: ¿Qué ha pasado con ese control?

DFT: Allí ha habido un tema más de retaliación y ahí fue donde pasó el atentado que se hizo a la brigada. Y en ese proceso que estábamos de generar confianza en la comunidad con la institucionalidad, pues hicimos todo un trabajo con la gente y en las mesas campesinas. Quien lideraba éstas fue el concejal que fue asesinado este fin de semana. Él ya venía en ese proceso desde hace mucho tiempo, con sus comunidades y pues era él quien los lideraba.

Al principio hubo un poco de reticencia de que entrara el Ejército, pero nuestra posición fue firme, es decir, que tenía que estar toda la institucionalidad, no una parte, sino toda. También tenemos la influencia en el norte del Cauca, allí por Jamundí es el paso de la droga hacia Naya, en el Pacífico. Y, por supuesto, eso genera que nosotros tengamos que depender de una decisión del Gobierno a pesar de que el ministro de Defensa nos ha estado apoyando con más soldados y logística.

ENS: ¿Qué ha pasado en Tuluá?

DFT: En Tuluá también había una afectación. El 2 de enero estuvimos en un consejo de seguridad, porque allá la problemática era la extorsión. Carteles por todos los sectores. Entonces lo que decidimos fue crear como un comando antiextorsión interinstitucional con el Ejército, la Policía, la Fiscalía, el alcalde…

Y allá había concejales que estaban amenazados, al igual que el alcalde. El comando antiextorsión logró ingresar en todas las comunas y los barrios. Así hemos disminuido el homicidio en 48 o 50 % y las extorsiones. Pero allí vino la famosa retaliación de ellos y después dijeron que querían diálogo y que si no les propiciaban esta alternativa comenzaban a tomar acciones de retaliación, como ésta del asesinato del concejal.

El microtráfico

ENS: ¿Cómo está el problema del microtráfico en la región?

DFT: Y el otro problema es el microtráfico y el narcotráfico en el norte del Valle y también en Buga. Ahí hemos tenido muchos problemas porque están enfrentadas dos bandas: Los Flacos y Nueva Generación. Eso ha generado muchísimos homicidios.

También estamos con la Policía trabajando articuladamente, pero como se puede ver, en el Valle del Cauca existen todas las fracciones tanto de disidencias como de narcotráfico y extorsión. Todo lo que genera criminalidad y necesitamos que además del esfuerzo, de poner la cara como lo estamos haciendo; trabajar mancomunadamente, nosotros apoyamos al Ejército y la Policía en movilidad, vamos a comprar cámaras, todo lo de tecnología para poder mejorar el tema de lograr las capturas que se tienen que dar, porque ya hay un cartel que está identificado y estamos dando incluso unas recompensas bastante altas para lograr que la comunidad nos informe. Pero, además de eso tenemos que lograr el apoyo del Gobierno nacional contundentemente sobre todo en los tres problemas grandes que tenemos: disidencias, extorsión y microtráfico.

Medidas

ENS: Otro tema es el del riesgo de secuestro y ataque a los diputados. ¿Sobre eso qué se sabe y qué medidas han tomado?

DFT: Ese fue un informe interno que tuvo el Ejército. Ya se tomaron todas las medidas, la policía está protegiendo, también todas las medidas de protección que les hacemos desde la gobernación. El recinto de la Asamblea tiene mucha más seguridad y se han tomado unas medidas para que los diputados no vayan a tener ningún problema.

ENS: ¿Qué tanto influyó en esta conjunción de actores ilegales y el crecimiento de los mismos, el cese al fuego que estaba vigente con las disidencias desde el año pasado y se suspendió apenas hace mes y medio?

DFT: Pienso que hubo fortalecimiento de las disidencias y la decisión que tomó el presidente yo la aplaudí, dije que esa era la decisión que había que tomar, levantar el cese al fuego, que se hizo en los tres municipios del Pacífico y, pues esta es una oportunidad importante para que logremos entrar mucho más y recuperar ese control territorial que habíamos perdido.

Las bandas en Buenaventura

ENS: Y hablando de la política de paz total, ¿cómo va el proceso de diálogo con las bandas en Buenaventura? ¿Ha reducido los delitos y los homicidios?

DFT: El jueves estuvimos haciendo como la evaluación y no, vamos perdiendo en homicidios. A comparación del año pasado vamos perdiendo homicidios. Pero de todas maneras si hay una calma, uno siente que hay esa sensación. Eso lo está manejando el obispo y el Gobierno nacional, nosotros no tenemos forma de poder entrar ahí, pero sí puedo decirle que vamos perdiendo en homicidios, también en Buenaventura. Por eso creo que ahí se debe hacer un análisis con el Gobierno nacional para poder lograr resultados y ya en la mesa hablar con estas personas para que se logre realmente disminuir la criminalidad.