Las masacres podrían crecer este año: Camilo González | El Nuevo Siglo
Camilo González Posso, director de Indepaz.
Sábado, 27 de Agosto de 2022
Redacción Política

En lo que va corrido del año se han registrado en el país 61 masacres, con 222 víctimas, de acuerdo con cifras recogidas por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).

El director de esta oenegé, Camilo González Posso, advirtió que el número de masacres podría crecer este año en comparación con lo que sucedió en el 2021, cuando fueron 96 los asesinatos colectivos, con 338 víctimas.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es el comportamiento del fenómeno de las masacres?, ¿se mantiene la tendencia de ocurrencia o está creciendo? 

CAMILO GONZÁLEZ POSSO: Desafortunadamente en los últimos años ha crecido, tanto en las estadísticas nuestras como en las que da la Fuerza Pública, y este año, si sigue con esa tendencia, podemos tener una cifra todavía más grande que la del año pasado. 

La situación está muy grave y muy dispersa, porque no solamente es en los municipios en los cuales también hay asesinato de líderes y otro tipo de violencias, sino que se presentan situaciones urbanas. Entonces hay una combinación de acciones criminales de grupos armados, de sicarios, de bandas, de retaliaciones que están apelando a estas matanzas colectivas o masacres.

ENS: Ya que usted toca el tema urbano, hay mucha preocupación en Bogotá por lo que está sucediendo, pues en menos de una semana se han producido dos masacres y antes hubo otras, ¿cuál es la lectura de Indepaz al respecto? 

CGP: Pues eso lo que parece indicar es que estructuras criminales más grandes están entrando a controlar a pequeñas bandas en temas de tráfico y otras actividades, entonces lo escalan. 

Incluso se habla de estructuras transnacionales que andan detrás para, con el terror, poner sus reglas de juego en los negocios ilegales que hacen: en extorsiones, en lo que tiene que ver con el tráfico, todo eso. Es una metodología en crecimiento, diría que en las ciudades se están fortaleciendo estructuras mayores, que no se trata solamente de pequeños grupos, de bandas locales, sino que se encadenan con estructuras macrocriminales.

ENS: ¿A nivel regional sigue vigente la explicación que dio el anterior gobierno, que las masacres y asesinatos de líderes sociales están asociadas al narcotráfico? 

CGP: Pues no solamente el narcotráfico, porque depende de las regiones. En general es por el control de recursos porque también hay regiones en donde prima la economía del oro, todo lo que es el Bajo Cauca antioqueño, el corredor hacia el Chocó y por otro tipo de disputas por control territorial. Pero por supuesto que el narcotráfico pesa muchísimo.



ENS: El país pasó de las grandes masacres de campesinos en los años 80 y 90, a manos de paramilitares y guerrillas, a los actuales asesinatos colectivos de tres y cuatro víctimas... 

CGP: Son masacres de mafias, algunas asociadas en el caso rural a estos grupos armados, pero hay una diferencia con la cadena de masacres que era realmente entre el año 94 y el año 2010, que se cometieron más de tres mil masacres, centenares de masacres al año, como da cuenta un informe del Centro de Memoria Histórica, y también está en el informe de la Comisión de la Verdad. 

Pero eso fue una expansión paramilitar en la lucha contrainsurgente, con grandes complicidades con agentes del Estado y otros actores de múltiple alianza. En cambio ahora tiene un carácter mucho más mafioso y de control de recursos y territorial.

ENS: ¿Cómo ven ustedes el enfoque del nuevo Gobierno frente a la violencia en los territorios, basado en lo que llama seguridad humana, con lo que espera frenar las masacres y asesinatos de líderes sociales? 

CGP: Pues se trata de un enfoque de seguridad humana, que se combina con lo que llaman enfoque multidimensional. Eso significa que tienen que desarrollarse simultáneamente  acciones de tipo represivo pero también de carácter social, preventivo, no solamente acciones locales puntuales de persecución a objetivos de alto valor, a grandes responsables, sino de garantías a comunidades y a regiones.

Eso no se pone en marcha de la noche a la mañana, pero lo que está demostrado en experiencias anteriores es que el desmonte de grandes estructuras macrocriminales tiene repercusión en toda la cadena delictiva, incluso en lo micro. No porque tengan una relación jerárquica, sino que hay un encadenamiento en tráfico de armas, en respuesta de ciudadanía, en oportunidades para los jóvenes. Hay una cantidad de factores. 

De modo que sí hay una relación directa entre desarticulación de estructuras macrocriminales y disminución de violencias locales.