La lista cerrada es uno de los principales aspectos que contiene la reforma política. Desde hace años se ha insistido en la necesidad de que sea la única forma para que los partidos confeccionen las planchas en las elecciones, pues si bien en la actualidad existe, también se permite la de voto preferente o abierta, en donde los ciudadanos no votan por la colectividad sino por el candidato de su predilección.
La lista de voto preferente ha sido criticada por muchos con argumentos como que supuestamente atomiza los partidos y sube el costo de las campañas al Senado. En varios anteriores intentos de reforma política se buscó eliminarla sin éxito.
Vale la pena aclarar que el voto no preferente se utiliza cuando el partido o movimiento político inscribe una lista cerrada, de tal manera que el elector solo vota por la respectiva colectividad. La asignación de curules se hace en el orden de inscripción dentro de la lista, dependiendo del número de escaños que gane.
En cambio el voto preferente se refiere a que el movimiento político opta por inscribir una lista abierta, de tal manera que el elector vota no solo por la organización política sino además por alguno de los candidatos de la lista. Obtienen curul los aspirantes que más votos consigan, dependiendo del número de escaños que alcance la colectividad, sin importar el orden de la lista.
El orden
El exministro y exconstituyente Jaime Castro explica que quienes sufragan por lista cerrada lo hacen por ella como un todo, respetando el orden en que aparecen los nombres inscritos; eligen el número de candidatos que determine el total de votos que obtuvo la lista y las curules a que esta tiene derecho se asignarán de acuerdo con el orden en que fueron inscritos los candidatos.
En el caso del voto preferente, Castro explica que “el elector puede escoger el candidato que prefiere, sufragar por él, disponer así que la lista se reordene según los votos obtenidos por cada uno de los nombres inscritos y las curules se adjudicarán en orden descendente, empezando por quien haya conseguido el mayor número de apoyos electorales”, sostuvo Castro.
Para el exconstituyente son múltiples las razones por las cuales conviene eliminar el voto preferente ya que “mantiene formas tradicionales de clientelismo y empodera maquinarias y baronazgos electorales que en sus últimas versiones dieron lugar a lo que López Michelsen llamó ‘Operación avispa’. También eleva los costos de las campañas y promueve conocidas formas de corrupción política. Por eso, hay curules en el Senado que valen más de 5.000 millones de pesos”.
Inconformismo de los verdes
Este ha sido uno de los artículos de la reforma política que se convirtió en la piedra en el zapato entre la Alianza Verde y el Gobierno.
El pasado jueves Katherine Miranda, la presidenta de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, criticó al Gobierno y escribió: “Nuevo ‘mico’ de la Reforma Política. ¡Las listas cerradas del 2026 se podrán hacer de acuerdo a la actual conformación del Congreso! Están votando su propia reelección, legislando en beneficio propio y borrando de un plumazo la democracia”, trinó Miranda.
“Acaban de meter un ‘orangután’ sin precedentes en la reforma política, es decir, que en las próximas elecciones la conformación de las listas cerradas se dará de acuerdo a la organización del actual Congreso de la República”.
“En la organización de estas listas, por única vez, se podrá tener en cuenta el orden de elección sin condicionamiento de género del último período constitucional para la respectiva corporación”, leyó la congresista un parágrafo de la reforma política.
Otro senador que mostró su inconformismo fue Inti Asprilla, quien explicó: “Lo digo con toda sinceridad, la reforma política, tal y como ha sido concebida, no me permite aprobarla y no me permite apoyarla porque cuando yo voté por Gustavo Petro y cuando hice campaña, nunca tenía en la cabeza que íbamos a imponer las listas cerradas”.
El senador Jonathan Ferney Pulido Hernández propuso tras la aprobación de la reforma política que la Alianza Verde se salga de la coalición y se declare independiente.
El parlamentario dijo que “el partido Alianza Verde está conformado por diferentes figuras políticas. Si hablamos de Congreso, diferentes representantes a la Cámara y senadores, eso es lo que conforma un partido, no un cacique político. Y en el partido hay un descontento porque no son sus banderas unas listas cerradas, no son sus banderas una puerta giratoria; no es la bandera del partido Alianza Verde el transfuguismo, no es una bandera de la colectividad ir en contra de las listas paritarias".
- Le puede interesar: Transfuguismo, la propuesta más polémica de la reforma política
Desde otras corrientes
Miguel Polo Polo, quien hace oposición, coincide con los verdes: “las listas cerradas solo llevan al Congreso a parásitos políticos que no son capaces de guerrearse un voto y que llegan a las curules porque los patrones dueños de los partidos los colocaron a dedo de primeros en las listas. Ahí está Mafe Carrascal, Susana Boreal, Álex Flórez y otros”.
Por otro lado, el presidente del Congreso, Roy Barreras, expresó: “la lista cerrada no gusta a youtubers y vedettes que son la excepción en medio de unas mayorías elegidas en el sistema clientelista (lista abierta). Piensan en ellos, no en acabar el sistema de compra y venta de votos. Por eso no ven que la lista cerrada necesita democracia interna”.
Y le respondió a Miranda: “el periodo de transición se estableció desde el comienzo del trámite del articulado. Ya fue votada en la Cámara en primer y segundo debate por los mismos que hoy hicieron escándalo equivocados, diciendo que habían metido un mico en la conciliación”.
Julio Elías Chagüi, del Partido de La U, dijo que “lo ideal es que fuera una lista cerrada, estoy de acuerdo, eso fortalece los partidos como tal”. Sin embargo, añadió que se debe tener en cuenta que hoy en día por lo general la gente no vota por los partidos, es “como tratar de cambiar las costumbres, hoy votan por personas muy representativas”.
Por su parte, el senador Óscar Mauricio Giraldo Hernández explicó que en la bancada se piensa que se debería preservar el esquema actual, que puedan los partidos presentar sus listas por el sistema cerrado o abierto. “La postura siempre ha sido que se mantenga la posibilidad de que los partidos tengan esa decisión, eso es lo que se ha hablado en la colectividad”.
Por último, el parlamentario José Octavio Cardona, del Partido Liberal, dijo que está con la lista abierta “porque la lista cerrada le impide al elector escoger entre candidatos, y por apoyar unos que le gustan mucho, puede terminar obligado a apoyar otros que no le gustan nada”.