La posibilidad que tendrían los congresistas de renunciar y luego pasar a ser parte del Gobierno, debilita el equilibrio de poderes. Así lo advirtió ayer la directora ejecutiva de la Misión de Observación Electoral (MOE), Alejandra Barrios, al hacer varias observaciones a la reforma política que acaba de aprobar el Congreso en primera vuelta.
“La posibilidad de que los congresistas pasen a ser ministros o directores en el Ejecutivo, debilita el equilibrio de poderes y genera unos escenarios de negociación perversos. Y estas negociaciones le van a salir muy costosas al Gobierno, porque se ofrecerían ministerios a cambio de apoyo en el Legislativo. Somos una república presidencialista donde es clara la separación de poderes para mantener un equilibrio y control político", advirtió Barrios a RCN Radio.
La experta también se manifestó contraria a la aprobación de la lista cerrada a corporaciones públicas a partir de 2026. Ello implica que los electores no votarán por el candidato sino por el partido.
- Le puede interesar: Así se agita el sonajero para gobernaciones en comicios de 2023
En este sentido, la reforma política adopta medidas para propiciar la democracia interna en los partidos, de tal forma que les ordena hacer consultas para que no esté en manos de los directores de las colectividades determinar quiénes van en la lista.
Sin embargo, Barrios dijo sobre la lista cerrada que “si empezamos a tomar decisiones como esta, se termina defraudando al elector porque no está votando por un candidato con el que se identifica, sino que estaría votando por un bloque donde los representantes de la gente se pueden escoger al antojo de los partidos”.
Otra de las decisiones más polémicas que tomó el Congreso en la aprobación de la reforma política, es que se suprimió la posibilidad que existía para los partidos que obtuvieran un porcentaje no mayor del 15 % de la votación en una circunscripción, de presentar listas en coalición. De esta forma tenían el chance de morderles escaños en las corporaciones a los partidos grandes.
“La eliminación de los umbrales a menos de 15 % para hacer coaliciones entra directamente a acabar lo que era el espíritu de las coaliciones, que era tener organizaciones políticas pequeñas que pudieran sobrevivir a la competencia electoral”, expresó Barrios.