Pacto y conservadores, grandes ganadores en Congreso | El Nuevo Siglo
LOS SENADORES NADIA BLEL y Lidio García así como el candidato Ferney Pulido Hernández, tres de los más votados ayer al Senado
El Nuevo Siglo
Martes, 15 de Marzo de 2022
Redacción Política

Las elecciones parlamentarias de ayer dejaron un nuevo mapa político en el Congreso. Tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes hubo un ajuste en la correlación de fuerzas partidistas, mostrando, de un lado, un avance de la izquierda pero también un fortalecimiento de partidos históricos como el conservatismo y el liberalismo. Cómo pueda ello llegar a impactar la conformación de los bloques gobiernistas, independientes y de oposición a partir del 20 de julio, cuando se posesionen quienes ayer conquistaron curules, dependerá, como es apenas obvio, de la definición de la contienda presidencial.

En el Senado, el Pacto Histórico (anoche, al cierre de esta edición) se acercaba a los 2,3 millones de votos, consolidándose no solo como la bancada más votada, sino que con las 16 curules que estaba conquistando marcaba un hecho político inédito en Colombia: es la primera vez que una coalición de izquierda logra este sitial electoral.

Sin embargo, es evidente que el Pacto no logró las más de 20 o 25 curules que vaticinaban algunas encuestas. De hecho, esos 2,3 millones de votos son sustancialmente inferiores a los 5,7 millones de votos que alcanzó la consulta interpartidista de esa coalición y también estuvieron muy lejos de los 4,4 millones de votos con que Gustavo Petro se impuso sin atenuantes en la misma. Es decir, que la estrategia del ‘empaquetamiento’ de la votación de la consulta con la de las listas cerradas al Congreso funcionó a medias.

También debe tenerse en cuenta que esta lista cerrada no partió de cero, ya que había ‘reclutado’ a cuatro senadores del Polo, dos más de Decentes e incluso la curul del propio Roy Barreras, exLa U. Lo que significa que, en realidad, sumó nueve curules nuevas.

Aun así, es claro que el petrismo logró conquistar 16 escaños, varios de ellos con actuales congresistas o dirigentes muy curtidos y beligerantes, como Gustavo Bolívar, María José Pizarro, Piedad Córdoba, Aída Avella, Alexander López, Iván Cepeda, Roy Barreras o Wilson Arias. Obviamente, la curul de Córdoba entra con una alarma encima, debido al proceso judicial en su contra.

En cuanto a la Cámara, el Pacto conquistó 25 escaños, tras sumar 2,5 millones de votos. Es decir, más que para el Senado. A ello debe sumarse que logró otras curules en coalición, lo que dimensiona su avance en esta corporación.

Aunque Petro dijo anoche que el Pacto era la bancada mayoritaria en el Congreso, lo cierto es que en el Senado empató con los conservadores (a 16 escaños) y en la Cámara también (con 25), en tanto el liberalismo conquistó 32 curules.

Sin embargo, como se dijo, nunca en las elecciones parlamentarias un partido o coalición política de izquierda había logrado tal cantidad de curules. Ese es un hecho clave, más aún si se tiene en cuenta que, gane o no Petro la Casa de Nariño, su bancada tendrá poder político real en el Parlamento, ya sea para apoyar un eventual gobierno suyo o conformar un bloque fuerte de oposición con otras fuerzas, sobre todo si la centroderecha logra reelegirse en la Presidencia.

Avance conservador

El partido Conservador, a su turno, fue otro de los ganadores de la jornada. No solo porque con sus 2,1 millones de votos logró superar lo alcanzado en 2018 (1,8 millones), sino que aumentó dos escaños, pasando de 14 a 16. Un logro clave si se tiene en cuenta que había perdido en el último cuatrienio escaños como el de condenada y prófuga Aída Merlano así como el del senador nariñense Eduardo Enríquez Maya, fallecido. Tampoco se postulaba David Barguil (candidato presidencial) ni el saliente presidente del Senado, Juan Diego Gómez, entre otros nombres.

Lo que más llamó la atención en la votación azul para Senado es que superó, de lejos, la lograda por su propio candidato presidencial, David Barguil, que en la consulta de Equipo por Colombia sumó alrededor de 630 mil votos. Es decir, que falló la estrategia de “empaquetar” las parlamentarias con la definición de la coalición para las presidenciales. Habría que preguntarse, entonces, qué pasó con esos 1,5 millones de votos conservadores que no acompañaron al candidato del partido.

Pero más allá de esta circunstancia, es claro que hubo puntos altos en la votación al Senado, como los 162 mil apoyos que sumó Nadia Blel, los 157 mil de Carlos Andrés Trujillo o los 150 mil de Marcos Daniel Pineda. Sin embargo, se quemaron senadores como Laureano Acuña, pese a acercarse a los 60 mil votos. Es posible que el escándalo de las últimas semanas lo haya afectado a la hora de las urnas.

En la Cámara de Representantes el conservatismo también se hizo sentir, ya que logró incrementar su cuota de curules: pasó de las 21 conquistadas en 2018 a 25 en los comicios de ayer. Es decir, que fue, junto al Pacto, el gran ganador de la jornada.

Paradójicamente, el conservatismo fue el único de los cinco partidos de la coalición parlamentaria gubernamental que aumentó escaños en el Congreso, ya que La U, el Centro Democrático así como MIRA y Colombia Justa y Libres retrocedieron en ambas cámaras.

Contraste liberal

El partido de las toldas rojas también tuvo un buen desempeño ayer en las urnas. Prueba de ello es que pasó de 1,8 millones de votos en 2018 a más de 2 millones en esta ocasión. Esto le permitió aumentar en un escaño los 14 que conquistó hace cuatro años.

Se trata, sin duda, de un buen resultado, toda vez que para esta elección perdió a senadores como Luis Fernando Velasco y Guillermo García Realpe (que se fueron al Pacto Histórico), tampoco se lanzó Horacio José Serpa y Mario Castaño, reelecto ayer, fue llamado a indagatoria por la Corte Suprema la semana pasada por un escándalo de corrupción…

También es claro que el liberalismo venía dividido por cuenta de la estrategia para la elección presidencial, ya que mientras el expresidente y jefe único de esas toldas, César Gaviria, no se ha querido jugar, varios congresistas y dirigentes tomaron partido en las consultas a favor de Petro, Alejandro Char (Equipo por Colombia) o Alejandro Gaviria (Centro Esperanza).

Es obvio que ayer los liberales lograron votaciones muy importantes, como las de Lidio García (156 mil votos), Juan Pablo Gallo (134 mil), Karina Espinosa (121 mil) o Alejandro Chacón (117 mil), pero también sufrieron bajas fuertes como las de los ‘quemados’ Iván Agudelo o Nilton Córdoba.

En la Cámara al liberalismo no le fue mal. De hecho, conquistó ayer en las urnas 32 escaños, confirmándose como la bancada mayoritaria (salvo porque el Pacto eligió, además de sus 25 curules directas, otras en alianza en algunos departamentos), pero perdió tres cupos con respecto a los que tiene en el saliente Parlamento.

Bien Centro Esperanza

Otra de las colectividades que se puede considerar ganadora es esta coalición, que tenía de base a la Alianza Verde, que hace cuatro años sumó 1,3 millones de votos y conquistó nueve escaños. Ayer, el bloque de partidos de centro que impulsaba también una de las consultas interpartidistas, sumó un poco más de 1,9 millones de votos para Senado, lo que le permitió asegurarse 14 escaños. Es decir, que creció una tercera parte, lo que sin duda es un hecho político.

No solo tuvo a su favor una de las mayores votaciones individuales al Senado, con Ferney Pulido Hernández (189 mil votos), superando por poco al cabeza de lista, Humberto de la Calle (187 mil), sino que eligió a candidatos de opinión como Ariel Ávila. Sin embargo, tuvo ilustres ‘quemados’ como los senadores Antonio Sanguino o Jorge Eduardo Londoño, el exconcejal Juan Carlos Flórez o Viviana Barberena, que tenía el apoyo de Antanas Mockus, que hace cuatro años había sacado más de 500 mil votos en la lista verde, es decir el 40% del total de esa plancha al Senado.

En cuanto a la Cámara, había dos listas por aparte. La Centro Esperanza conquistó una sola curul en todo el país, pero la Alianza Verde se hizo a 11, es decir que subió dos escaños. Hay que destacar aquí votaciones tan altas como las de Katherine Miranda, que logró 118 mil sufragios en la capital del país.

Paradójicamente, mientras a la Centro Esperanza y los verdes les fue bien a la hora del Congreso, su consulta interpartidista, que ganó Sergio Fajardo, fue la que más baja votación tuvo, evidenciando el grave efecto de las peleas internas entre los precandidatos y las deserciones al petrismo.


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Retroceso uribista  

La no postulación del expresidente Álvaro Uribe al Senado, tal como lo había hecho en 2014 y 2018, al final le terminó pasando factura al Centro Democrático. De los 2,5 millones de votos que sacó hace cuatro años, ayer apenas logró sumar 1,9 millones. Eso explica por qué solo conquistó 14 escaños en esta corporación legislativa, perdiendo cinco con respecto a los 19 que tiene en el saliente Parlamento.

Si bien las votaciones de Miguel Uribe Turbay (222 mil votos), María Fernanda Cabal (196 mil) y Alirio Barrera (102 mil) sorprendieron, se ‘quemaron’ (según el último boletín anoche de la Registraduría) senadores como Santiago Valencia, Gabriel Velasco, Jonatan Tamayo, Alejandro Corrales y Milla Romero, así como otros representantes a la Cámara y concejales que pensaban dar el salto a esta corporación, como Edward Rodríguez, Álvaro Hernán Prada o Ricardo Ferro…

En la Cámara de Representantes el panorama fue peor. De 32 escaños que tiene el uribismo en el saliente Congreso, apenas logró retener ayer 16 curules. Es decir, que perdió la mitad de la bancada.

Todo lo anterior no solo evidencia que el Centro Democrático atraviesa por la crisis política y electoral más grave desde 2014, sino que, como bien lo advirtiera el propio expresidente Uribe, se requiere una urgente renovación de liderazgos en el partido.

Paradójicamente, este es el peor resultado del uribismo desde 2010, año en el que fue el motor de la elección de Juan Manuel Santos a la Casa de Nariño, pero meses después se lanzó a la oposición. En 2014 perdieron de nuevo la Presidencia, pero el Centro Democrático fue el partido mayoritario en Senado. Cuatro años después, en 2018, ganaron la Casa de Nariño con Iván Duque y repitieron como bancada mayoritaria en la cámara alta. Pero ayer, pese a ser el principal partido de gobierno, sufrieron una debacle en las urnas, que no solo los debilita en el Parlamento, sino que tendrá impacto inmediato en la candidatura presidencial de Óscar Iván Zuluaga. Paradójicamente, fue evidente que muchas de las bases uribistas ayer participaron en la consulta de Equipo por Colombia, votando a favor de Federico Gutiérrez.

Crisis de La U

Otro de los partidos a los que no les fue bien en las parlamentarias fue a La U. Hace cuatro años sumó más de 1,8 millones de votos para Senado y ayer apenas si llegó a los 1,5 millones. Un retroceso grave para la colectividad que hizo parte de la coalición duquista en los últimos cuatro años. Anoche solo conquistaba 10 escaños, pese a en 2018 había logrado 14.

El retroceso de este partido era previsible, por más que su directora Dilian Francisca Toro reiterara en los últimos meses que apostaban a mantener su cuota en Senado y Cámara, como mínimo. Sin embargo, no se podían dejar de lado bajas importantes como las de los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti (que se pasaron al petrismo) o la de Eduardo Pulgar, capturado en 2020.

Si bien hay que destacar votaciones sorprendentes como las de Juan Carlos Garcés (150 mil votos) o las de Moisés Besaile (132 mil) y Norma Hurtado (127 mil), anoche se ‘quemaban’ nombres fuertes como lo de Miguel Amín, Julio Elías o la propia Caterine Ibargüen, la medallista olímpica y estelar cabeza de lista.

En cuanto a la Cámara, el retroceso también fue drástico. De 25 escaños que logró elegir en 2018, ayer apenas si pudo retener 15, con muchos candidatos de peso que se quedaron por el camino en muchos departamentos.

Como si lo anterior fuera poco, La U también se evidenció como el partido con peor desempeño a la hora de empujar una precandidatura presidencial. Prueba de ello es que Enrique Peñalosa, aspirante avalado por esa colectividad, quedó de último en la encuesta de Equipo por Colombia, sumando apenas 231 mil votos, muy lejos de los 1,5 millones logrados para Senado.

Mal Cambio Radical

Tampoco le rindió ayer en las urnas a esta colectividad. De los 2,2 millones de votos logrados hace cuatro años, que le permitieron a ese partido hacerse a 16 escaños en el Senado, en esta ocasión retrocedió a 1,6 millones, lo que le significó conquistar solo 11 escaños en la cámara alta. Es decir, que perdió un poco menos que la tercera parte de la bancada.

Ya se había advertido que no asomaba el mejor panorama para la colectividad cuyo jefe natural es el exvicepresidente Germán Vargas Lleras. Desde el momento que se cerró la lista se evidenciaron bajas sensibles, como las de los senadores Rodrigo Lara y Germán Varón (que se fueron a apoyar al precandidato de Centro Esperanza, Alejandro Gaviria), Emma Claudia Castellanos (su hija se lanzó al Senado por el liberalismo y salió elegida) y Richard Aguilar, capturado el año pasado…

Ayer el cabeza de lista, David Luna, logró una buena votación (112 mil respaldos), en tanto que Arturo Char sumó 101 mil. Sin embargo, aparecían anoche en la lista de ‘quemados’ dirigentes de peso específico como el exgobernador Carlos Julio González, el senador Temístocles Ortega, el exconcejal Yefer Vega, el representante que quería cambiar de corporación César Lorduy o la senadora Daira Galvis, entre otros.  

En la Cámara tampoco le fue mejor a Cambio Radical. De las 30 curules que conquistó hace cuatro años, apenas si pudo retener 16, con varios nombres de trayectoria que no lograron clasificar.

Otras listas

En cuanto a otras listas, hubo contrastes. Por ejemplo, la alianza entre el MIRA con Colombia Justa y Libres, partidos de origen religioso, no resultó como se esperaba. Hace cuatro años habían sumado, aunque por aparte, casi un millón de votos, pero ayer, unidos, no llegaron a 600 mil. Esto implica, entonces, que de las seis curules que tienen en el saliente Parlamento, pasarán a solo cuatro a partir del próximo 20 de julio.

Tampoco le fue bien a la lista de Fuerza Ciudadana, que sumó 438 mil votos. Este movimiento significativo de ciudadanos tenía como base la votación de Carlos Caicedo en la gobernación de Magdalena, y nombres fuertes como los de Gilberto Tobón (que obtuvo 150 mil votos ayer) y Hollman Morris, al final les faltó un poco para alcanzar el umbral electoral y quedaron por fuera de la repartición de curules.

Finalmente, el Nuevo Liberalismo, que pese a hacer parte de la Centro Esperanza decidió lanzar una lista al Senado propia, fracasó en su intento de tener bancada. Pese a que el precandidato presidencial Juan Manuel Galán sumó 486 mil votos, la plancha al Senado apenas alcanzó 329 mil sufragios. Sin embargo, conquistaron una curul a la Cámara por Bogotá.

Otras listas como las del Movimiento de Salvación Nacional, Estamos Listas o Nueva Gente estuvieron muy lejos de acercarse al umbral electoral.