Para salvar Amazonía se requieren USD 2.500 millones al año: Petro | El Nuevo Siglo
PRESIDENTE PETRO dijo que es necesario cambio de deuda pública por acción climática y no de limosna. /Foto - Presidencia
Miércoles, 17 de Enero de 2024
Redacción Política

AL MENOS 2.500 millones de dólares anuales requiere la selva amazónica para su revitalización. “Eso implica un cambio de deuda pública por acción climática y no de limosna”, aseguró el presidente Gustavo Petro desde Suiza, donde participa en el Foro Económico Mundial de Davos, mismo que concentra a la élite económica y política a nivel global.

“Necesitamos un flujo de aproximadamente 2.500 millones de dólares al año para lograr revitalizar el espacio ya deforestado y para mantener a través de los años la construcción de una bioeconomía, es decir, de una economía con la selva y no contra la selva, lo que implica sostenerla”, manifestó el jefe de la Casa de Nariño. La cifra también.

El mandatario también manifestó que Colombia puede financiar la acción climática que necesita la selva amazónica para salvar ese ecosistema vital para el planeta. Del mismo modo, indicó: “Para el caso colombiano lo que proponemos no es cooperación. Lo que proponemos es que nosotros mismos podamos financiar la acción climática que se necesita para la selva, pero para ello necesitamos liberar nuestros propios recursos en la cuantía de 2.500 millones de dólares al año”.

Además, no existen mecanismos para financiar la acción climática si no se afecta el sistema financiero global.

Según Petro, es indispensable reformar tal sistema financiero, con la intención de lograr el objetivo.

“No es la limosna, es un mecanismo poderoso de financiamiento de la acción climática que a escala universal implica un cambio del sistema financiero mundial. Brasil nos propuso a cambio de nuestra propuesta, que es emitir derechos especiales de giro en el FMI (Fondo Monetario Internacional)”, sostuvo.

Niveles de contaminación

El mandatario nacional también dijo que si no se trabaja para salvar la selva amazónica se llegará pronto a un punto de no retorno, ya que la contaminación que, a su juicio, es generada por los países desarrollados avanza rápidamente.

“Hoy tenemos una enorme chimenea de CO2 en el norte de América y una esponja en el sur que parcialmente consume, absorbe ese CO2. Si la selva se acaba no hay nada más que hacer. Entramos a lo que se llama el punto de no retorno. Por eso la selva amazónica no es solamente la palabra estratégica. La palabra es vital para la especie humana”, destacó.

Aprovechó el espacio en Davos para afirmar que el ecosistema amazónico es amenazado por “actividades depredadoras” como minería ilegal, explotación de petróleo y las extensiones de ganadería extensiva.

“La selva amazónica vale más que el petróleo que está allí dentro. Es la vida. El petróleo es la muerte. Así de simple. Pero para poder hacerlo, hay que disminuir la emisión de las chimeneas del norte y hay que cambiar el sistema financiero mundial para permitir que se liberen los recursos de los países en general del planeta para que se puedan dedicar a la acción climática”, manifestó.

Combustibles fósiles

Por su parte, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, habló también en Suiza sobre la importancia de frenar la emisión de gases efecto invernadero. “Para poder lograrlo se debe frenar la dependencia de los combustibles fósiles, para proteger al planeta y pensar en renovar el modelo económico actual”, puntualizó.

“Tenemos que detener la emisión de gases efecto invernadero, pero esto significa que tenemos que hacer frente a la situación de los combustibles fósiles. Llevamos 30 años en las Conferencias de las Partes para poder decir políticamente que el combustible fósil costó el cambio climático”, indicó.

También la intervención de la ministra Muhamad, se suma al llamado del presidente Petro, quien señaló que es fundamental crear un mecanismo financiero que, por medio del canje de deuda por acción climática, ayude a enfrentar los efectos del cambio climático en los países de renta media y baja. “En el caso de Colombia, necesita un flujo de 2.500 millones de dólares al año, para lograr revitalizar el espacio ya deforestado y posicionar una bioeconomía con la selva y no contra ella”, manifestó.