"Participación en listas de partidos no recoge lo que dice Constitución" | El Nuevo Siglo
Libardo Asprilla, concejal de Bogotá, de la Alianza Verde.
Twitter Libardo Asprilla
Viernes, 16 de Diciembre de 2022
Redacción Política

La lista cerrada desde el año 2026 fue aprobada en la reforma política en su primera vuelta, figura con la cual el Gobierno afirma que se pueden fortalecer los partidos y combatir la corrupción electoral. Sin embargo, hay parlamentarios que sostienen que con este mecanismo, si no hay democracia interna en las colectividades, se cerrará la posibilidad de que nuevos liderazgos lleguen al Congreso. 

De otro lado, el concejal de Bogotá Libardo Asprilla (Partido Alianza Verde) considera que la participación en las listas de partidos es un problema estructural porque no se atiende lo que establece la Constitución en la materia, y que afecta también a la población afrocolombiana en distintos aspectos.

EL NUEVO SIGLO: En la reforma política se aprobó paridad en las listas, y hay voces que reclaman porque a las circunscripciones indígenas y afro no se les exige cuota de género, y sostienen que por ello se estaría violando el derecho a la igualdad de las mujeres. ¿Cuál es su opinión? 

LIBARDO ASPRILLA LARA: Aquí hay un problema estructural frente a la participación política, y precisamente tiene que ver con que todo el esquema de representación en los partidos, de conformación de listas de los partidos, no recoge lo que está consignado en la Constitución Política de Colombia, artículo séptimo, no recoge esa diversidad. 

Colombia es una nación diversa, pluriétnica y multicultural, y en ese sentido hay unos compromisos, no solo con la Constitución sino con todos los tratados, acuerdos internacionales que ha suscrito Colombia en el marco, por ejemplo, del Decenio Internacional de la Afrodescendencia, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, del Convenio 169 de la OIT, que obligan a que la participación política y, sobre todo, los esquemas de representación y conformación de listas deben hacerse tomando en cuenta  todos los enfoques diferenciales. 

Resulta que no se hace, todo el tiempo vivimos todavía con esa herencia del colonialismo, donde consideramos a unos que tienen que estar rezagados en la base y que no tienen esos mismos derechos. No se está cumpliendo ni siquiera el artículo 13, que nos habla de la igualdad.

ENS: ¿Concretamente qué piensa usted de ese reclamo para que en las circunscripciones afro e indígena, en Cámara y Senado, haya también paridad de género en las listas? 

LAL: Claro, a todos se les tiene que exigir, en todo sentido se debe exigir las dinámicas de inclusión que permitan reflejar esa fortaleza que tiene nuestro país, lo más lindo que tiene es esa diversidad.

ENS: ¿Cuál es su opinión de que los indígenas tienen dos curules aseguradas en Senado por la circunscripción especial  establecida, mientras que para la población afrocolombiana no está contemplado en la Constitución? 

LAL: Eso es parte de la discriminación, de la segregación estructural que hemos tenido, donde relegamos la participación de estos grupos a una incidencia exigua, mínima, donde las oportunidades de estar representados siguen siendo limitadas. 

La no participación de afros, por ejemplo, como circunscripción especial ni como exigencia a los partidos en la conformación de las listas, lo que tiende es a mantener relegada a esta porción que también es significativa de la población. 

Pero si lo ha hecho el mismo DANE (hace referencia al Censo de Población 2018), la sentencia T-276 pone en evidencia el genocidio estadístico que cometió el DANE en la cuantificación de la población negra afrocolombiana, raizal y palenquera. Entonces, si no se producen estadísticas fiables en ese sentido, con la correspondiente rigurosidad que debiera tener una entidad como el DANE, imaginen qué se puede desengranar de allí: que las políticas públicas bajo ninguna circunstancia tendrían asidero, pues no van a tener líneas base e indicadores que permitan cuantificar los avances.

Brasil, por ejemplo, está dando importantes avances en ello, en Europa se está avanzando mucho, pero en Colombia seguimos rezagados, a pesar de que tenemos un reguero de normas, empezando por la misma Constitución y los tratados y convenios internacionales, que también hacen parte de ese bloque de constitucionalidad.