Patiño, la apuesta de Petro para liderar proceso con Eln | El Nuevo Siglo
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Jueves, 17 de Noviembre de 2022
Redacción Política

EL NUEVO SIGLO presenta un perfil del que será el nuevo jefe de la delegación de la administración Petro en las conversaciones con esa facción subversiva, que están a punto de comenzar

 

1.   PRIMER EXGUERRILLERO EN SER JEFE NEGOCIADOR DE PAZ DE UN GOBIERNO: la designación de Otty Patiño como jefe de la delegación gubernamental de negociación con el Eln marca un antes y un después en materia de procesos de paz en Colombia. Es la primera vez que un guerrillero desmovilizado va a manejar los hilos de la representación del Estado en una mesa de conversaciones con una guerrilla en armas. Rafael Pardo y Carlos Ossa Escobar (gobierno Barco), Jesús Antonio Bejarano, Horacio Serpa, Ricardo Santamaría (Gaviria); Carlos Holmes Trujillo y Daniel García Peña (Samper); Víctor G. Ricardo y Camilo Gómez (Pastrana); Luis Carlos Restrepo y Frank Pearl (Uribe); Sergio Jaramillo, Rodrigo Rivera y Humberto de la Calle Lombana (Santos); Miguel Ceballos y Juan Camilo Restrepo (Duque); Danilo Rueda (Petro)… Todos ellos, que ejercieron como consejeros de paz, altos comisionados o jefes negociadores gubernamentales, tienen claras raíces en los partidos, la academia, la política o el llamado “establecimiento”. Ninguno llegó a integrar un grupo armado ilegal, portar armas o a desmovilizarse.  Patiño, por el contrario, no solo fue uno de los fundadores del M-19 en 1974, al cual perteneció el actual presidente de la República, Gustavo Petro (desmovilizado en 1990), sino que hizo parte de las delegaciones negociadoras de esa guerrilla con los gobiernos Betancur y Barco. También tuvo mando militar y de planificación en muchas operaciones subversivas, aunque siempre ha indicado que nunca portó armas. Sin embargo, era reconocido como jefe de milicias urbanas y muy cercano al máximo jefe del M-19 y luego, tras su desmovilización en marzo de 1990, candidato presidencial, Carlos Pizarro, asesinado un mes después.

2.  PRIMERO EN LAS DOS ORILLAS: Patiño también es el primer jefe negociador gubernamental en un proceso de paz que ha estado en el otro lado de la mesa. Es decir, que integró delegaciones negociadoras de la guerrilla. Se recuerda que hizo parte de las comisiones del M-19 que dialogaron con los gobiernos de Betancur y Barco. Este último fue el que le permitió a esa guerrilla no solo firmar un acuerdo de paz (marzo 1990), sino desmovilizarse y pasar de inmediato a la política activa, participando en la lista de la Alianza Democrática M-19 a la asamblea constituyente en 1991.  Esto implica, entonces, que es un conocedor a fondo de la problemática del conflicto armado y de los procesos de paz (fallidos y exitosos) de las últimas décadas.  De hecho, es muy posible que se sentará frente a frente con negociadores elenos como ‘Pablo Beltrán’ y otros cabecillas de esa guerrilla, con los cuales no solo es contemporáneo sino con los que, incluso, muy posiblemente, pudo haber interactuado en tiempos de la “Coordinadora Nacional Guerrillera - Simón Bolívar”, creada en 1985 y que fue integrada inicialmente por movimientos como el M-19, Eln, ‘Ejército Popular de Liberación’ (EPL), ‘Quintín Lame’ y ‘Partido Revolucionario de los Trabajadores’ (PRT). Luego, tras sumarse las Farc, plantearon una propuesta de paz al gobierno Barco. Es más, tras la desmovilización del M-19, en 1990, la ‘Coordinadora’ siguió en cabeza de las Farc y el Eln, desarrollando diálogos con el gobierno Gaviria en Venezuela y Tlaxcala (México).

3.  LA CANTERA CONSTITUYENTE: el nombramiento de Patiño como jefe negociador del Gobierno en el proceso de paz con el Eln confirma también que constituyente de 91 se ha convertido en cantera para este tipo de cargos. Patiño, recién desmovilizado, hizo parte de la lista de la Alianza Democrática M-19 para la elección de los integrantes de la asamblea constituyente. La plancha fue encabezada por Antonio Navarro y logró conquistar 19 escaños, seis de ellos para antiguos militantes del grupo guerrillero, en tanto que los restantes los ocuparon personalidades de otros partidos políticos tradicionales, movimientos sociales, sindicales, académicos, de izquierda y hasta un técnico de fútbol (Francisco Maturana, que finalmente no asumió). El ahora jefe negociador con el Eln hizo parte de la comisión primera, encargada de temas constitucionales. Paradójicamente el jefe negociador del proceso de paz del gobierno Santos con las Farc también provino de la Constituyente, aunque no la integró. Esto porque el hoy senador y ex vicepresidente por algún tiempo de Ernesto Samper, Humberto de la Calle Lombana, era el ministro de Gobierno en la administración de César Gaviria, y firmó el acta de proclamación de la Carta Política, junto a los copresidentes de la asamblea: Álvaro Gómez Hurtado, Horacio Serpa y Antonio Navarro. Como se mencionó Carlos Holmes Trujillo, Horacio Serpa y Angelino Garzón también hicieron parte en su momento de otras iniciativas de paz gubernamentales, aunque no como jefes negociadores como tal.  A ello se suma que el hoy canciller, Álvaro Leyva, también fue constituyente y se le considera como uno de los principales instrumentadores de este nuevo proceso de paz con el Eln, desde el mismo momento en que Petro fue electo en junio pasado.

4. UNA LARGA TRAYECTORIA PÚBLICA: Patiño es profesional en Estudios Políticos y Resolución de Conflictos de la Universidad del Valle, experto en el diseño y la operatividad de observatorios sociales. Según se precisa en varios de los libros que ha escrito y distintos eventos, tras la terminación de la asamblea constituyente se dedicó a liderar procesos con los desmovilizados del M-19. Igualmente hizo parte de las directivas del noticiero AM/PM. Fue director del observatorio de culturas de Bogotá, durante la alcaldía de Gustavo Petro. También cofundador del Observatorio para la Paz. Ha trabajado en distintas iniciativas relacionadas con los procesos de paz y reconciliación. Igualmente fue asesor de la Cátedra de Paz y Observatorios de la Universidad de Manizales. Es coautor de varios libros sobre el conflicto armado, entre ellos “Guerras inútiles”, “Una historia de las Farc”, “Las verdaderas intenciones de los paramilitares”, “Las verdaderas intenciones de las Farc” y “Las verdaderas intenciones del Eln”. Igualmente ha sido columnista y analista de varios medios de comunicación.                 

5.  ¿CÓMO SERÁ LA INTERACCIÓN CON EL RESTO DEL EQUIPO?: el equipo de paz del gobierno Petro ya prácticamente está listo. Será encabezado por el propio Jefe de Estado que, al decir de los analistas, se ha cuidado al máximo de elegir personas de su más entera confianza y que, como premisa principal, tengan clara la instrucción de cumplir las directrices del Jefe de Estado al pie de la letra. Danilo Rueda, como Alto Comisionado de Paz, será el coordinador principal. Como fundador y secretario ejecutivo de la ONG Comisión Intereclesial de Justicia y Paz ha trabajado por años en iniciativas de pacificación y humanitarias con guerrilla, paramilitares y otros grupos armados. Las versiones extraoficiales ayer señalaban que también integraría la delegación la hoy senadora del Pacto Histórico, María José Pizarro. Esta escogencia recalca, entonces, que la negociación la manejará la antigua línea del M-19 (Patiño y Petro, el primero fue fundador y negociador del grupo subversivo, y el segundo es el desmovilizado de esa facción que más alto ha llegado en la política legal). A ellos se sumaría nada menos que la hija de Carlos Pizarro y quien, incluso, le impuso la banda presidencial a Petro el 7 de agosto, en un acto simbólico que generó múltiples interpretaciones. También estaría el senador Iván Cepeda, que desde tiempos del proceso de paz del Eln con Santos ya era cercano a esta negociación, junto al propio Leyva. Y, finalmente, los acompañaría el hoy embajador en Cuba, José Noé Ríos, nombrado por el gobierno Petro y quien hacía parte del equipo negociador de paz de Santos con el Eln, en agosto de 2018. Como se recuerda, el proceso fue congelado inicialmente por el entrante presidente Iván Duque y luego roto definitivamente a comienzos de 2019, tras el atentado a la Escuela de Cadetes de la Policía, en Bogotá.