¿Por qué el alud de precandidatos uribistas a la Presidencia? | El Nuevo Siglo
EL CENTRO Democrático tiene nueve nombres en la baraja de posibles precandidatos, de ellos cinco son senadores y dos representantes a la Cámara
/ENS
Martes, 29 de Junio de 2021
Redacción Política

Hay dos formas de analizar lo que implica para un partido político tener un alud de precandidatos a la Presidencia. De un lado, puede interpretarse como una señal de que en esa colectividad hay una incubadora de liderazgos nacionales en proyección, lo cual no solo es síntoma de una democracia interna dinámica y positiva, sino que también evidencia vocación de poder permanente.

Sin embargo, también hay otro flanco de análisis: que la proliferación de precandidaturas presidenciales sea un síntoma de la ausencia de liderazgos fuertes y consolidados, lo que lleva a dirigentes de distintos niveles a lanzarse a llenar esos vacíos, más allá de su verdadero potencial político y electoral. También puede interpretarse como una demora negativa y desgastante de la respectiva colectividad para definir las reglas del juego para la escogencia de su candidato único.

Hoy en día en el escenario político colombiano es claro que hay varios partidos con un amplio número de precandidatos presidenciales, y entre ellos el Centro Democrático y la Alianza Verde van a la cabeza, aunque parece claro que el uribismo lleva la delantera.

Hasta el momento en las toldas del expresidente ya son por lo menos nueve los nombres que han levantado la mano cuando les preguntan si estarían interesados en una eventual precandidatura presidencial de cara al proceso interno que ese partido debe abocar para escoger su aspirante único, el mismo que luego debe ir a la consulta interpartidista de la coalición de centro-derecha (a realizarse en marzo, de forma paralela a los comicios parlamentarios) para elegir al candidato único del bloque que enfrente a Gustavo Petro y Sergio Fajardo.

¿Quiénes han exteriorizado sus intenciones de ser precandidatos en el Centro Democrático, más allá de que hayan oficializado su aspiración de manera formal? La lista va así: senadores Paola Holguín, Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Carlos Felipe Mejía. María del Rosario Guerra le dijo a EL NUEVO SIGLO semanas atrás que hacia mediados del año definiría si vuelve a postularse.

Pero no son solo los senadores: hay dos representantes a la Cámara que también están estudiando si ponen sobre la mesa una eventual aspiración. La semana pasada se puso a sonar el nombre de la parlamentaria antioqueña Margarita Restrepo, en tanto que el congresista bogotano Edward Rodríguez, según la entrevista publicada ayer por este Diario, también evalúa una precandidatura, bajo la tesis de que varios sectores del partido se lo han pedido, pero él prefiere seguir recorriendo el país para construir una propuesta seria y estructurada.

Por fuera del Congreso también hay dirigentes que podrían entrar en la baraja. Desde hace meses se habla de la inminente aspiración del exministro y excandidato presidencial de 2014, Óscar Iván Zuluaga. Igual siguen las voces al interior del Centro Democrático que consideran que Tomás Uribe, hijo del exmandatario y exsenador, podría ser una alternativa para candidato presidencial, aunque él ha dicho en varias ocasiones que no está interesado en un cargo de elección popular.



Primero, “equipaje”: Uribe

Ayer el expresidente Álvaro Uribe, entrevistado por la W radio, respecto a por qué había tanta precandidatura y nada de reglas del juego para la escogencia del aspirante único, indicó que le dijo al partido que es “fundamental” tener primero la reforma tributaria, la del ahorro en el gasto público y la ampliación de la política social.

“Sin eso es muy difícil hacer campaña. Es una especie de equipaje necesario para que un partido que ha sido el de gobierno pueda hacer campaña”, precisó, sumando también la necesidad de apuntalar el tema de la seguridad.

Explicó también que debe ser muy “prudente” por su situación judicial personal, a la que calificó de “injusta pero grave”, ya que una participación activa suya en la campaña puede afectar alguna de las candidaturas de su partido.

Uribe sostuvo que a quienes han anunciado candidatura “… todo el respeto, todo el cariño. A todos les he dicho que es muy importante que antes de lanzar un proceso, ustedes tienen que definir las reglas, las fechas… Y tener este equipaje, poder contar con estas reformas, porque así nos las exige la opinión del Centro Democrático”.

Dijo el expresidente que admiraba y apreciaba a todos los que han anunciado una eventual aspiración, pero reiteró en la necesidad de tener el “equipaje” ya explicado. Incluso, el exmandatario esquivó hablar de una eventual candidatura del ex vicepresidente Francisco Santos, quien regresará al país en próximas semanas después de varios años en la embajada de Estados Unidos, en donde será reemplazado por el exministro Juan Carlos Pinzón.



“Sin alarma”

¿Entonces lo que debe esperarse es que salten más precandidatos?

EL NUEVO SIGLO habló con un alto dirigente del Centro Democrático respecto a las implicaciones del alud de precandidatos y qué podría significar esa circunstancia frente a la percepción del partido por parte de la opinión pública.

“… No le veo problema alguno, los verdes también tienen varios precandidatos y nadie está diciendo que ese partido adolece de liderazgos o tiene problemas internos… Segundo, tener varios precandidatos es importante para un partido o es que acaso alguien dijo había crisis en el Partido Demócrata, que tuvo más de diez nombres en las primarias presidenciales y hoy Biden es Presidente, o el Republicano, que en la primera elección de Trump también tuvo una amplia baraja de precandidatos y llegó a la Casa Blanca”, precisó la alta fuente, que pidió la reserva de su nombre.

Agregó que la principal prueba de que “no debe haber alarma” es que el Centro Democrático tuvo en 2017 cinco precandidatos (Iván Duque, Valencia, Guerra, Carlos Holmes Trujillo y Rafael Nieto) “… y no solo ganó la consulta popular para escoger candidato único de la coalición, sino las dos vueltas presidenciales”.

Sin embargo, otras voces del uribismo sostienen que, por el contrario, no es “sano” para la colectividad que se esté lanzando cada semana un nombre nuevo a la Presidencia. Incluso consideran que, en realidad, detrás de muchas de estas aspiraciones lo que hay es la competencia de varios de esos postulados por ser la cabeza de lista al Senado en marzo próximo.

Como se sabe, Uribe fue quien encabezó en 2014 y 2018 la lista, la primera vez en una plancha cerrada y la segunda con voto preferente. Como el expresidente, debido a su situación judicial renunció a su curul en septiembre del año pasado y no se volverá a postular, entonces hay un pulso por quién lo sucederá.

Hasta el momento se ha hablado de nombres como el de su hijo Tomás, el excandidato a la alcaldía capitalina Miguel Uribe Turbay o el de varios de los senadores que hoy figuran en la baraja de precandidatos presidenciales.

En medio de ese rifirrafe hay analistas que consideran que no importa si se analiza como positivo o negativo el alud de precandidatos presidenciales en el Centro Democrático, cuando lo que es preocupante, en realidad, es que ninguno de los nombres uribistas que están sobre la mesa marca alto en las encuestas. Por el contrario, en la última que se conoció el fin de semana, no figuró ninguno de los nueve nombres de precandidatos de este partido, y eso que el último aspirante en este sondeo apareció con 0%.