¿Por qué en Colombia no se ha implantado el voto electrónico? | El Nuevo Siglo
Dentro de las ventajas del voto electrónico estaría la rapidez en la entrega de los resultados y de las credenciales.
Domingo, 27 de Febrero de 2022
Redacción Política

La Corte Constitucional tiene en sus manos aprobar el nuevo Código Electoral que establece una serie de cambios para las elecciones, y uno de ellos tiene que ver con el voto electrónico. Sin embargo, algunos magistrados del alto tribunal advirtieron que los tiempos no darían para que esa normativa se aplique en los comicios de este año.

Sobre el particular, el problema que hay en este momento es que hasta que la Corte no emita un fallo sobre el proyecto de ley estatutaria de Código Electoral, en donde lo declare exequible en su totalidad o en sus apartes, entre ellos lo que tiene que ver con el voto electrónico mixto, el Ministerio de Hacienda no puede girar los recursos para la implementación de esta tecnología y, de contera, la Registraduría Nacional tampoco podrá hacer la respectiva contratación con un proveedor de estos equipos para los planes piloto, que tiene previstos en sitios como el Distrito de Buenaventura.

Por eso se ve poco probable que en la próxima cita con las urnas, se puedan implementar los planes piloto de voto electrónico mixto que ha anunciado el registrador Nacional, Alexánder Vega, pues entre otros aspectos hay que considerar que por la cuantía del contrato se tiene que realizar una licitación pública para que participen los respectivos oferentes de esta tecnología, la cual no se realiza de un día para otro.

De pronto habría todavía alguna posibilidad de que al voto electrónico mixto se le vea la cara en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, prevista para mayo próximo. Pero igual si se demora más tiempo el fallo de la Corte sobre esta reforma, también se vería frustrada esa intención.

El voto electrónico mixto es el marcado por el votante con ayuda de tecnología en el proceso de emisión y conteo.

La reforma al Código Electoral establece que la terminal electrónica en donde se consigne la preferencia no podrá estar conectada a una red pública y deberá producir una constancia del voto que será depositada en una urna ante el jurado de votación. En caso de diferencia entre los votos consignados en la máquina y las constancias depositadas en las urnas, prevalecerán estas últimas.

Dicho Código fija que se garantizará que la arquitectura y el código fuente de la tecnología que se implemente para el voto electrónico mixto sea auditable.

No es la panacea

Una de las personas que más conoce del tema en Colombia es Alfonso Portela, quien fue registrador delegado en lo Electoral de la Registraduría Nacional del Estado Civil, y quien habló con EL NUEVO SIGLO sobre esta reforma. Portela es claro al afirmar que no ve el voto electrónico como una necesidad imperativa para el proceso electoral, porque hay otros puntos más importantes del proceso que requieren más la atención antes que reemplazar la papeleta por una máquina.

También considera que, en cuanto a la implementación, debe ser un proceso lo suficientemente extenso, con toda la preparación y el cuidado posibles para que en algunos lugares se vaya a empezar a trabajar con voto electrónico.

“La experiencia que tienen algunos países con el voto electrónico no es muy significativa y, por ende, yo creo que en Colombia no es una necesidad en pro de la mejora del proceso electoral. Una máquina de voto electrónico no va a solucionar el problema de la compra de votos, del clientelismo, del trasteo de electores”, señaló Portela.

Asimismo, aseguró que el mejor escenario para usar este método de sufragar podría ser el de los colombianos en el exterior y también se podría usar una máquina de votación electrónica para las personas con discapacidad, pero opina que no es necesario usarlo en general, “porque el proceso colombiano, a pesar de las dificultades, goza de mucha credibilidad y cambiar por cambiar no tendría ningún sentido”.

Recordó que en Colombia se han aprobado varias normas con respecto al voto electrónico y que desde el código del 86 se viene hablando del tema. “Se han venido aprobando en el Congreso de la República diferentes normas que tienen que ver con el voto electrónico, pero ha sido imposible la implementación porque eso tiene unos ribetes de orden político y económico, especialmente, y yo creo que la escogencia de la tecnología ha sido el mayor trancón”, agregó.

“Yo tuve la oportunidad de ser secretario de la comisión que creó la Ley 1475 de 2011 para el voto electrónico y estuvimos muy cerca de la implementación, porque llegamos a un punto de hacer pruebas vinculantes y no fue posible porque faltó el presupuesto y de pronto un poco de voluntad al respecto”, sostuvo.

Añadió que no se ha implementado este proceso por dos razones: el aspecto económico y el formato a utilizar. “Yo creo que Colombia requiere, si se atreve a implementar el voto electrónico, que debe ser lo más sencillo posible para el ciudadano. Y que deje todas las trazas necesarias para que en el evento de ser auditado el resultado se pueda acudir a alguna traza que deje la máquina para el efecto de hacer las respectivas auditorías”.



En otros países

En cuanto a cómo está planteado en el código, Portela señala que podría ser un buen escenario “porque habla de forma gradual y podíamos comenzar por las grandes ciudades, ciertos escenarios para que la gente vaya usando la máquina y vaya teniendo confianza en el sistema. Si se pierde la confianza en el sistema, eso trae unas consecuencias muy graves para la democracia”.

Aseguró que entre las ventajas que tiene la implantación de este sistema estaría la rapidez en la entrega de los resultados y de las credenciales. “En nuestro caso del Congreso, desde hace muchos años se vienen entregando las credenciales de los congresistas casi que en la víspera de la posesión y esto deja un mal sabor en el ambiente, que reclama la agilidad en los escrutinios”.

Por último, subraya que el voto electrónico no se puede constituir como la panacea para resolver los problemas del proceso electoral en Colombia. Asimismo, afirmó que en un país industrializado muy cercano a la tecnología como Alemania, se regresó del voto electrónico porque había una serie de aspectos que no generaban confianza. “España, por su parte, vende voto electrónico, pero no lo aplica. Paraguay ha tenido experiencias amargas con el voto electrónico. Lo que ha ocurrido en Venezuela y las diferentes calificaciones pésimas de los dispositivos de voto electrónico que son fácilmente manipulables dejan un mal sabor para traer una tecnología de ese tipo a Colombia”.