Gabriel Sonny Cubillos

Periodista de EL NUEVO SIGLO

El próximo 31 de octubre finalizará la extensión del mandato de la presencia en Colombia de la Oficina del Representante de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

En este sentido el representante Todd Howland espera que el próximo Presidente de la República, que se posesionará el 7 de agosto venidero, extienda la presencia de este organismo, que además de documentar la situación de derechos humanos en el país presta su colaboración para su mejoramiento.

En ese propósito, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos participó en la presentación de la política pública de articulación interinstitucional de atención a las víctimas de violencia sexual presentada por el Estado. La Oficina ha acompañado a la Vicepresidencia de la República en el proceso de consolidación del sistema de derechos humanos en Colombia, entre otras actividades.

EL NUEVO SIGLO: ¿Si no se da la reelección del presidente Juan Manuel Santos qué pasaría con la extensión del mandato en Colombia a la oficina de Derechos Humanos de ONU?

TODD HOWLAND: Bueno, hay dos posibilidades: quien gana puede extender nuestro mandato o quien gana no va a extender nuestro mandato, y creo es importante por nosotros y sociedad civil preguntar a las candidatas y candidatos cuál es su plataforma en derechos humanos y su relación con nuestra oficina.  

ENS: ¿Cómo va la implementación de las oficinas de derechos humanos que ONU abrió el año anterior en Quibdó, Barranquilla y Neiva?

TH: Creo están andando muy bien porque ahí en Chocó ya existe relación con todas las autoridades del Estado, existe una relación con la sociedad civil y estamos no solamente documentando sino facilitando el mejoramiento de la situación.

Entonces es importantísimo este cambio porque estamos mirando que en Huila tenemos que ser más certeros en estos problemas porque estos problemas se encuentran en Chocó, en la costa del Pacífico, en Nariño, en Caquetá. Tenemos que estar más cerca.

ENS: ¿Específicamente en qué está enfocado el trabajo de estas tres oficinas regionales?

TH: Bueno, creo que en realidad la presencia ahí, por ejemplo, en la costa Caribe está creando nueva confianza en razón de este proyecto de restitución de tierras porque la gente estaba preocupada de cómo hubo dos muertes dentro de un mes de la visita del Presidente. Entonces creo que nuestra presencia está creando un puente de confianza para la gente aplicar y utilizar este programa.

ENS: ¿Pensarían en abrir más oficinas regionales si les extienden el mandato en Colombia?

TH: No es solamente que estamos pensando, creo que ya estamos hablando. Ya con el Ministerio de Relaciones Exteriores  está empujando por más años que tenemos que estar más cerca de los problemas, y hoy en día cuando hay un proceso de paz, esto puede abrir un espacio para nosotros estar en los lugares más precarios.

ENS: ¿En qué consisten los informes que están entregando al Departamento para la Prosperidad Social sobre el flagelo de la pobreza?

TH: Como tenemos 80 comunidades que son priorizadas en razón que son un tipo de muestra, estamos llegando a estas comunidades por lo menos dos veces cada cuatro meses. Estamos constatando qué está pasando, entonces nosotros podemos dar un tipo de feed-back (retroalimentación) para el Departamento de la Prosperidad Social en razón de cómo están funcionando de manera concreta sus programas en estas comunidades donde tenemos relación.

El mandato

La oficina del Representante de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos llegó a Colombia en 1997 por invitación del Gobierno nacional, en uno de los peores momentos de la violencia en el país propiciada por grupos paramilitares, guerrilleros y el narcotráfico.

En julio del año anterior, la propia alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, aprovechó su visita a Colombia para formalizar la extensión del mandato de esta oficina en el país.

De otra parte la semana anterior, Pillay presentó en Ginebra (Suiza) el informe evaluador de los derechos humanos en Colombia durante el año 2013, destacando el empeño del gobierno Santos en sacar adelante un proceso de paz con las Farc.