41 actos terroristas al transporte vial de carga en dos años: Colfecar | El Nuevo Siglo
Nidia Hernández, presidenta ejecutiva de Colfecar. / Foto Facebook Colfecar



Viernes, 19 de Enero de 2024
Redacción Política

Colfecar (Federación Colombiana de Transportadores de Carga Terrestre) hace parte del Consejo Gremial, que el pasado jueves emitió un comunicado por la oleada  de hechos violentos contra el sector productivo en distintas regiones del país, en el que pide al Gobierno un plan integral de seguridad.

La presidenta ejecutiva de Colfecar, Nidia Hernández, dijo a EL NUEVO SIGLO que desde hace un año se ha recrudecido la inseguridad para los transportadores de carga por carretera, especialmente por extorsiones de grupos delincuenciales. 

Explicó que esta situación, además de la zozobra que genera en los transportadores, perjudica la operación de los vehículos y sube el valor de las pólizas.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es la situación de seguridad del sector transportador?

NIDIA HERNÁNDEZ JIMÉNEZ: La inseguridad la venimos sufriendo desde el año pasado. Esto es grave porque, además, el Fondo de Seguridad Vial (Fosevi) tuvo una reducción del 50 % en su presupuesto en 2023, comparado con 2022. 

Obviamente como sector transportador estamos viviendo actos de terrorismo que terminan en la incineración de vehículos, extorsiones a empresarios, el cobro de ‘vacunas’ a conductores y secuestros de estos, que luego son liberados. Intimidaciones al sector transportador para que no saquen los vehículos para movilizar carbón, como lo que está ocurriendo en Norte de Santander, en donde desde principios de enero se declaró un paro armado por parte de grupos ilegales. 

ENS: En redes sociales se hicieron virales videos donde se ve a grupos de personas impidiendo el paso a los camiones para robarlos, ¿qué se ha hecho al respecto?

NHJ: Esos grupos de gente que se atravesaba a las tractomulas para tratar de detener su paso y violentarlas es algo que se ha controlado por parte de las autoridades. Hay que reconocer la labor de la Policía de forma significativa en ese sentido. 

ENS: ¿Tienen estimaciones de las pérdidas económicas por la violencia y este tipo de ataques?

NHJ: No es tan fácil el cálculo, porque desgraciadamente no todos denuncian, entonces no tenemos un estimado de pérdidas totales, pero por cuenta de 41 actos terroristas desde agosto del 2022 y hasta la fecha, las afectaciones económicas son altas.

ENS: ¿Cuál ha sido la respuesta por parte del Gobierno a la grave situación de seguridad?

NHJ: En conjunto con todos mis colegas del Consejo Gremial Nacional estamos solicitando la audiencia nuevamente con el ministro de Defensa, con los comandantes del Ejército y la Policía, para que nos puntualicen cuáles van a ser las estrategias a desarrollar este año. Esto porque se están afectando, además, el sector de cultivo de caña de azúcar, los ganaderos y los comerciantes, entre otros, que desgraciadamente están viviendo dificultades, tanto en lo rural como en lo urbano.

ENS: Se ha escuchado a conductores advirtiendo que si la situación sigue así, van a tener que armarse para defenderse, ¿qué piensa Colfecar de esas afirmaciones?

NHJ: Eso sería algo muy grave, porque para resolver un conflicto no es necesario responder con más violencia. Para el gremio de los transportadores las armas deben permanecer en manos del Estado únicamente, por lo que hacemos un llamado a la calma.

ENS: ¿Los niveles de inseguridad incrementaron el valor de las pólizas para el sector?

NHJ: Sí, porque cada vez que una compañía tiene un siniestro o si un transportador de carga se ve afectado por un proceso de terrorismo, inmediatamente las primas suben. 

Si además tiene siniestros recurrentes, pues básicamente la compañía de seguros toma la decisión de no seguir amparándolo. Entonces, si a una persona le queman un vehículo, aunque la póliza de terrorismo se encuentra activa, el trámite para lograr la indemnización no es tan sencillo. Ahora, ¿qué pasa con esa persona cuando se queda sin ese vehículo? Pues queda con un lucro cesante que, obviamente, impacta a todas las personas naturales, sobre todo los pequeños camioneros. 

ENS: ¿Cuál es el valor de esas pólizas y cuánto están pagando los transportadores anualmente por seguridad?

NHJ: El costo de las pólizas depende del tipo de vehículo y del modelo. No es tan fácil determinar un valor, porque desgraciadamente el parque automotor en Colombia es una de las flotas más viejas de las Américas, debido a que nos referimos a vehículos con más o menos un promedio de 21 años de antigüedad.

ENS: Por la inseguridad en las carreteras algunos transportadores han contratado escoltas y otras medidas para salvaguardar la vida, los vehículos y la carga. ¿Eso cómo impacta los costos del servicio?

NHJ: El valor se impacta mucho. En departamentos como el Cesar, los Llanos Orientales o en Chocó, no se puede transitar tarde de la noche. Ahí la productividad del vehículo disminuye, porque ya no se puede circular las 24 horas. Además de eso, hay compañías de transporte que tampoco pueden operar, por la situación de riesgo del personal en algunos lugares de origen y destino, o a la entrada y salida de las ciudades. En todo ello hay muchos costos implícitos. 

ENS: Frente a la situación de inseguridad, el aumento de los peajes, el incremento en la canasta de insumos sectorial y la posible alza en los precios del ACPM, ¿cómo ve el panorama para el sector este año? 

NHJ: Arrancamos enero con un incremento en los peajes que, aunque estaba anunciado en el 13 %, finalmente terminó siendo del 15 %, porque también aumentó el Fosevi, que es el impuesto a la seguridad vial. Nosotros no vemos mal que se incremente toda la inversión para garantizar la seguridad en carretera, pero sí queremos un mejor uso de los recursos. Es decir, no tantas cámaras de seguridad, pero sí aumentar el pie de fuerza para vigilancia en las carreteras. 

Ahora bien, estamos esperando el segundo aumento de peajes, que se va a dar para mediados del año y, además, hacemos parte de la Cámara Intergremial del Transporte, que viene sosteniendo reuniones con el Ministerio de Hacienda para poder concertar el tema del precio del diésel. 

Hemos presentado una propuesta para que se revise la fórmula que fija el precio del combustible y estamos en esas discusiones, esperando que el 31 de enero tengamos autorizado por parte del Gobierno el aumento en el costo-servicio.

ENS: ¿Ese aumento lo asumen los transportadores o se lo transfieren al usuario final?

NHJ: El aumento lo termina asumiendo el contratista. Es importante tener en cuenta que el combustible representa el 40 % de la estructura de costos de transporte. Entonces, si se llegara a presentar un incremento en el diésel, de inmediato impactaría los fletes y, así mismo, el precio de los productos que transportamos.

ENS: ¿Cómo le fue al sector del transporte el año pasado?

NHJ:  El año pasado, por la caída de la industria, de la construcción y del comercio, que son tres de los jalonadores de carga del país, evidentemente el transporte se vio afectado, ya que los generadores también han presentado índices negativos. Esperamos que para este año se trace una hoja de ruta que permita una reactivación económica y que también se ejecuten todas las sugerencias que hemos presentado desde el Consejo Gremial al Gobierno para que el país logre la reactivación y no pase lo que está pronosticado en cuanto a tener un comportamiento económico negativo.

 

Estado de las carreteras

ENS: En cuanto al estado de la infraestructura vial, ¿cómo ven la respuesta del Gobierno para que se mejore?

NHJ: Nosotros venimos sosteniendo con la viceministra de Infraestructura un comité al respecto y expresamos inquietudes sobre el estado de algunas vías que son estratégicas para permitir el abastecimiento del país y que desafortunadamente están teniendo graves afectaciones.

Por su parte, la viceministra invita también a las concesiones para que nos presenten cómo van los adelantos de las obras. Digamos que vemos y aplaudimos la buena voluntad de la viceministra en querer liderar esos comités, pero lo cierto es que la infraestructura vial se ha visto gravemente afectada por diferentes temas, como derrumbes, avalanchas y bloqueos que finalmente terminan convirtiéndose en cuellos de botella. 

Solo el año pasado hubo 742 bloqueos por parte de comunidades inconformes, más los cierres viales y la ola de inseguridad. Esos son los tres flagelos más grandes que viene enfrentando el sector.