A raíz de la crisis de orden social en el Catatumbo, los problemas fiscales en el país, el colapso en el sistema de salud y las fricciones recientes con el gobierno de los Estados Unidos, el expresidente Álvaro Uribe Vélez realizó duros señalamiento contra el gobierno Petro y una vez más culpó al mandatario de llevar a Colombia a un “naufragio” del que será difícil la recuperación.

Uribe, quien ha hecho varios ejercicios de oposición y demanda contra el gobierno Petro, habló inicialmente de los problemas que de diplomacia con la administración Trump, y que propiamente Uribe ayudó a solventar el pasado 26 de enero. Aseguró que “los pasajeros desembarcan del naufragio inducido de la tripulación. ¿Cómo pretender que los colombianos no se vayan? ¿Cómo pretender que regresen al país?”.

Enseguida el líder del partido Centro Democrático puntualizó en que desde el Gobierno “se quiebra la salud; se encuentra la manera de gastarse los recursos de los fondos pensionales. Van a dejar al país con graves riesgos energéticos. Apuntan a quebrar las empresas de servicios públicos”.

Asimismo, destacó que el país se encuentra en serios problemas de impuestos, además de la baja recaudación del año pasado, y alertó sobre la existencia de nuevas reformas que “amenazan la inversión y el empleo”. Uribe también cuestionó los gastos burocráticos, que se han elevado de manera exponencial en la administración Petro tras la apertura de un nuevo ministerio y múltiples embajadas y consulados alrededor del mundo, entre ellos la FAO en Italia, una de las delegaciones que más gastos generan para su sostenimiento.

Finalmente, Uribe puntualizó en la crisis del Catatumbo, que ha dejado más de 55.000 desplazados, señalando que “pretenden resolverla con la tiranía corrupta de Maduro que invadió al Catatumbo. ¡Qué difícil será recuperar a Colombia del naufragio inducido por la tripulación ‘petrosantista’!”.

Su análisis fue celebrado por actores adeptos a su partido, quienes hicieron énfasis especialmente en los problemas económicos y la ruptura de relaciones con Estados Unidos, a la vez que con una cooperación con las fuerzas militares venezolanas en la frontera para atender, según lo explicado por los dos mandatarios, la crisis de orden social provocada por el Eln.