La violencia en el suroccidente del país continúa arreciando. Prueba de ello es que, a través de un comunicado conjunto, la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en cabeza del cardenal Luis José Rueda Aparicio, y los obispos de los departamentos de Cauca y Nariño, hicieron un llamado urgente a los actores armados y a las autoridades para que se desescale el conflicto que tanto daño está causando en estas regiones del sur del país. Asimismo, pidieron facilitar la atención humanitaria para sus comunidades.