La exposición de la obra del pintor y escultor colombiano Fernando Botero en España no solo confirma la dimensión universal de su producción artística, sino el gran interés que esta sigue despertando en el Viejo Continente. De hecho, continúa siendo uno de los principales referentes del talento latinoamericano en un país que, junto a Italia, vio por muchas décadas evolucionar al maestro antioqueño.
No en vano la exposición recién inaugurada en el Palau Martorell de Barcelona ha sido destacada por las principales publicaciones especializadas en Europa y Estados Unidos.
Según se lo explicó a EL NUEVO SIGLO la hija del maestro, Lina Botero, quien junto con Cristina Carrillo de Albornoz está al frente de la gran muestra en España, allí se hace un recorrido de fondo sobre el uso de distintas técnicas pictóricas de Botero en su larga y prolífica carrera. Para ello se han reunido 110 obras, gran parte inéditas, muchas procedentes de colecciones privadas. Se incluyen esculturas, óleos, acuarelas, sanguinas, carboncillos y dibujo a lápiz. Esto implica, entonces, que el espectador podrá navegar por la amplitud y grandeza de uno de los principales artistas del siglo pasado y comienzos de este.
Como si lo anterior fuera poco, la muestra en España permitirá apreciar por primera vez dos obras excepcionales del maestro. La primera es una versión de “Las Meninas” de Velázquez, obra que siempre estuvo colgada en el estudio parisino del artista. También se exhibirá “Homenaje a Mantegna”, procedente de una colección privada de Estados Unidos. Se trata de un cuadro pintado en 1958 y con el que ganó Botero en el Salón Nacional de Artistas.
Habrá nuevas muestras en todo el mundo para que se puede apreciar en toda su dimensión el legado artístico del antioqueño. Un legado global e interminable. No en vano la exposición en España se llama: “Fernando Botero. Un maestro universal”.