El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, descartó ayer repatriar a la fuerza a los migrantes ilegales. /AFP
Jueves, 18 de Julio de 2024
Frente a la tensión que se ha generado en las últimas semanas por la drástica política migratoria del nuevo gobierno panameño y el cierre de varios pasos ilegales en la frontera con Colombia, incluso instalando mallas alambradas, ayer el presidente del país del istmo dio un mensaje medianamente tranquilizante. Mulino descartó ayer repatriar "a la fuerza" a los migrantes que crucen la peligrosa selva del Darién. "No podemos meterlos presos, no podemos repatriarlos a la fuerza", dijo. Sin embargo, al asumir el mando el 1 pasado de julio había prometido devolver a sus países de origen a los migrantes que llegaran a Panamá cruzando la inhóspita selva y "cerrar" esta ruta utilizada por más de medio millón de personas en 2023. Ese mismo día Panamá firmó un acuerdo con Estados Unidos mediante el cual Washington se comprometió a aportar seis millones de dólares para financiar las repatriaciones y otros gastos.