Tras una visita de 17 días a Israel, la representante especial de la ONU sobre la violencia sexual en los conflictos informó ayer que ella y un equipo de expertos habían encontrado "información clara y convincente" de que se habían cometido violaciones y torturas sexualizadas contra rehenes capturados durante los ataques del 7 de octubre. Añadió que también hay motivos razonables para creer que dicha violencia, que incluye otros "tratos crueles, inhumanos y degradantes", puede continuar contra quienes siguen retenidos por Hamás y otros extremistas en la Franja de Gaza.