Un atinado observador llamó la atención la semana pasada sobre una circunstancia que se presentó en el debate, en la plenaria del Senado, al proyecto de acto legislativo para la paz. Se trata de que, como si fuera una especie de déjà vu, en el recinto estaban presentes el jefe negociador de paz, Humberto de la Calle Lombana y los senadores Horacio Serpa y Antonio Navarro. Los tres, como se recuerdan, fueron protagonistas de la Asamblea Constituyente de 1991, el primero como Ministro de Gobierno y los segundos como copresidentes. Sólo faltaba en ese análisis sobre la paz y la reforma a una Constitución que se promulgó como un “tratado de paz”, el asesinado dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado. 

 

Decepción por PIB

 

Más allá de lo que se dijo públicamente, en el alto Gobierno no cayó muy bien que el crecimiento económico del primer trimestre apenas si fuera del 2,5 por ciento. Se esperaba que, por lo menos, el PIB entre enero y marzo se ubicara por encima del 2,8 por ciento. Por lo menos así lo evidenciaban los análisis internos en el Ministerio de Hacienda y otras instancias oficiales, en donde se pensaba que los indicadores sectoriales de finales de 2015 y de comienzos de 2016 daban para apostar por un resultado superior al que finalmente fue revelado por el DANE el viernes pasado. Ahora las previsiones respecto a lo que pueda pasar en este segundo trimestre, que inicialmente también se fijaban alrededor del 2,8 por ciento, como mínimo, tendrán que repensarse, obviamente, a la baja, pese a que en construcción e industria hay mejores desempeños en los últimos dos meses.

 

Impacto del paro 

 

Para varios dirigentes de gremios económicos el Gobierno tiene que acelerar las negociaciones para el levantamiento del paro campesino e indígena, ya que una semana más en esta circunstancia de anormalidad podría salirle bastante cara en materia de PIB del segundo trimestre. “… En el primer trimestre cayó la Semana Santa y ello terminó impactando sobre el desempeño económico… Ahora tenemos el problema del paro agrario que lleva una semana y genera problemas en el transporte, flujo económico y abastecimiento de varias regiones… El impacto de esta clase de protestas no tiende a ser mayor si apenas se trata de unos pocos días, pero si se alarga la cuestión se torna grave e impactará el PIB en algún porcentaje, pequeño pero no despreciable”, le dijo a EL NUEVO SIGLO un reconocido dirigente empresarial que pidió la reserva de su nombre.

 

Anti-‘ollas’

 

El tema del ‘Bronx’ llegará al Congreso, con el fin de pedirle al Gobierno que genere una nueva estrategia para afrontar la crisis de seguridad urbana que se vive en varias capitales departamentales en donde también hay sectores que se han convertido en peligrosas y establecidas ‘ollas’ de microtráfico, prostitución, hurtos y otra clase de delitos. Incluso en medio de ese debate se le pedirá al Gobierno que diga de una vez por todas si archivó su propuesta de crear un Ministerio de Seguridad y Convivencia Ciudadana, tal como el presidente Santos lo había prometido en su campaña reeleccionista.