La oficialización hoy de la aspiración reeleccionista del presidente Santos tendrá dos efectos inmediatos en el alto Gobierno. De un lado ya se impartió instrucción clara a todos los integrantes del gabinete para que eviten al máximo pronunciarse sobre temas de política proselitista. Sólo hay dos excepciones: el titular del Interior, Aurelio Iragorri, quien por ser el ministro de la política y, sobre todo, de la defensa política del Gobierno, tiene como función natural replicar las críticas de la oposición a la gestión del Ejecutivo y al accionar del Jefe de Estado, pues es claro que éstas aumentarán en campaña de manera sustancial.

Sí pero no

La otra excepción se refiere a la canciller María Ángela Holguín, pues es claro que a ella en sus constantes giras internacionales en muchas ocasiones le tocará responder preguntas sobre la campaña política en Colombia y la aspiración a repetir de Santos. Obviamente sus pronunciamientos deben limitarse a temas meramente informativos, referidos a que el Estado ofrece todas las garantías para el proceso democrático y que el Gobierno sí quiere la continuidad en el poder porque considera que hay temas muy importantes, sobre todo en el campo del proceso de paz, que deben ser culminados dada su trascendencia para el país. Hasta ahí, pues cualquier valoración específica sobre campaña o candidatos podría meterla en problemas con la oposición y la Procuraduría.

Estatuto de reelección (I)

Y hablando del ambiente político, EL NUEVO SIGLO conoció que un senador dio instrucciones a su unidad de trabajo legislativo para que empiece a recaudar información acerca de los estatutos de reelección que existen en otros países en donde la posibilidad de repetir en el cargo de jefatura de Estado tiene más tradición y desarrollo normativo que en Colombia. La idea es ir recogiendo material para identificar cuáles de esas regulaciones podrían ser aplicables al caso colombiano, con el fin de que el próximo año se pueda llevar al Congreso un proyecto de Estatuto integral y moderno. Es apenas obvio que ya no aplicaría para la campaña de cara a la competencia por la titularidad de la Casa de Nariño después de agosto de 2014.

Estatuto de reelección (II)

“… Lo que vemos es que la figura de la reelección en Colombia es muy joven y no tiene un Estatuto marco que la desarrolle y normativice de manera clara y puntual, hasta en los más pequeños detalles… La Ley de Garantías es un ejercicio de regulación que estuvo bien para la primera reelección, en gran parte porque se viabilizó por el cambio de una norma constitucional, lo que se llamaba el ‘articulito’… Pero ya han pasado varios años y está quedando más que claro que hay asuntos muy puntuales que la Ley de Garantías no regula de manera taxativa, lo que deja entonces un gran margen de interpretación a magistrados y altos funcionarios… Se requiere de un Estatuto de la Reelección integral, coherente y que incluya todos los desarrollos jurisprudenciales sobre los alcances de la Ley de Garantías Electorales emitidos por el Consejo de Estado y la Corte Constitucional en los últimos años”, precisó el asesor del senador que presentaría el proyecto el próximo año.