Pocos dolientes | El Nuevo Siglo
Jueves, 5 de Junio de 2014

Tal como lo indicó en su edición de ayer EL NUEVO SIGLO el proyecto de ley ordinaria que reforma el sistema de salud está listo para ser archivado. Sin embargo, no hay muchos dolientes, pues tanto en los círculos gubernamentales como en los parlamentarios ya se daba por descontado no sólo que no alcanzaba el tiempo para evacuar la iniciativa en la Comisión VII de la Cámara y luego en la plenaria de la misma corporación, sino que el adelgazamiento del articulado fue tan drástico que, en privado, no pocos senadores y representantes advertían que el espíritu de la proyectada norma se había desfigurado sustancialmente, por lo que aprobarlo podría tener un impacto muy bajo frente a la gravedad de la crisis del sistema.

 

Nuevo dilema

El interrogante ahora es qué hacer en la próxima legislatura. Mientras para algunos parlamentarios lo mejor es volver a presentar el proyecto que salió de Senado, con los primeros ajustes hechos en el arranque del tercer debate, bajo la tesis de que el adelgazamiento del articulado se hizo para agilizar su trámite, para otros congresistas lo mejor es presentar un nuevo proyecto, construido desde cero y que contemple muchos cambios que ya se han hecho vía reglamentaria y que también refleje los condicionamientos que impuso la Corte Constitucional al declarar la exequibilidad de la ley estatutaria de reforma a la salud.  

 

Papayazo político  

En las toldas de la campaña zuluaguista hubo ayer quienes consideraron un ‘papayazo’ el haber recibido la adhesión de un pequeño grupo de dirigentes de la Alianza Verde el mismo día en que el grueso de los congresistas y dirigentes de esa colectividad oficializó su apoyo a la campaña reeleccionista de Santos. Y es que la diferencia de apoyos fue notoria por tanto mientras que el grupo que respaldó a Zuluaga estuvo encabezado por un concejal bogotano, el que adhirió al Presidente-candidato tenía a los congresistas Ángela Robledo, Jorge Londoño, John Sudarsky (exprecandidato presidencial con más de 350 mil votos en la consulta de marzo), Carlos Amaya y Luis Carlos Avellaneda. Obviamente, no pocos analistas y observadores compararon el volumen de ambos apoyos y es claro que el santista salió ganando.

 

Tres temas  

Los medios de prensa internacionales han emitido despachos en donde resaltan la singular forma de ser de los colombianos al describir el apasionamiento con que suelen cambiar de un tema a otro en cuestión de segundos. Un periodista español advertía que era sorprendente ver cómo los colombianos podían en cuestión de pocos segundos trabarse en hondas discusiones por temas que iban desde la accidentada campaña presidencial, la expectativa por el debut de la selección de fútbol en el Mundial de Brasil y la irrupción de los triunfos ciclísticos, sobre todo por la estelar actuación en el Giro de Italia.

 

Tolerancia política

Lo que sí han ponderado en varios de sus despachos noticiosos los corresponsales extranjeros es el clima de tolerancia política que prima en el país, pues los candidatos y las campañas se acusan de todo y afortunadamente las peleas no han pasado a mayores. Y lo hacen al recordar como dos décadas atrás en Colombia hubo varios candidatos y precandidatos presidenciales asesinados o víctimas de graves atentados y amenazas.