Mucho trabajo…
Para varios congresistas este ha sido uno de los años de más trabajo no solo porque tras terminar las sesiones, en diciembre pasado, entraron de lleno en la actividad electoral en pos de su reelección y no dieron tregua hasta el día de los comicios parlamentarios, el pasado 11 de marzo. Tras ello tuvieron que emplearse a fondo, no solo en el remate de la legislatura sino principalmente en la recta final de la campaña presidencial. Todo ese ajetreo solo vino a terminarse el pasado 17 de junio con la realización de la segunda vuelta presidencial. Pero dos días después tuvieron que volver a su trabajo legislativo en un ritmo, por demás, acelerado debido al gran retraso de la agenda, sobre todo en muchos proyectos de primera orden. Muchos esperaban terminar sesiones la semana pasada, pero el Gobierno citó a sesiones extras hasta el 2 de julio. Es decir que los senadores y representantes reelectos solo tendrán un poco más de dos semanas de vacaciones, ya que el 20 de julio deberán posesionarse.
Listas 6 oficinas más
Y hablando del nuevo Parlamento, una alta fuente administrativa del Senado dijo que “no había problemas” para dotar de oficinas a los nuevos seis integrantes de la corporación, en referencia a los cinco congresistas de las Farc y a la curul que Gustavo Petro ganó de manera automática tras perder en la segunda vuelta presidencial. Lo que todavía no está definido claramente es a cuáles comisiones irán estos nuevos parlamentarios porque en el proyecto de ley que se está tramitando en sesiones extras simplemente se reforma la Ley Quinta o Reglamento Interno del Congreso en lo atinente al aumento de escaños pero no se señalan las células parlamentarias específicas a las que deban integrarse los nuevos congresistas. Sin embargo, los parlamentarios electos del partido Farc han insistido en que deberían ir a las comisiones que tramiten temas relativos al acuerdo de paz, en especial las primeras.
El nuevo quórum
Lo que sí ya parece claro es que el quórum en la plenaria del Senado será mucho más alto, sobre todo para proyectos que requieran votación calificada, ya que no se requerirán los 52 votos tradicionales sino que al elevarse el pleno a 108 senadores cualquier iniciativa estatutaria o de otra índole especial requerirá el apoyo mínimo de 55 de los parlamentarios de la cámara alta.
Sin embargo… (I)
Ahora, como se sabe, todo dependerá de lo que finalmente pase con las curules de Antanas Mockus -cuya suerte era decidida ayer al cierre de esta edición por el Consejo Nacional Electoral- y de la senadora electa Aida Merlano, hoy presa. Según se decía ayer en los pasillos del Senado, dadas las imputaciones de inscripción anómala contra el exalcalde bogotano, así como las acusaciones de fraude electoral contra la dirigente conservadora del Atlántico, tendría que aplicarse la sanción de “silla vacía” en ambos casos. Entonces el pleno del Senado ya no sería de 108, sino de 106 senadores.
Sin embargo… (I)
Hay otras interpretaciones referentes a que esta sanción solo aplica para quienes se han posesionado y, por tanto, si ello no ocurre en el caso de Mockus o Merlano, deberían entrar en su reemplazo los siguientes no elegidos de las respectivas listas al Senado. Un periodista de EL NUEVO SIGLO, consultó al respecto a uno de los senadores que fue ponente, año atrás, del proyecto de “silla vacía” y éste respondió -pidiendo la reserva de su nombre- que “no había que buscarle cinco patas al gato sabiendo que tiene cuatro”, en referencia a que la pérdida de los escaños no tenía reversa, tanto para los conservadores como para la Alianza Verde.