Sin modificar discurso contra migración ni promesas, Trump conquista voto latino | El Nuevo Siglo
Lunes, 28 de Octubre de 2024
Redacción internacional con Europa Press

EN la pasada campaña presidencial (2019), el expresidente republicano Donald Trump abrió un ‘hueco’ en el electorado latino, resquebrajando ese sector tradicionalmente demócrata. Desde que tempraneramente anunció su aspiración por volver a la Casa Blanca, comenzó a ganar terreno entre esta comunidad, al punto que hoy puede ser el ‘agujero’ que le permita lograrlo.

Con las encuestas manejando cifras en un frágil equilibrio, sin un favorito claro entre Trump y la vicepresidenta candidata Kamala Harris, la elección presidencial en Estados Unidos que se surtirá este 5 de noviembre puede decidirse, una vez más, por un puñado de votos y los de la comunidad latina, que representa un quince por ciento del electorado, puede ser clave.

Más de 36 millones de latinos, de los 65 millones que viven en Estados Unidos, están habilitados para participar en estas presidenciales. Son el grupo racial y étnico con mayor crecimiento desde las últimas elecciones, siendo así que cada año alrededor de 1,4 millones de hispanos obtienen el derecho a votar.

Se trata de un grupo de votantes muy disputado, al igual que muy heterogéneo, que se concentran principalmente en los estados de California, Texas, Nevada, Florida, Nueva York, Pensilvania y Arizona, si bien es en Nuevo México donde se alcanza el mayor porcentaje de electores latinos, con el 45 por ciento.

Tradicionalmente, los ciudadanos de origen latino han votado sobre todo demócrata, si bien en los últimos años se han reducido esas distancias y el expresidente y candidato republicano, Donald Trump, como reseñamos, lenta pero sostenidamente ha ganado terreno desde el 2020.

Sin embargo, analistas y encuestadores destacan que el electorado latino cuenta también con menores tasas de participación que otros grupos, debido, entre otros factores, a que se trata de una población que es demasiado joven para votar, o bien no cuentan todavía con la ciudadanía estadounidense para poder hacerlo.

Sin embargo, las mismas mediciones desde meses atrás muestran cómo se han ido decantando los jóvenes por uno y otro candidato, siendo la tendencia más favorable a Trump, especialmente en el grupo de 10 a 21 años que, al igual que los adultos mayores exaltan hoy que la situación del país y particularmente la que ellos vivieron fue mucho mejor durante la presidencia del líder republicano, con su eslogan de campaña luego implementado como política gubernamental “Hacer grande a América de nuevo” (MAGA por sus siglas en inglés).

Dos maneras de captar ese voto

Existe una gran diversidad entre los intereses y aspiraciones de la comunidad latina de Estados Unidos, por lo que dividir el voto por grupos étnicos es para muchos una forma errónea de establecer dinámicas entre los votantes, que en el caso de los hispanos, suelen votar en línea con el sentir popular del resto del estado.

Es el caso, por ejemplo, de la comunidad cubana en Florida, que al igual que el resto del estado se decanta por los republicanos, o en California, donde los hispanos, principalmente de Centroamérica, suelen votar demócrata como el resto.

En ese sentido, la retórica antinmigración de Trump no le ha privado de conseguir cada vez más el apoyo de los latinos, en especial el de los hombres, según un estudio de 'The New York Times' que establece que el apoyo hacia el Partido Republicano ha crecido en comparación a otras elecciones.

Trump no ha variado sus ideas, ni ha concedido gestos a los latinos, a quienes confía seducir como al resto, con promesas de fortalecer la economía estadounidense con medidas proteccionistas, desregularizando el mercado, bajando impuestos y persiguiendo el crimen, al que en muchas ocasiones vincula precisamente con la inmigración.

Según las encuestas, la principal preocupación de los votantes latinos es la economía, al igual que la gran mayoría del resto del electorado, por lo que la campaña de Trump no se ha molestado en dirigirse a ellos en otros términos, incluida la escasa presencia del español durante la campaña.

El evidente interés por atraer al electorado latino no ha evitado declaraciones de tinte racista como los pronunciadas por humorista Tony Hinchcliffe, conocido como Kill Tony, quien en el mitín de campaña (este domingo) de Trump en Nueva York se refirió a Puerto Rico como esa "flotante isla de basura" y reprochó a los latinos el hecho de que les encante tener bebés.

Por su parte, de la campaña de la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, se extraen más mensajes apelando al sentido de identidad de esta comunidad y la vicepresidenta ha prometido mejorar la situación laboral de los millones de trabajadores latinos, entre ellos los que se encuentran en situación irregular y que trabajan especialmente en labores agrícolas.

Del mismo modo, ha identificado la falta de acceso a oportunidades entre los latinos como uno los principales factores de discriminación. Para ello, ha prometido nuevas ayudas a emprendedores, para tener acceso a la vivienda, e incluso eliminar como uno de los requisitos para poder optar a más de 500.000 puestos públicos el hecho de contar con título universitario.

En las presidenciales de 2020, el 59 por ciento de los hispanos votó por Biden, que logró hasta el 63 por ciento en Arizona, uno de los estados clave que puede definir el sentido de unas elecciones muy ajustadas en las que el sentido del voto latino continúa siendo una de las principales incógnitas, con las encuestas dando una mínima ventaja a Harris.

Sin embargo, en el promedio de encuestas de RealClear Politics, Trump sigue ampliando la diferencia, consiguiendo 49.2% frente a 47.7% de Kamala Harris. Igual ocurre en el resto de los seis estados bisagra: Georgia (49.2% vs. 46.9%), Carolina del Norte (48.6% vs. 47.8%), Pensilvania (48.1% vs. 47.6%), Wisconsin (48.1% vs. 47.8%), Nevada (47.8% vs. 47.1%)) y Michigan (47.9% vs. 47.8%).

En un artículo de Washington Examiner, publicado este martes, se destaca cómo el voto latino ha cambiado progresivamente de demócrata a republicano y si bien hay una ventaja de tan solo un punto porcentual para Harris, la tendencia es que en esta recta final se decidan por el candidato republicano.

También exalta que Trump ha logrado avances significativos entre los votantes con educación secundaria (+13,9 puntos), los votantes negros (+8,1) y los mayores de 65 años (+8). En cambio, Harris ha ganado terreno entre los votantes con educación "universitaria" (+6,3 puntos) y los votantes independientes/otros (+5 puntos). La encuestadora Mayur señala que los mayores cambios se basan en la educación para ambos candidatos.

En los siete días que les quedan, los candidatos presidenciales de Estados Unidos se centrarán en los siete estados clave donde lucharán por unos pocos kilómetros de indecisos que posiblemente decidan el resultado.

Sin embargo, Trump amplió su agenda para hacer reuniones en otros lugares, como parte del cierre de campaña. Así tiene previsto el fin de semana mitines en Salem (Virginia) y Albuquerque (Nuevo México), lugares que no han votado por un republicano desde 2004, cuando avalaron mayoritariamente la reelección del presidente George W. Bush.

La incertidumbre en este polarizado Estados Unidos es plena y el vaticinio más seguro es que habrá que esperar varios días después del 5 de noviembre para contar las papeletas y conocer al ganador