¿Penumbra legislativa?

A propósito de un informe publicado la semana pasada por este Diario en torno a que voces en distintos partidos no verían mal que se reformara la Constitución para que se amplíen las sesiones parlamentarias ordinarias en el primer semestre (que ya no irían de marzo a junio, sino que arrancarían en febrero), un senador de la Alianza Verde le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que muchos de los congresistas que han dicho que sí, después en la “penumbra legislativa” empiezan a maniobrar para que se hunda el proyecto respectivo. “… Ya tenemos la experiencia con los proyectos anticorrupción… En público y ante la prensa dicen que respaldan, pero luego en los conciliábulos se echan para atrás y pactan el hundimiento y las zancadillas a las proyectos”, precisó.

Juntos pero no revueltos

Las relaciones entre el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, han tenido alguna distensión por cuenta del trabajo conjunto que han tenido que realizar en medio de la nueva emergencia en el proyecto Hidroituango. Sin embargo, en los corrillos políticos paisas se asegura que no hay acercamiento político alguno y que, por el contrario, desde ya se está viendo que la rivalidad entre el Mandatario departamental y el de la capital tendrá un nuevo y reñido capítulo en las próximas elecciones de octubre para gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles. Se afirma, incluso, que hay interés de lado y lado en que esas administraciones no tengan candidatos sucesores de sus mismas toldas.

¿Traer a Guaidó?

Un grupo de congresistas colombianos, de distintos partidos, ya habría entrado en comunicación con la Asamblea Nacional de Venezuela con el objetivo de ambientar la posibilidad de que el actual presidente de esa corporación, Juan Guaidó -que la semana pasada declaró a Nicolás Maduro como “usurpador” de la Presidencia-, pueda venir a Colombia y hablar ante el Legislativo. Según conoció EL NUEVO SIGLO, la invitación no estaría sujeta a si el gobierno Duque reconoce o no a Guaidó como el ostentador legítimo del poder presidencial en el vecino país. Obviamente una maniobra de este calibre entre el Congreso colombiano y la Asamblea venezolana podría tener consecuencias geopolíticas entre Bogotá y Caracas, cuya tensión está al máximo.

Ni tan cerca…

Y hablando de la crisis venezolana y el aislamiento de Maduro, hay analistas colombianos que consideran que existiendo ya liderazgos antichavistas tan fuertes a nivel continental como los de los presidentes de Perú, Chile, Argentina o Brasil, el Mandatario de nuestro país debería ubicarse en la segunda línea de ese bloque contra Caracas, pues ninguno de esos países siente los efectos del derrumbe venezolano como el nuestro. Incluso hay expertos internacionalistas que son de la opinión de que el gobierno Duque debería dejar que sea la OEA la que lleve todo el peso de la demanda contra Maduro ante la Corte Penal Internacional, ya que esa causa judicial se podría empezar a mover antes de que termine el primer semestre de este año y podría generar una reacción insospechada del acorralado chavismo.

Anti ‘barras bravas’

Un parlamentario de la costa Caribe está madurando una sui generis idea para acabar con el problema de las “barras bravas” en el fútbol colombiano. Según le contó a EL NUEVO SIGLO uno de sus asesores se podría presentar un proyecto de ley que obligue a las alcaldías en donde hay estadios, en donde se juegan partidos de la liga profesional, a que cada vez que se presente un problema con un barra, en las siguientes fechas no se les deje entrar al estadio, a ninguna tribuna, y esos cupos se le entreguen –financiados por la Administración distrital o municipal respetiva– a los estudiantes de las escuelas y colegios públicos, que asistirían gratis y así se iría fomentando una nueva y pacífica afición.