Off the record | El Nuevo Siglo
Presidencia de Colombia
Lunes, 4 de Marzo de 2019
Redacción Política


Hace un año el entonces presidente Juan Manuel Santos anunciaba, durante una inspección a las obras del Túnel de la Línea, que todo iba “marchando con el viento en popa, todo se está construyendo debidamente, todo está funcionando bien” y pronto entraría en funcionamiento total el denominado “Cruce de la Cordillera Central”, que incluye 25 túneles, 29 viaductos y dos deprimidos. Desde Calarcá (Quindío), Santos reiteró que la obra “se va a terminar muy pronto”. Incluso resaltó que su gobierno había invertido $1,6 billones, de los cuales $570.000 millones eran para el túnel principal. Sin embargo, en medio de problemas técnicos y, sobre todo, contractuales, terminó su administración y el megaproyecto vial quedó inconcluso, como ocurrió cuando recibió la obra de su antecesor, Álvaro Uribe.

 

Lo que va con Duque

Ya en el gobierno Duque la prioridad ha sido acelerar el ritmo de las obras y superar los problemas contractuales y de licencias para que, por fin, todo el conjunto de obras entre en funcionamiento. El Ejecutivo ha sido claro en que ya no habrá más retrasos y que ahora sí se inaugurará en su totalidad. En lo último en lo que se avanzó al respecto se dio precisamente la semana pasada, cuando el Invías informó que 40 firmas agrupadas en 12 consorcios se presentaron en el marco del cierre del concurso de méritos para escoger la interventoría de las obras para la terminación del proyecto, proceso que cuenta con un presupuesto oficial de $26.667 millones. Dicha interventoría se hará sobre las obras para la culminación de la construcción de los túneles cortos, la vía a cielo abierto y los puentes que permitirán dar al servicio la doble calzada entre Cajamarca y Calarcá.

 

Las tres licitaciones

Unos días antes, el pasado 14 de febrero, el mismo Invías había informado que seis consorcios conformados por 12 empresas, se presentaron en el marco del cierre de los procesos licitatorios para contratar las obras de culminación del Cruce de la Cordillera Central, representadas en tres licitaciones, una para el tramo del Quindío y dos en el Tolima, para lo cual se cuenta con un presupuesto de $454.500 millones. La licitación del Quindío tiene como alcance la terminación de cinco túneles, seis puentes, 6,5 kilómetros de segunda calzada, la atención de cuatro puntos críticos, y cuenta con un presupuesto oficial de $145.000 millones. La del Tolima 1 vale $148.000 millones para la terminación de seis túneles, cuatro puentes, 3,3 kilómetros de segunda calzada y la atención de dos puntos críticos. Y la Tolima 2, con recursos de $161.500 millones, es para obras de construcción de un túnel y dos puentes, culminación de ocho túneles, ocho puentes, 5,7 kilómetros de segunda calzada, y la atención de tres puntos críticos.

 

¿Para cuándo?

Así las cosas, la pregunta del millón es, a partir de la definición de la interventoría y de los consorcios para las obras pendientes, cuándo, por fin, podría estar dando servicio el Túnel de la Línea con todas sus obras complementarias. Lo que ahora falta es que entre el 22 y el 27 de marzo se defina la clasificación de puntaje, orden de elegibilidad y la adjudicación de los tres contratos. Si el cronograma se cumple al pie de la letra y no hay nuevos inconvenientes, las apuestas del gobierno Duque son que con la inyección total de $620.000 millones para la terminación del proyecto, finalmente se pueda dar al servicio a finales de 2020. Esto significa, entonces, que quedan un poco más de 18 meses para cumplir una promesa que las dos administraciones anteriores, no pudieron honrar.