La movida petrista

La inscripción de la candidatura de Gustavo Petro el jueves pasado fue entendida por algunos sectores de la izquierda como una movida del precandidato del Pacto Histórico para contrarrestar el lanzamiento de Ingrid Betancourt en la coalición de la Centro Esperanza así como a la ruptura definitiva entre la coalición de Equipo por Colombia y el uribismo. Petro, según los analistas, quiere enviar el mensaje concreto a sus electores en torno a que está peleando no para ganar la consulta ni tampoco para clasificar a la primera vuelta, sino que su objetivo es presentarse ya como un candidato que va directo a la segunda vuelta y disputará la sucesión de Iván Duque en la Casa de Nariño. En ese orden de ideas, la estrategia del aspirante de la Colombia Humana va en la dirección demostrar que está pensando en la final de la campaña mientras el resto de aspirantes y coaliciones siguen enredados con la mecánica de las elecciones primarias, como lo son consultas inter partidistas del 13 de marzo así como la primera vuelta, a realizarse el 29 de mayo.

División roja

La división en el partido Liberal en torno a cuál debe ser la estrategia de esa colectividad de cara a la campaña presidencial tiene algunos capítulos que todavía no se conocen públicamente y que van más allá de las opiniones de los precandidatos Luis Fernando Velasco, Luis Pérez y Eduardo Verano de la Rosa. Por ejemplo, según se lo dijo a EL NUEVO SIGLO una alta fuente de las toldas rojas, debe establecerse si el expresidente César Gaviria, jefe único de la colectividad, hará caso a las peticiones de algunos congresistas rojos de la costa Atlántica que han venido  insinuando, de manera muy velada, que les autoricen apoyar la aspiración de Alejandro Char, de Equipo por Colombia, en la consulta del 13 de marzo.

¿Les darán libertad?

Según le dijo la fuente a este Diario, hay varios senadores y representantes a la Cámara que están a la espera de que se le dé libertad a la bancada para intervenir en las consultas interpartidista del 13 de marzo, así este partido no tenga ningún aspirante directo ni oficial en esa competencia previa. Incluso la misma fuente consultada señaló que no se necesitaría del guiño de Gaviria para que algunos parlamentarios de la costa Norte muevan sus votos a favor de Char pese a que si los llegan a descubrir podrían quedar incursos en una posible doble militancia y arriesgar su curul en caso de que salgan reelectos en los comicios parlamentarios. Según se dice en los corrillos políticos de Barranquilla, si el exalcalde llega recibir apoyo de los liberales podría tener una alta posibilidad de ganar la consulta de Equipo por Colombia.

Ojo a deslizamientos

También se afirma en algunos sectores del partido que si el expresidente Gaviria no frena estos deslizamientos podría estarse arriesgando a que la votación del 13 de marzo para Senado y Cámara se pueda ver afectada por la dificultad para explicarle al elector que debe votar por las listas liberales pero que en cuanto a las consultas puede tener la opción de escoger entre las distintas coaliciones. Lo cierto es que Gaviria mantiene un silencio público muy estricto pero se sabe que habla de manera constante con todos los aspirantes al Congreso a quienes les insiste que la prioridad del partido no es otra que tratar de ser la votación más alta tanto en Cámara como en Senado.