Trasfondo ministerial | El Nuevo Siglo
Miércoles, 9 de Marzo de 2016

La renuncia del ministro de Minas Tomás González no se decidió el lunes por la mañana, horas antes del respectivo anuncio presidencial, sino que se determinó el domingo, tras una cumbre de alto nivel en la Casa de Nariño, encabezada por el Jefe de Estado, en donde fue claro que el racionamiento eléctrico prácticamente era imposible de evitar y que el alto costo político de esta situación lo iba a pagar el Gobierno. En esta misma reunión de alto nivel no sólo se definió el nuevo paquete de medidas para incentivar el uso racional de luz eléctrica, sino que se acordó con González su salida y que el Jefe de Estado iba decir públicamente que el saliente funcionario aceptaba su responsabilidad en la demora para evitar  las determinaciones que hubieran evitado que se llegara al borde del apagón.

 

Sorpresa azul

En las toldas del Partido Conservador no sólo hubo sorpresa por la salida de González, sino por el hecho de que varios parlamentarios

consideraron que no se entiende por qué no se le permitió al alto funcionario dar una rueda de prensa o anunciar su dimisión antes de que el Presidente la notificará a todo el país, como ha pasado en otros casos. También en la bancada se piensa que González terminó pagando los platos rotos en una situación que no solo le competía a él, sino también a otras instancias que tenían igual o más responsabilidad en que el país esté al borde del apagón.

 

¿Cuál será?

Causa expectativa una versión que anda circulando en diferentes medios y corrillos políticos en torno a que el hermano un actual ministro tendría contratos de entidades del Estado por una cifra superior al 30 mil millones y que el escándalo estaría a punto de reventar. Obviamente la especulaciones están al orden del día y habrá que esperar para ver cómo evoluciona la situación, que se produce, precisamente, cuando la Procuraduría abrió investigación al ahora exministro de Minas y Energía por los contratos que una empresa de su familia tuvo con dependencias de la Presidencia de la República.

 

Un atentado extraño

El ataque con un explosivo de baja potencia, el lunes en la mañana, en un bus de la Armada Nacional que transitaba por el sector de Guaymaral, al norte de Bogotá, tenía pensando a los organismos de Inteligencia respecto a los autores materiales del hecho. Aunque inicialmente sólo se dijo que la acción tenía como objetivo un impacto mediático más que causar heridos o muertos, lo cierto es que las primeras hipótesis apuntan a milicias del Eln.