El alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, presidirá en septiembre la Convención Nacional del Partido demócrata (DNC) que proclamará oficialmente al presidente Barack Obama como candidato a la reelección, anunció el partido.
Con esta designación, Villaraigosa, de 59 años, se reafirma como uno de los líderes latinos con mayor proyección política en Estados Unidos.
"En esta convención haremos cambios. Queremos escuchar su voz", dijo el alcalde angelino en un video publicado el miércoles en el sitio youtube.
Villaraigosa insistió en el mensaje de menos de un minuto que desea que la Convención Demócrata que se realizará entre el 3 y el 6 se septiembre en Charlotte, Carolina del Norte (sureste de Estados Unidos), cuente con la participación de la base del partido para que sea un evento "más abierto" que en ocasiones anteriores.
"El alcalde Villaraigosa ha dedicado su carrera a la participación ciudadana y el empoderamiento de la gente en las bases", dijo la presidenta del DNC Debbie Wasserman Schultz. "Y es exactamente esto lo que necesitamos para tener éxito en esta convención", agregó.
El Comité Nacional Republicano no tardó en criticar el nombramiento de Villaraigosa como presidente de la Convención Demócrata.
"Después de tratar de traer por autobús trabajadores de sindicatos de fuera del estado a la Convención de Charlotte, discriminando contra negocios locales que no son parte de sindicatos, no es una sorpresa que la Convención Nacional Demócrata esté nombrando a un antiguo activista de sindicatos que luchó por mayores impuestos, como Presidente de la Convención", dijo en un breve comunicado Alexandra Franceschi, portavoz del Comité Nacional Republicano.
Villaraigosa, nacido en Los Angeles en una familia mexicana, es uno de los políticos de origen latino más prominentes en Estados Unidos, por lo que analistas estiman que su designación para presidir la Convención nacional del partido de Barack Obama es un intento de acercarse a la comunidad hispana.
Los hispanos, la primera minoría en el país con más de 50 millones de personas, apoyaron mayoritariamente a Obama en su elección en 2008 pero en sondeos recientes esta comunidad ha expresado su frustración por la falta de una prometida reforma migratoria y la lentitud de la recuperación económica que ha golpeado especialmente a los latinoamericanos en Estados Unidos.