A CAUSA de los altos niveles de incertidumbre y los cambios abruptos en los planes a corto y mediano plazo que generó la llegada del Covid-19, millones de personas atraviesan dificultades emocionales y afectivas tales como ansiedad, estrés, tristeza, entre otras.
Aunque profesionales de distintas instituciones han elaborado guías y recomendaciones para cuidar la salud física y psicológica de las personas que se han visto afectadas por los cambios abruptos que trajo consigo el Covid-19, han pasado por alto que también es necesario cuidar nuestras funciones cognitivas, es decir, cuidar de nuestro cerebro.
Estas funciones se refieren a aquellas capacidades humanas que poseemos para almacenar, recuperar, reconocer, comprender, organizar y utilizar la información captada a través de los sentidos y que procesamos en el cerebro. Todas ellas son fundamentales para aprender, planear, tomar decisiones y resolver problemas.
Jorge Eduardo Moreno París es psicólogo, especialista en evaluación y diagnóstico neuropsicológico y docente del Areandina brinda algunas recomendaciones que incluyen hábitos de vida saludable y algunas prácticas para la estimulación cognitiva que pueden ayudar a cuidar nuestro cerebro en estos momentos de confinamiento:
1. Ejercicios para estimular capacidades cognitivas: realizar actividades para la memoria, tanto a nivel verbal como visual puesto que, si no ejercitamos estas habilidades, pueden empezar a disminuir. Además, se ha demostrado que el entrenamiento y ejercicios de estimulación cognitiva generan cambios positivos en la estructura física y el funcionamiento del cerebro. Es recomendable hacer operaciones de lógica, cálculos matemáticos, puzzles y juegos de estrategia para favorecer el raciocinio y la planeación. Hoy en día, existen aplicaciones para tabletas y celulares que le organizan rutinas ajustadas al nivel y necesidad de cada persona.
2. Dormir 7-8 horas: puede que la rutina y el ritmo del sueño también hayan cambiado tanto en cantidad como en calidad debido a la disminución de las actividades o a dificultades emocionales, pero es importante mantener una rutina de sueño adecuada para beneficio físico, psicológico y cerebral.
3. Escuchar música: varias investigaciones neurocientíficas han encontrado que dedicar un rato del día para escuchar la música que cada persona disfruta, puede mejorar la memoria y la respuesta emocional.
4. Practicar ejercicio físico y una dieta equilibrada: otras investigaciones neurocientíficas han comprobado que el ejercicio aeróbico rutinario impacta positivamente el cerebro al mejorar la comunicación química entre las neuronas y la neurogénesis en algunas zonas específicas del cerebro como el centro de la memoria. Además, una dieta balanceada (y en especial que incluya Omega 3) es necesaria para el buen funcionamiento del cerebro. Esto también implica no comer a deshoras y mantener un patrón de ingesta de alimentos organizado.
5. Mantenerse en movimiento: la movilidad se limita con el confinamiento y más, si el hogar es pequeño. Además, es usual que las personas, estando en casa, permanezcan acostados o sentados más de lo usual. Es aconsejable buscar la manera de mantenerse en movimiento, comenzando por recorrer los espacios de la casa y manteniendo hábitos del día a día.
6. Mantener relaciones sociales: dado que somos seres sociales, y que el cerebro posee un grupo de mecanismos que nos permiten serlo, es fundamental buscar la manera de mantener activas nuestras relaciones con otras personas. En esta situación es necesario ser recursivos, pero se cuenta con la ayuda de herramientas como el correo electrónico, la mensajería instantánea y las videollamadas.
7. Aceptación y flexibilidad ante las circunstancias: aceptar los cambios generados por la cuarentena y adaptarse a ellos implica tener flexibilidad cognitiva que reestructura nuestros pensamientos en función de las exigencias cambiantes que el medio nos solicita. Esto se ve relacionado por la actitud, el estado de ánimo y motivación de cada persona, pero si logramos hacerlo, tendremos comportamientos socialmente competentes.
8. Planificar las actividades: ante la coyuntura, es fundamental mantener un propósito y por consiguiente es importante organizar las actividades por tipo, por días y horas, siempre teniendo clara la meta que se quiere alcanzar.
9. Estimular la orientación temporal: las personas pueden padecer de desorientación temporal debido al confinamiento y los cambios de las rutinas. Lo recomendable es estar más pendiente y utilizar el calendario, ya se uno físico o el del celular. Así, se pueden marcar los días transcurridos para elegir fechas importantes o establecer y planificar actividades.
10. Estimular el reconocimiento de diferentes estímulos: aún cuando se pasa tanto tiempo en casa y se baja el número de actividades que realizamos durante el día, es necesario mantener activa la capacidad perceptiva utilizando los sentidos para captar las distintas experiencias sensoriales que la casa o el hogar pueda proveer. Un ejercicio que puede ayudar es organizar las cosas y la disposición del espacio de las habitaciones del hogar de una manera diferente.
11. Prestar atención a las tareas que se ejecutan: la preocupación generada por el peligro del virus ha hecho que las personas se centren demasiado en este asunto y hemos dejado de lado otras actividades y asuntos. Para no dejarse llevar por ese impulso y dejar de lado otras responsabilidades, es importante estar atento a cada actividad planeada, no dejarla ‘a medias’ y continuar hasta acabarla.
12. Practicar ejercicios de relajación: una de las mejores maneras para sobrellevar las alteraciones a nivel emocional a las que nos lleva esta situación es realizar ejercicios de relajación y así tener un ajuste en las emociones. En las plataformas web de videos hay una gran variedad de estos ejercicios para realizar en casa.