El Inventario Forestal Nacional de Colombia (IFN) es una estrategia de gran escala para la generación de información sobre el estado y dinámica de los bosques naturales del país. El objetivo es tener un mejor y mayor conocimiento sobre la estructura, composición y funcionamiento de los bosques naturales presentes en el territorio nacional, y en el largo plazo, evaluar los efectos de las dinámicas naturales, el cambio climático, la deforestación y la degradación, en su integridad y en el suministro de bienes y servicios ecosistémicos.
El IFN es una iniciativa liderada por el Ministerio de Ambiente y el Ideam y su implementación se realiza a través del trabajo coordinado con los Institutos de Investigación del Sistema Nacional Ambiental, Parques Nacionales Naturales, la Universidad Nacional - sede Medellín y la Asociación Colombiana de Herbarios.
A 2017 se han establecido 361 conglomerados y 30 parcelas permanentes de una hectárea, lo que corresponde al 19% y 60% del total proyectado, respectivamente. En 2018 se tiene proyectado establecer 135 conglomerados adicionales a nivel nacional, con lo que se espera llegar al 26% de la muestra total del IFN. El operativo se ha desarrollado en todas las regiones naturales y pisos altitudinales, como se observa en el mapa, involucrando hasta el momento a todos los departamentos del país, a excepción de San Andrés y Providencia, y abarcando casi el 20% de los municipios.
Varios de estos conglomerados han sido establecidos en la jurisdicción del sistema nacional de áreas protegidas, territorios de comunidades étnicas, llegando a zonas que previamente no habían sido visitadas por la comunidad científica. La cobertura geográfica del IFN permitirá tener asegurar la representatividad de los bosques a nivel nacional y a su vez proporciona nuevas y valiosas colecciones biológicas para el país.
En los conglomerados establecidos entre 2015 y 2017 se registraron cerca de 20.000 individuos arbóreos (árboles, palmas y helechos arborescentes), equivalente a un promedio nacional de 17.328 individuos por hectárea. Los mayores valores se registran en los bosques de tierras bajas, como lo es la selva amazónica con 150 árboles por hectárea. Se identificaron 2.648 especies, agrupadas en 720 géneros y 140 familias botánicas. Se encontraron 25 especies amenazadas, 2 de ellas en peligro crítico (el comino crespo, Aniba perutilis, y el hojarasco de Espinal, Magnolia espinalii), 9 en peligro y 14 vulnerables. La mayoría de dichos registros están ubicados en la parte norte de la región andina.
De acuerdo con los datos del IFN, se registraron en promedio 31 especies por unidad de muestreo o conglomerado, que equivale a 0,35 hectáreas. Este estimado representa a nivel nacional un una densidad de 89 especies por ha. Los bosques amazónicos presentan los valores más altos, con un promedio de 162 especies por hectárea, seguidos de los de pacífico con 73 especies por hectárea.
El desarrollo del inventario permite el cálculo de los contenidos de carbono almacenados en suelo y biomasa aérea. Los resultados muestran que las regiones Andina (109 t/ha) y Caribe (116 t/ha) presentan los mayores contenidos de carbono en suelo, lo cual se asocia a ambientes de montaña y coberturas vegetales diferentes a bosques, tales como pastizales y herbazales. Este resultado denota la importancia de avanzar en el monitoreo de carbono en ecosistemas no arbolados.
En cuanto a biomasa aérea, se estima que el promedio nacional es de 193 toneladas por hectárea, lo que se traduce en un total nacional de 22.000 millones de toneladas. Los valores más altos de biomasa corresponden en gran medida a bosques húmedos tropicales, muchos de los cuales están ubicados en las regiones de la Amazonía. (132 t/ha) y el Pacífico (147 t/ha).
La implementación del IFN se realiza en coordinación estrecha con las comunidades locales, a través de un proceso de socialización y capacitación en las áreas donde se implementan las actividades del IFN. Este es un proceso que se adelanta con profesionales de los Institutos de Investigación y co-investigadores locales, los cuales integran las brigadas de campo. En su mayoría los investigadores locales son miembros de la comunidad interesados en conocer la metodología para en un futuro implementarlo y hacer seguimiento a sus bosques con miras hacia el monitoreo comunitario, generando de esta manera capacidades locales para futuras mediciones.
La implementación del IFN ha sido posible gracias al apoyo financiero del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ideam, los programas Visión Amazonía, Onuredd y Corazón de la Amazonía, así como la Cooperación Alemana a través de GIZ