EL SER humano necesita 21 días para adoptar un nuevo hábito, por lo que volver a la “nueva normalidad” tras más de 50 días de confinamiento puede suponer una difícil tarea para muchos. Durante estos casi dos meses, nuestro cuerpo y mente han logrado adaptarse a nuevas formas de relacionarnos socialmente, trabajar, practicar deporte, disfrutar del ocio y descansar. Dejar de lado esa nueva cotidianidad y volver a adoptar las actividades del día a día, anteriores al confinamiento, puede ser mucho más sencillo si se siguen unas sencillas y fáciles pautas.
Para ello, Gregorio de la Mora, coach del sueño de la empresa HOGO, nos aporta los cinco puntos primordiales que debemos tener en cuenta y que harán que la vuelta a la rutina para aquellos que hacen parte de los sectores autorizados para reactivar sus labores, sea asequible, fácil y efectiva.
1. Retomar los horarios de sueño es lo primero que debemos hacer, así como comenzar a levantarnos a la hora que nos corresponde para ir al trabajo. Esto deberíamos hacerlo durante 10 o 12 días, incluidos los fines de semana, de modo que la adaptación sea lo más llevadera posible y pronto podamos recuperar nuestro horario de sueño habitual.
2. Del mismo modo, debemos acostarnos a una hora prudente y no estar despiertos hasta entrada la madrugada. De esta forma, podremos dormir las 7 u 8 horas de sueño recomendadas para no estar cansados y fatigados cuando nos despertemos.
3. Caminar es una de las mejores actividades y supone un gran paso para alcanzar la nueva rutina. Es recomendable hacerlo durante 45 minutos o una hora, preferiblemente en la mañana para estimular la producción de vitamina D que nuestro cuerpo crea ante la exposición al sol. En líneas generales, la práctica de ejercicio físico es altamente recomendable, siempre que no se realice 3 horas antes de irse a la cama.
4. Referente a la alimentación, son muchos los que han sucumbido a la dieta libre durante el confinamiento. Recuperar hábitos de dieta saludable e ir eliminando los picoteos entre comidas, es el paso principal para readaptarse a la rutina y que esta sea llevadera. Un buen ejemplo que podemos adoptar es tomar agua con limón al levantarnos, ya que se trata de una alta fuente de vitamina C y, gracias a su efecto diurético, ayudaremos a limpiar el interior de nuestro cuerpo tras las retenciones acumuladas durante el aislamiento.
5. Si el nivel de contagios continúa disminuyendo, en pocos días podremos ver a familiares, amigos y seres queridos. Organizar los encuentros debe ser primordial, no debemos pretender verlos a todos de golpe, por el contrario, organiza bien la agenda y tómatelo con calma para que, esta situación no genere estrés. Lo recomendable es hacer quedadas de forma paulatina para poder disfrutar de todos de forma saludable y, por supuesto, seguir siempre las recomendaciones y las instrucciones de las instituciones al respecto.