El aislamiento obligatorio ha permitido, en gran medida, que los colombianos se reconcilien con la naturaleza. Sin embargo, en menor proporción, pero con graves consecuencias, persiste el tráfico de fauna en nuestro país y el atropellamiento en vías.
Las tortugas (charapa, hicotea y terecay) son las especies que encabezan la lista de entregas voluntarias, y las aves (loros, currucutú común y caracara chimachima) las más decomisadas.
Oscar Ospina, profesional especializado del grupo de Biodiversidad y Ecosistemas de Corpocaldas, señaló que “en lo corrido del año hemos recuperado 621 ejemplares distribuidos así: 301 aves, 191 mamíferos, 124 reptiles y 5 insectos, de los cuales durante el periodo de pandemia han sido cerca de 350 animales; a su vez se han hecho 267 liberaciones durante todo el año distribuidas en 99 aves, 78 mamíferos, 85 reptiles y 5 insectos, entre ellos se encuentran la serpiente cazadora (Clelia clelia), la zarigüeya (Didelphis marsupialis) y el barranquillo (Momotus aequatorialis)”.
Los animales que ingresan con mayor frecuencia, producto del tráfico ilegal de fauna silvestre en el departamento de Caldas son el tití gris (Saguinus leucopus), tortuga morrocoy (Chelonoidis carbonarius) y la lora frente amarilla (Amazona ochrocephala).
Durante el 2020 los Centros de Atención y Valoración de Fauna (CAV) de las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, han recibido 11.958 individuos. De estos, 7.794 corresponden a entregas voluntarias por parte de ciudadanos a las CAR, alcaldías o Policía, y 4.164 corresponden a decomisos, mediante operativos de funcionarios de las CAR con la Policía y Ambiental, y las Fuerzas Militares.
“Estas cifras demuestran que el trabajo de educación ambiental por parte de las CAR, en articulación con la Fuerza Pública y entes territoriales, está dando frutos; la comunidad está devolviendo la fauna silvestre que tenía como mascotas, porque se han concientizado de que eso no se debe hacer, y además, cuando los ven el sitios inapropiados, en manos de traficantes o los encuentran atropellados o heridos en las vías, ya saben a dónde informar. Tenemos que seguir trabajando para que el tráfico de fauna desaparezca y los culpables paguen por las afectaciones que han causado”, dijo Ramón Leal, director ejecutivo de Asocars.
Fauna Silvestre durante la cuarentena: Este periodo de aislamiento obligatorio ha generado confianza en los animales que llegan a lugares que normalmente frecuentaban las personas, por eso no se deben tocar o atacarlos, sino avisar a las autoridades ambientales, a los entes territoriales o a la fuerza pública, para que procedan a su rescate. Vías, calles, piscinas, escenarios deportivos, aeropuertos, han sido testigos de la presencia de fauna silvestre que comúnmente era difícil de avistar.