Este domingo se conmemorará el Día Mundial del Reciclaje, una fecha que, sin duda alguna, suscitará nuevas reflexiones, impulsará acciones desde múltiples sectores de la sociedad en favor de la sostenibilidad, algunas nuevas y otras a modo de ratificación de compromisos, y será, de nuevo, la oportunidad para evaluar el avance del país hacia la economía circular.
Colombia ha mejorado sustancialmente su cobertura de recolección de aseo en los últimos años. Se pasó de tener familias botando sus residuos en las cañadas o ríos a contar con sistemas de recolección de aseo con altas coberturas, lo cual es un gran avance en salubridad y limpieza. En números redondos, alrededor del 85% de los residuos en Colombia son enterrados en rellenos sanitarios y el 15% es reciclado o aprovechado. Aunque el relleno sanitario es, sin duda, un mejor fin para un residuo que el ambiente, el país debe seguir trabajando, con el compromiso de todos los actores de la cadena, para invertir esos porcentajes.
- Para leer: PTAR El Salitre en fase de pruebas
Las mejoras en Colombia no se refieren solo a una mayor y más eficiente cobertura de recolección de aseo. También la industria nacional del reciclaje crece a pasos agigantados, haciendo realidad las posibilidades ambientales y económicas de este mercado que, además, necesita seguir siendo dinamizado, pues cuenta con toda la capacidad para convertir a Colombia en una potencia latinoamericana del reciclaje.
En el caso de los plásticos, ya son cerca de 80.000 recicladores en Colombia que recuperan anualmente más de 300.000 toneladas de residuos. Y queda mucho por aprovechar. Se estima que en Colombia se entierran por año más de 2 billones de pesos en plásticos reciclables.
En Colombia y el mundo se ha avanzado también en materia de innovación y mejoramientos técnicos, los cuales han permitido comercializar productos con altos porcentaje de material reciclado, desde botellas de bebidas, juguetes, muebles e incluso carreteras, hasta casas. Hoy en día, existen las tecnologías probadas y en funcionamiento de procesos que pueden reciclar hasta pañales sucios, mezclados con empaques y comida y convertirlos en materiales para fabricar tubería, contenedores o incluso viviendas.
El reciclaje químico, por su parte, se perfila como una solución disruptiva para la economía circular de los plásticos, con la cual, según cifras de McKinsey, se puede llegar a cifras de reciclaje de plásticos en todo el mundo de más de 50% en menos de 10 años.
A su vez, Colombia ha trabajado en materia regulatoria para lograr mayores metas de aprovechamiento de residuos, como la Resolución 1407 de 2018 que articula a los actores de la cadena de producción, recolección y transformación, y establece metas específicas de obligatorio cumplimiento para el aprovechamiento de residuos para envases y empaques.
“En cuanto al consumidor final, hay todo tipo de campañas y herramientas informativas, que tienen el objetivo de generar mejores hábitos de consumo en la disposición final de residuos. En este sentido, es vital entender el rol trascendental que desempeñamos todos en el proceso de transición hacia la economía circular, pues de ese compromiso depende el éxito de la tarea”, Santiago Moure, actor y presentador.