Según la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño, los colombianos en promedio lo hacen durante 6.75 horas, tiempo mínimo frente a los estándares recomendados
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Una buena noche de sueño puede dar un impulso de energía, pero tener una siesta constante crea beneficios a diario.
El sueño es una parte vital de la salud y el bienestar general de cada persona, al igual que el ejercicio regular y una alimentación balanceada. Según la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño, 4 de cada 10 colombianos sufren de insomnio; 3 de cada 10, roncan y 2 de cada 10, toman medicamentos para poder conciliar el sueño.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el 35% de los adultos no duerme lo suficiente. Un sueño adecuado puede ayudar al cuerpo a combatir infecciones generales y aumenta los beneficios para el corazón, el peso y la mente. Sin embargo, cuando nuestras rutinas diarias se ven obligadas a cambiar, conciliar el sueño puede resultar un desafío.
Para evitar sufrir trastornos como la apnea del sueño, insomnio, sonambulismo, pesadillas o simplemente, dar vueltas en la cama por la noche, Betty González, nutricionista de Amway, comparte los siguientes consejos para que dormir bien sea una prioridad saludable.
Cumpla un horario de sueño: encuentre un horario que funcione y sea rutinario con respecto a la hora en que se duerme y se despierta todos los días, incluyendo los fines de semana. Ser consistente refuerza los ciclos de sueño. Se recomienda implementar rutinas de cuidado de la piel en la noche como limpieza, tonificación e hidratación. También leer un libro, escuchar música o consumir un suplemento natural puede ayudar a relajarse y quedarse dormido cómodamente. En la mañana, es ideal despertar cuando el cuerpo se sienta descansado y se debe resistir al impulso de quedarse en la cama. En poco tiempo, estas fáciles rutinas ayudarán a su cuerpo a dormir como un reloj.
Hay que prepararse durante el día: en lugar de tomar una siesta en la tarde, manténgase activo durante el día. Según el CDC, 30 minutos de deporte diario, no solo mejoran el sueño, sino que también hacen una diferencia significativa para la salud mental y física. Además, el consumo de barras de energía da al cuerpo el combustible que necesita sin afectar la hora de dormir.
Evite el estrés: el sueño reparador realmente puede ayudar a regular la estabilidad emocional y disminuir la ansiedad. Se pueden utilizar productos con hierbas naturales como la lavanda para inducir un efecto calmante y mejorar el sueño. Al acostarse, aplique aceite esencial de lavanda en los puntos del pulso, incluido el interior de las muñecas, detrás de las orejas y en las sienes. Si aún así las preocupaciones no lo dejan dormir, mantenga un bloc de notas cerca de la cama para sacar pensamientos molestos de su cabeza y escribirlos en papel. Vuelva al día siguiente para organizar, priorizar y delegar.
No coma en la noche: preste atención a lo que come y bebe unas pocas horas antes de acostarse. Una gran cena, un refrigerio nocturno, un cóctel e incluso demasiadas tazas de té o café, pueden afectar la forma en que se duerme. Es importante estar satisfecho, pero no demasiado lleno o con hambre. Además, se debe evitar la nicotina, cafeína y alcohol ya que pueden causar somnolencia o interrumpir el sueño en la noche.
Cree una sensación de calma: al igual que su interruptor de luz, apague su cerebro por la noche con actividades relajantes. Despeje su mente y promueva un mejor sueño usando técnicas de relajación como ejercicios de meditación, respiración o un baño tibio de pies.
El poder del sueño ayuda al cuerpo, al sistema inmunológico y a la mente a repararse, regenerarse y recuperarse. Por esto, no dormir bien puede generar problemas de salud como presión arterial alta, ataques cardíacos, arritmia, somnolencia diurna, errores en el trabajo, accidentes de tráfico e incluso, la muerte.
Otras recomendaciones
Además, la Escuela de Medicina de Harvard (EU) recomienda para lograr un plácido sueño:
La cama es solo para dormir: el resto de actividades como tumbarse en la misma para ver la televisión, leer las redes sociales, revisar el correo o jugar en el móvil, tableta o portátil no nos aporta ningún factor positivo si queremos dormir mejor al final del día.
Horarios y rutina: para conseguir dormir bien necesitamos organizar nuestro sueño y hacerlo de forma responsable. Hay que irse dormir a la misma hora cada día y despertarse también a la misma hora, en la medida de lo posible. Entrenar a nuestro cuerpo de cara al sueño hará que nos durmamos también más rápidamente y nos despertemos más frescos.
Adiós al tabaco: fumar es un gran enemigo del descanso, aparte de nuestra salud en general. La nicotina provoca en nuestro organismo un efecto que dificulta que nos quedemos dormidos con facilidad.
Una buena zona de descanso: el lugar donde duermes debe ser un templo de tranquilidad y silencio. El móvil, el portátil o la televisión deberán estar fuera de la zona de descanso. Lo ideal es que esté oscuro, relativamente fresco y todo lo tranquilo que sea posible. La habitación deberá estar ordenada y con pocos objetos alrededor para facilitar ese ambiente de tranquilidad que requiere un sueño reparador.
Menos bebidas con cafeína: el café, el té o los refrescos pueden apetecer mucho a lo largo del día pero la cafeína nos provocará más dificultad para dormir por la noche y también aumentan la necesidad de despertarse para hacer pis durante la noche.