Una ambiciosa apuesta ambiental se adelanta en departamento de Córdoba, de la mano del cabildo mayor del resguardo Karagaby, perteneciente a la comunidad Emberá Katío, que consiste en la restauración ecológica de 1.000 hectáreas de bosque en la zona de traslape del Parque Nacional Natural (PNN) Paramillo, el Resguardo Alto Sinú y el Embalse de Urrá.
La iniciativa, que recibe el apoyo del Programa Colombia Sostenible, adscrito al Fondo Colombia en Paz, es liderada por la Fundación Ecosistemas del Caribe (Ecodelca), contemplando también el establecimiento de 210 hectáreas en sistemas agroforestales para la producción de cacao criollo, con el fin de mejorar los ingresos de las familias beneficiarias, a través del fortalecimiento de capacidades técnicas en pro de la recuperación y conservación del capital natural en Tierralta.
Juan Carlos Mahecha Cañón, director del Fondo Colombia en Paz, explicó que “en este proyecto tenemos una inversión de $13.000 millones procedentes de diversas fuentes y producto de la unión de esfuerzos entre el sector público y privado, para impulsar una Paz con Legalidad sostenible en el territorio.”
Agregó que, del total de inversión, Colombia Sostenible aporta $5.500 millones, más una contrapartida de las comunidades, Ecodelca, Parques Nacionales y Urrá S.A., por $7.500 millones, principalmente en especie: mano de obra, capacitaciones y asistencia técnica, entre otros, durante los dos años de implementación.
Por su parte, Orlando Tordecílla Correa, coordinador del proyecto desde Ecodelca, señaló que “estamos mejorando las capacidades de los pueblos indígenas a partir del conocimiento, actitudes y buenas prácticas, generando beneficios ambientales y fortaleciendo el capital socio-empresarial para consolidar las relaciones comerciales actuales y garantizar la sostenibilidad del negocio de cacao,” pues con esta intervención se contribuye a la protección de los ecosistemas estratégicos de la zona.
Sin el proyecto se producen 400 kg por hectárea por año; no obstante, con la implementación de buenas prácticas agrícolas y un paquete tecnológico en armonía con el medio ambiente, se estima que, a partir del octavo año, el cultivo genere 1.200 kg de cacao por hectárea, lo que permitirá comercializar en promedio 252 toneladas anuales.
El total de la producción se comercializará con el apoyo de la Asociación de productores Activa G10, la cual reúne a las cooperativas y organizaciones de Tierralta y Valencia dedicadas a la producción de chocolate y el suministro de materia prima a empresas como Cacaos de Colombia y Compañía Nacional de Chocolates.
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En materia ambiental, se destaca el compromiso del pueblo indígena Emberá Katío en el PDET Sur de Córdoba, quienes a través de la firma de Acuerdos Cero Deforestación, se convirtieron en los guardianes del bosque al interior del PNN Paramillo, mediante una serie de acciones para la restauración de áreas degradadas que permitan preservar los servicios ecosistémicos de la zona como el agua y el oxígeno.
De acuerdo con las estimaciones, las labores de restauración en las 1.000 hectáreas de bosque contempladas en la iniciativa contribuirán significativamente en la reducción de gases efecto invernadero, pues se calcula la captura de más de 231 mil toneladas de carbono.
El parque
El Parque Nacional Natural Paramillo tiene una extensión de 504.014 hectáreas que conservan ecosistemas de selva húmeda tropical, planos inundables, bosques andinos y subandinos, humedales y paramos que se distribuyen en pisos altitudinales que oscilan entre los 125 M.S.N.M en su parte norte hasta los 3.960 M.S.N.M en su parte sur.
Está ubicado en la jurisdicción de los departamentos de Córdoba y Antioquia en los municipios de Tierralta, Puerto Libertador, Montelíbano, San José de Uré, Ituango, Dabeiba, y Peque.
En esta área protegida nacen Los ríos Sinú, Manso, Tigre, Esmeralda y Verde que conforman la subzona hidrográfica del alto Sinú; los ríos San Jorge, Sucio, San Pedro y Uré que conforma la región hidrográfica del alto San Jorge.
Es la décima área protegida más grande del país, representa un 4% del área del territorio nacional y tiene una importancia geoestratégica gracias a la influencia que tienen sobre ella las regiones naturales del Caribe, Andina y Pacífica. Su ubicación privilegiada favorece la conectividad ecológica y la conservación de varios ecosistemas que le aportan a la biodiversidad y servicios ecosistémicos locales, regionales y nacionales.