Los avances en la reducción del empleo de bolsas plásticas en el país son significativos, tras la implementación de los programas de uso racional, de la campaña Reembólsale al Planeta y del impuesto al consumo de las mismas.
De acuerdo con cifras de Fenalco, el consumo de bolsas ha disminuido en un 30% en los puntos de pago de los almacenes de grandes superficies, superetes, farmacias y supermercados, superando así las metas establecidas en la Resolución 668 de 2016, que contemplaba una reducción del 10%.
Lo anterior es un resultado relevante, teniendo en cuenta que en 2017 un ciudadano usaba más de 6 bolsas semanales, entre 25 y 30 mensuales y 288 al año para cargar sus productos del mercado. Ahora hay un consumo más responsable, y se estima que hoy se usan entre 15 a 18 bolsas al mes, lo que a su vez ha incentivado el uso de medios alternativos como bolsas de tela, papel o reutilizables, canastos, carritos, cajas, etc.
De acuerdo con la Cámara Colombiana del Plástico, desde la entrada en vigencia del impuesto al consumo nacional de bolsas plásticas, cuyo fin principal es contribuir a desestimular su uso, se han reducido en 35% las toneladas mensuales procesadas, pasando de 5.500 toneladas mensuales a menos de 3.500 toneladas de polietileno para la fabricación de bolsas de cargar o llevar.
“Según datos de la DIAN, entre julio y diciembre del año pasado, los colombianos usaron 688.6 millones de bolsas plásticas, por las cuales pagaron 10.404 millones de pesos correspondientes a este gravamen. Una reciente encuesta realizada por el DNP reveló que en el último año el 71% de los hogares colombianos redujo el consumo de bolsas plásticas. Las ciudades con mayor reducción son Bogotá y Cali, seguidas de Medellín y Barranquilla”, indicó el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, quien agregó que es preciso resaltar que, con la aplicación de los instrumentos de política pública, se ha incentivado que la industria productora de bolsas plásticas haga la reconversión para producir bolsas biodegradables; por ejemplo, las que están hechas a base de almidón, y las reciclables.
Más allá del recaudo de recursos con el cobro del impuesto, las medidas que este gobierno implementó en el marco de la campaña Reembólsale al Planeta y los programas de uso racional de bolsas, han logrado educar al consumidor respecto a la importancia de disminuir el consumo de bolsas plásticas y promover la cultura de utilizar medios alternativos.
Otro de los logros importantes en esta senda de desarrollo sostenible por la que se encamina el país es la reglamentación del código de colores de las bolsas plásticas para separación en la fuente, que empezará a regir desde el 1 de mayo de 2020. Fecha en la que los distribuidores deberán entregar a los clientes en los puntos de pago bolsas de tres colores: verde, para residuos orgánicos aprovechables; azul, para residuos aprovechables como plástico, vidrio, metales y multicapa; y gris, para residuos aprovechables de papel y cartón.
“La resolución que establece el código de colores para bolsas plásticas se complementa con los programas de uso racional de bolsas plásticas. Solo la mitad de los hogares colombianos hacen la separación en la fuente y no hemos llegado a los niveles que quisiéramos. Por eso la resolución busca incentivar la separación en la fuente y el aprovechamiento, a través del establecimiento de una meta y su respectivo indicador de medición”, explicó Murillo Urrutia.
El jefe de la cartera ambiental agregó que para los almacenes de grandes superficies es obligatorio, a partir del año 2020, que por lo menos el 5% de las bolsas plásticas que distribuyen sean de estos tres colores y, además, tengan la leyenda que diga para qué es cada color. A 2030 por lo menos el 25% de las bolsas que distribuyen los almacenes deben entregarse con estos tres colores y la leyenda.
“El mal manejo de los residuos sólidos genera unos enormes impactos ambientales negativos. Por ejemplo, cerca de 100.000 especies han sido afectadas por la mala disposición de bolsas plásticas. Necesitamos llevar un esquema de economía circular en el que estos residuos ya no son basura, como se decía antes, sino que son materiales que se reúsan y nos permiten disminuir la presión sobre los recursos naturales”, sostuvo el hasta ayer ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo.
De mantenerse la tendencia en la reducción del uso de las bolsas plásticas, al año 2020 se dejarían de usar en el país unos 731.9 millones de bolsas, con una disminución de los costos para la sociedad del orden de 288.166 millones de pesos.