Los lugares con mayor contaminación del aire están en Bogotá y Medellín, según un estudio presentado ayer por el Ideam y según el cual las estaciones Carvajal-Sevillana y Tráfico Centro (antigua estación Museo de Antioquia), presentaron las mayores concentraciones de material particulado. Justamente tanto la capital del país como la de Antioquia en el último año registraron emergencias por la calidad del aire que respiran sus pobladores.
Es así como el pasado 24 de mayo en Bogotá se decretó alerta amarilla debido a las condiciones meteorológicas que se presentaron durante toda la semana. De acuerdo con la Secretaría de Ambiente, el fenómeno se presentó con intensidad en la zona occidental de la ciudad especialmente en las localidades de Suba, Engativá, Fontibón, Bosa, Tunjuelito, Kennedy y Puente Aranda.
En ese momento, las autoridades informaron que las medidas de control de emisiones en especial en fábricas y vehículos se intensificarán, para lo cual en coordinación con la Secretaría de Movilidad y la Policía Nacional se realizarán operativos permanentes de emisiones. Así mismo, en Medellín, el Tribunal Administrativo de Antioquia ordenó el 23 de marzo a la Alcaldía y al Área Metropolitana tomar medidas preventivas para que las estaciones no registren una contaminación del aire superior a la naranja y medidas de mitigación cuando se sobrepase.
El estudio dado a conocer ayer por el Ideam, con “seis meses de anticipación”, cual analiza el comportamiento y la distribución espacial y temporal de los contaminantes atmosféricos evaluados a nivel nacional durante el año 2017, así como los cambios en el estado de la calidad del aire que se han presentado en algunas regiones del país y los retos que debemos enfrentar de manera conjunta con los diferentes sectores, piezas clave para contribuir al mejoramiento del recurso. “A diciembre de 2016 el país contaba con 163 estaciones de monitoreo, de las cuales 145 eran fijas y 18 indicativas; mientras que a diciembre de 2017 el total de estaciones de monitoreo fue de 204, de las cuales 166 eran fijas y 38 indicativas, lo que representa un aumento del 25% en el total de estaciones”, explicó la entidad.
Con respecto al cubrimiento a diciembre de 2016 el monitoreo se realizaba en 74 municipios de 19 departamentos; para 2017 estas cifras aumentaron con un cubrimiento de 91 municipios pertenecientes a 22 departamentos del territorio nacional. Sin embargo, el gran reto es diseñar e implementar los Sistemas de Vigilancia para aquellos municipios cuya población supera los 150.000 habitantes y que deberían contar con monitoreo permanente.
El contaminante más monitoreado continúa siendo el material particulado menor a diez micras (PM10) con 163 estaciones, que representan un 16% más que en 2016; en segundo lugar, se encuentra el material particulado menor a 2.5 micras (PM2.5) con 89 estaciones, que representan un aumento significativo del 89% con respecto a 2016. Para los gases el ozono ocupa el primer lugar con 54 estaciones, 23% más que en 2016, seguido del dióxido de azufre con 40 estaciones, 29% más que en 2016, el dióxido de nitrógeno con 37 estaciones y el monóxido de carbono con 21; estos dos últimos contaminantes fueron los únicos cuyo monitoreo no amplió su cobertura.
En lo relacionado con el indicador general de cumplimiento de la norma de calidad del aire, en 2016 el 65.6% de las estaciones de monitoreo reportaron cumplimiento de la norma, cifra que aumentó en 2017 con un 88% de las estaciones cumpliendo. Sin embargo, las mayores concentraciones de PM10 se presentaron en las estaciones Carvajal – Sevillana en Bogotá, Las Américas en Yumbo, Tráfico Centro en Medellín, Molinos en Santa Marta y Éxito San Antonio en Medellín. Para PM2.5 las mayores concentraciones se presentaron en las estaciones Tráfico Sur en Sabaneta, Tráfico Centro en Medellín, Carvajal-Sevillana en Bogotá, Universidad Nacional Facultad de Minas en Medellín y Corporación Lasallista en el municipio de Caldas. Adicionalmente, es importante señalar que existen algunas regiones del país que requieren de especial atención, debido a que presentan tendencias preocupantes en cuanto a las concentraciones de contaminantes.
El reto consiste en fortalecer cada vez más el monitoreo, contar con datos de calidad y trabajar de manera conjunta con los sectores, para lograr el cumplimiento a futuro de los límites establecidos por la nueva norma. Por último, vale la pena destacar el gran avance que se ha presentado con respecto a la calidad y oportunidad de la información suministrada por los Sistemas de Vigilancia a nivel nacional, lo cual redunda en una toma de decisiones basada en criterios técnicos, que permite implementar medidas para promover el mejoramiento en la calidad del aire.