Energía solar: una luz para la economía y el desarrollo | El Nuevo Siglo
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Martes, 9 de Julio de 2019

La ubicación geográfica de Colombia, sumada a su riqueza en recursos, la convierten en un país con un altísimo potencial energético. Aprovecharlo hoy se encamina en la búsqueda de energías limpias y, particularmente, de la energía solar fotovoltaica.

 Se puede mencionar cualquier campo y con seguridad este no escapa a las posibilidades que tiene para aplicar el uso de energía solar, según Carlos Yepes, director de ExpoSolar 2019, evento que reunirá desdemañana y hasta el sábado  a expertos nacionales e internacionales en el tema, investigadores, empresarios, banca y expositores en Plaza Mayor de Medellín para hablar del tema.

Incluso en amplias zonas que hoy no están interconectadas o donde la energía es deficiente, es posible usarla, pues cualquier zona del país está en condiciones de autogenerar su propia energía y es lo que hace incluyente a la energía solar.

Si bien hasta hoy el país ha sido muy conservador y se ha enfocado básicamente en satisfacer necesidades del sector industrial y comercial, es precisamente este el que ha empezado a hacer montajes de grandes sistemas de energía solar. La generalización de su uso debe superar varios paradigmas.

Entre los más importantes está la creencia de que implementar un sistema de energía solar es muy costoso, pero no es así. Lo que sucede es que como en todo avance tecnológico su uso ha tenido una curva de aprendizaje y desarrollo que hizo que en un comienzo su desarrollo estuviera en manos de muy pocos y tuviera unos costos exagerados que no eran viables para ninguna industria en el país.

“Gracias a recursos de centros de investigaciones, de países o empresas su uso ha ido creciendo y los costos se han reducido en 70 por ciento en los últimos seis años”, asegura Carlos Yepes. Es la razón por la que los costos de un sistema solar hoy no son iguales que diez o 15 años atrás, y en dentro de varios años será todavía menor.

Los proyectos que antes eran inviables porque no tenían un retorno de inversión o tardaban muchos años, hoy se pueden realizar en un máximo de cuatro o cinco años y están al alcance de muchas personas. Si se hace para una sola vivienda, por ejemplo, no es tan rentable pues por su bajo consumo haría el retorno de inversión es muy lento. Pero un centro comercial, un hospital o universidad que usen energía solar pueden recuperar esa inversión muy pronto y el ahorro es significativo.

Otro error es creer que en épocas de invierno los paneles no generan energía, pues mientras haya día hay radiación solar y se puede generar. Puede que merme la capacidad pero este es un factor que la ingeniería resolvió con estudios previos sobre cuáles son los días con menos luminosidad y esa deficiencia se puede salvar con sistemas que tienen más paneles de los que se necesitan para que estos generen más en momentos de menor radiación.

Otro mito que se debe romper es el que lleva a pensar que la energía solar es un ensayo o una moda. Se trata de la transición energética del siglo XXI y es la más limpia que se pueda tener.

 Mucho por explotar

Colombia está llamada a despertar rápidamente también en cuanto a otras aplicaciones muy rentables de la energía solar, como el calentamiento de agua a través de la energía solar térmica. “Hoy muy pocas empresas se enfocan en este aspecto y hay un campo de acción muy grande, como en la climatización de piscinas, en la industria e incluso para llevar agua caliente a las viviendas y reemplazar los calentadores eléctricos o a gas”, dice Yepes.

También se debe despegar mucho más rápido en las grandes aplicaciones de la energía solar en áreas rurales, como en sistemas de bombeo de agua, cercas eléctricas, sistemas de vigilancia o iluminación en el campo. “En el agro hay un gran potencial de desarrollo en energía solar que se ha descuidado”, insiste.

El impulso que dio el Gobierno para el uso de energías renovables a partir de la Ley 1715 de 2014 ha sido decisiva en este propósito por los incentivos que genera para las empresas y personas que empleen energías renovables y cada vez más empresas se preocupan por tener un carácter de sostenibles, una producción más limpia y dar valor agregado a sus productos.