La Administración sobre Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha anunciado la suspensión de la autorización de emergencia emitida para el uso de hidroxicloroquina, un potente antipalúdico, para tratar a pacientes contagiados de coronavirus. El propio presidente estadounidense, Donald Trump, reveló que tomaba este medicamento de forma preventiva pese a que es necesaria prescripción médica.
"A la vista de los graves accidentes cardiacos y de los demás efectos colaterales graves, los beneficios conocidos y potenciales de la cloroquina y de la hidroxicloroquina no superan a los riesgos conocidos y potenciales de su uso autorizado", ha informado la FDA en un comunicado.
En concreto, la FDA cita los resultados de un estudio clínico en pacientes COVID-19 hospitalizados que "demuestra que la hidroxicloroquina no ha tenido ningún efecto positivo en la mortalidad ni en la aceleración de la recuperación".
"Hemos dejado claro a lo largo de esta emergencia de salud pública que nuestras acciones se guiarían por la ciencia y que nuestras decisiones podrían evolucionar a medida que supiéramos más sobre el virus SARS-CoV-2", nombre técnico del nuevo coronavirus, ha explicado el subcomisario de Asuntos Médicos y Científicos, Anand Shah.
El uso de este medicamento inicialmente desarrollado contra la malaria fue autorizado en marzo para pacientes ingresados en hospital con COVID-19, la enfermedad provocada por el coronavirus. En abril la FDA ya aconsejó a los médicos que no recetaran la hidroxicloroquina a los pacientes que no cumplieran esa premisa.
En marzo y abril, Trump defendió el uso de la hidroxicloroquina como tratamiento contra el coronavirus. Entonces, destacó que los pacientes "no tienen nada que perder" tomando esa medicina e incluso sugirió su uso de forma preventiva. El 18 de mayo anunció por sorpresa en rueda de prensa que estaba tomando el medicamento de forma preventiva.